Unos días mas tarde de lo sucedido en Cala Chica, Quique nos invitó a cenar a su casa, había alquilado una casa en la misma calle donde se encontraba la casa de Bea, esa noche fuimos todos, mujeres e hijos inclusive, y es que la casa de Quique era una pasada. Era una casa enorme, con piscina privada, una barbacoa y un cenador donde había una mesa enorme y estaba iluminado con farolillos de papel. Éramos un montón de gente y mientras Quique y nosotros como pinches de cocina ayudábamos a freír la carne en la barbacoa, las chicas junto con Julia estaban sentadas en unas tumbonas junto a la piscina, y los niños que ya habían hecho piña entre ellos jugaban alrededor de la casa corriendo y gritando. Javi estaba un poco callado, y lo noté que no estaba muy cómodo.
-Javi, me acompañas a por unas cerveza, - le dije para irnos un rato los dos a solas y poder hablar tranquilos.
-Si, vamos que la mía ya se me ha terminado.
Nos fuimos dentro de la casa, cuando encontramos la cocina abrimos dos botellínes y nos sentamos en dos taburetes que habían junto a la isla de la cocina.
-¿Qué incomoda situación, no amigo? – le dije dándole unos golpecitos en la espalda.
-Ni que lo digas Pancho. Menos mal que me has sacado de allí.
-No voy a hurgar mas en la herida, Javi, la verdad es que pensándolo fríamente, - le dije mientras me imaginaba si lo que le había pasado a él, me hubiese pasado a mi con Bea, ya no podía dejar de pensar en ella, la quería con toda mi alma, no había podido dejar de pensar en el beso que le di el otro día en Cala Chica, y necesitaba contárselo a alguien o iba a explotar. – si a mi me hubiese pasado algo Así con con Rocio o con cualquier otra mujer no se como hubiese reaccionado. Pero te entiendo perfectamente, quería que lo supieras.
-Gracias – me dijo Javi – Pancho aunque hace años nos veíamos como rivales quiero que sepas que te aprecio mucho, y que aquí tienes un amigo para toda la vida, que puedes confiar en mi, ¿vale?
-Vaya, - le dije, eso no me lo esperaba, y me venia como anillo al dedo ya que necesitaba contarle a alguien todo lo que me había pasado con Rocio, y luego con Bea Así que continué – pues ahora que lo dices Javi, necesito hablar con alguien, necesito contarle a alguien esto que me esta sucediendo o creo que voy a explotar en cualquier momento.
-Claro hombre, puedes confiar en mi cuéntame lo que sea, te ayudare si puedo.
-Vale, pues ahí voy, Rocio y yo lo hemos dejado. – empecé – y ahora estoy viviendo con mi tía otra vez, además, no tiene nada que ver con lo sucedido con Rocio ya que lo que voy a contarte paso mucho después.
-Vaya hombre, lo siento. ¿Pero tu estas bien? – me dijo Javi preocupado.
-Pues no sabría decirte, respecto a lo de Rocio si, estoy mejor de lo que esperaba, creo que lo nuestro ya no estaba bien desde hacia meses y esto lo veía venir en cualquier momento. Pero es que ahí no termina la cosa Javi.
-¿Qué pasa? No me asustes hombre.
-Prométeme que lo que te voy a decir no vas a contárselo a nadie, júramelo Javi. No quiero complicar mas las cosas.
-Claro que no hombre, si me lo pides Así, soy una tumba. Puedes confiar en mi.
-Bea y yo nos hemos besado.
En ese momento Javi estaba pegando un trago a su cerveza y cuando me escuchó le salió dispara por la nariz y la boca. Me levanté corriendo y cogí el rollo de papel de cocina y empecé a secar el estropicio. Mientras Javi que no paraba de toser me dijo:
-¡Madre mía! Menudo marrón. Ahora entiendo tu cara y las miradas que os echabais estos días.
-Javi, estoy enamorado como el primer día de Bea, y sé que ella siente lo mismo por mi.
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Verano azul, ahora y siempre
FanfictionQue pasaría si 20 años después la pandilla volviera a reunirse? No te pierdas como han cambiado las vida de Javi, Quique, Pancho, Beatriz, Julia, Desi, Tito y el Piraña. Te recomiendo haberte visto la serie Verano azul primero. Serie televisión esp...