fragment's (kookmin)

°Capitulo 33°

RENUNCIAR O NO?
Pov: Jungkook

Era domingo por la noche y yo me encontraba en mi habitación, teniendo un gran debate mental, entre dejar ir a jimin, para que sea feliz, aunque no sea conmigo o luchar por él, y cumplir la promesa que le hice de cuidar y amarlo cada día de mi vida, esforzarme por ser quién se merece.

Realmente amo a jimin, realmente quiero estar con él, pero él tiene razón, todas sus desgracias han sido alrededor mío y de mi familia, ¿pero qué hay de mí? Yo también soy víctima aquí, yo también sufro con todo esto, a mí también se me arrebato la felicidad, felicidad que solo jimin me había dado, pero me mataba verlo llorar, no quería verlo sufrir más, menos por mi culpa, me aterra no poder protegerlo, pero me aterra más perderlo y no verlo más.

Soy un egoísta, lo sé, pero en verdad mi mundo no tiene sentido sin jimin.

Esa madrugada del viernes, cuando jimin me dijo adiós, sentí que me arrancaban un pedazo de mi alma, me acabe la voz gritando su nombre para que no se fuera, para que no me dejará, esa madrugada volvía a casa con pecho desgarrado, me acosté sobre las ruinas de mi alma, con la ropa aun mojada y llore, llore asta que mis ojos quedarán secos y ahogara mis sollozos.

Por la noche de ese mismo día, llegó lisa y al notar mi aspecto de inmediato se preocupó, me preparo algo de comer, que a duras penas pude digerir.

Me preguntó, que sucedía y le conté todo entre lágrimas, necesitaba sacarlo o me volvería loco.

Lisa intento animarme, invítame a la apertura de un nuevo antro, pero por más que insistió, no logro convencerme, no tenía ánimos para eso.

Me aconsejó que le diera tiempo al tiempo, según ella, el tiempo era sabio, acomoda todo en su lugar, y creí, quería creer que el tiempo estaría está vez si estaría de mi lado.

El sábado, simplemente no salí de mi habitación, solo me dediqué a dormir y llorar, no había comido nada en todo el día, hasta que llegó mi madre de su viaje.

-¡Dios mío! Jungkook¿Hace cuánto no sales de este cuarto? Huele a perro muerto, ¿Hace cuánto no te bañas? Eh- pregunta irritada mi madre, al entrar a mi habitación y ver mi aspecto.

-Hola, mamá- fue lo único que pude o más bien quise decir, sin muchas ganas levantarme de la cama.

-Tu hermano Jackson te manda saludos kook, pronto nos visitará- mi estómago se revolvió al escuchar eso, tenía tantas ganas de matar a mi propio hermano ¿Cómo se atrevía a venir? Sabiendo todo el daño que ha hecho.

Pero solo guarde silencio y me adentre a la ducha, lo necesitaba urgentemente, no solo porque apestaba, quizás un baño me ayudaría a aclarar mis ideas.

Al terminar, bajé a cenar con mi madre y mi hermana Jenny, otra copia exacta de mamá, ambas estaban locas.

[...]

-¡Jungkook! Despierta Jungkook.- sentí mi cuerpo sacudirse como si de un terremoto se tratara.

-¡¿Qué pasa demonios!? ¿Qué mierdas quieres Jenny?- dije con fastidio.

-Es domingo.

-¿Y eso a mí que carajos me importa?

-Te toca ir a cuidar a la abuela, estúpido ya lo olvidaste- aspecto para después cerrar la puerta.

Hace un mes, a mi abuela, otra loca por cierto, le detectaron cáncer en los huesos por lo que no podía moverse mucho, y de tantos hijos que tuvo solo mi madre, Jenny y yo nos encargamos de cuidarla.

Me levanté con pereza, me vestí y le apresuré a desayunar para largarme lo antes posible, estaba de muy mal humor y escuchar la voz de pito de calabaza de Jenny me ponía aún peor.