fragment's (kookmin)

°Capitulo 65°

CORAJE
Pov: Jimin

Besé los de Jungkook como despedida antes de montarme en el taxi, la puerta del garage comenzó abrirse, mi respiración a atascarse, el vehículo se echó de reversa y mis manos a temblar, me sentía tan enfermo, asqueado, temeroso, realmente no sé cómo me sentía, todo era un remolino dentro de mí, irónicamente me sentía en calma en ese lugar donde justamente dónde iniciaron todas mis desgracias.

Clave mi mirada una vez más en el chico de ojos marrones, que inmediatamente levantó su mano agitándola de un lado a otro, sonrió hermosamente, correspondiéndole de la misma manera, el taxi emprendido su camino avanzando una cuantas manzanas para después retornar, tomando una que otra calle diferente solo para hacer tiempo según el plan, era tan ridículo, y tan gracioso a la vez, ¿Cuántas locuras más tendremos que hacer para seguir devorando nuestros labios? ¿Cuánto más haríamos para que la vida nos diera tregua en esta guerra fría?

Arribamos en casa de lisa después de unos minutos, está última se apresuró a subir a mi lado con una amplia sonrisa, parecía niña en un parque de diversiones.

-¿Por qué la sonrisa?- cuestione confundido, estaban a punto de quemarme en la hoguera.

Lisa río levemente en el proceso de retomar la marcha camino a mi fusilamiento, el taxi giro a la izquierda y ahí estaba, a menos de 200 metros, escasos metros para una muerte súbita, definitivamente el dramatismo de Tae se contagia.

-llegamos joven, son 3500 wones por favor- la voz del chófer me saco de mi trance dramático.

-bueno, llegó la hora- está vez fue lisa la que confirmo que mi hora había llegado- solo disfrútalo...

¿Disfrutar que? Maldita loca. Pensé al ver cómo su sonrisa se ensanchaba y salía de vehículo.

Salí detrás de lisa, no puede evitar mirar hacia el balcón de Jeon, respiré profundo y me ubique aun costado de mi amiga y ex, las piernas se me estaban volviendo gelatina en cada segundo que pasaba, sentía desfallecer, mi estómago se revolvió justo como en ese gran juego mecánico; introduje mi llave en la cerradura, dude en girarla, necesitaba encomendarme a todos los santos y seres divinos que existiesen, la faz de lisa seguía siendo despreocupada, con esa gran sonrisa que comenzaba a ponerme nervioso.

-¿Por qué sigues riéndote? ¿Qué es tan divertido?.

-únicamente me gusta molestar a tu mamá, ya es algo personal - dijo en susurro y guiñendome un ojo.

Rodé los ojos y giré la llave, la puerta estaba abierta, empuje sutilmente y comencé a adentrarme...

Un estallido y ardor se situó en mi mejilla derecha, dejándome desorientado y mirando estrellas.

-¡Oiga ¿Qué le pasa?!- escuché a lisa gritar- ¿Estás bien Jimin?- me preguntó mientras me ayuda a erguirme por completo. Asentí.

-¿Se puede saber dónde estabas?- cuestionó mi madre, severamente entre dientes, con la mandíbula completamente rígida y sus ojos inyectados de un rojo intenso.

- Estuvo conmigo...

-¡Tú cállate alcahueta!- ambos brincamos en nuestro lugar.

-¡Mamá!- me atrevo a decir aún masajeando la zona donde impactó su mano- es verdad, lisa dice la verdad no tienes por qué hablarle así...

-Lárgate- pidió tajante sin despegar su mirada de mí.

Tomé la mano de lisa sin decir más nada, no tenía caso, mamá estaba molesta por lo que no escucharía razones, era mejor no darle la contraria ahora, no quería llevar esto más lejos y darle más problema a papá, dimos un paso hacia la salida cuando la voz de mi madre volvió a escucharse deteniendo nuestro andar.