¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
┉┅━━━━━━━━━━━┅┉
EN CUANTO SUMMER Y ROBIN LES Contaron lo que habían descubierto, no duraron en hacer un plan, al menos para estar seguros de que estaban en lo correcto y no sé habían equivocado.
Para su mala suerte, Jake no pudo ser parte de esto, pues estaba lloviendo a cántaros y por esta misma razón sus padres -que eran realmente estrictos- lo querían en casa más temprano.
Esperaron a que Starcourt cerrará, se colocaron impermeables para evitar pescar un resfriado y caminaron por los túneles traseros que conectaban a todo el centro comercial. Subieron a la azotea y llegaron al puerto de descarga.
Llevaron los binoculares para poder ver bien absolutamente todos los movimientos que los guardias hacían.
-Busquen Panda Imperial y Zapatos Kaufman- dijo Summer elevando la voz para que pudiera oírla por encima de los relámpagos y lluvia.
Steve acomodaba su cabello hacia atrás y se frotaba los ojos constantemente, pues era el único que no contaba con una capucha o gorra para impedir que la lluvia le llenará los ojos de agua haciendo su vista un tanto borrosa.
Como una señal del cielo, un pequeño hombre de imperbiable amarillo apareció en el plateado muelle. Silvaba de forma animada y llevaba un carrito con cajas de, casualmente, Panda Imperial.
-Esperan al que silva. A las diez.- Dustin señaló al hombrecillo y Robin, Levi y Summer centraron su atención en él, mientras Steve aún batallaba con ver.
-¿Qué habrá dentro?- Levi miró a Dustin quién era el que tenía los binoculares. El rizado se encogió de hombros. -Armas, bombas...- Robin interrumpió -armas químicas.
-O solo es comida china y nosotros somos unos conspiranoicos de mierda, como ese tal Murray Bauman de la televisión.- Steve se encogió de hombros ganándose miradas desaprobatorias de Levi, Dustin y Robin, pero la pelinegra estaba de acuerdo con esto.
-No lo creo, ¿Por qué estarían armados hasta los dientes si no fuera nada?- observó Dustin mientras enfocaba su vista de nuevo en los hombres.
Se escuchó un relámpago que iluminó la azotea por un par de segundos con una intensa luz violeta.
-Genial. Eso es genial.- Steve se frotó los ojos una vez más.
