❝Cuando cierro mis ojos sueño en colores, pero mi vida está en blanco y negro❞
Yo había dejado de asistir a comisaría, a pesar de que era lo que más amaba hacer en mi día a día quería acabar cuanto antes con la mafia. Enzo era el que más tiempo estaba en la base conmigo, intentando encontrar cómo podíamos pillarlos desprevenidos.
Luego de el primer encuentro, Greco se había ido deprisa del lugar, y solo me dijo que cuando volviera me lo explicaba todo. Tuve verdaderamente mucho miedo.
Había intentado contactarme con él de todas las formas posibles y no me cogía las llamadas. O a cualquier otro del grupo. No sabía qué había hecho, ni qué era aquello tan importante que no le permitía comunicarse.Pero cuando volvió lo entendí. Él le había dicho a Miranda que fue Hugo quien mató a Carrillo, y el ruso había estado a punto de matarle.
Me enfadé con él bastante, me daba muchísimo miedo perderle y lo que había hecho era una completa estupidez. Al final terminé perdonándole cuando noté lo desesperado que estaba, bajo la condición de que no volvería a hacer algo así o, que si lo hacía, me lo dijera inmediatamente.Todos nos reuníamos por los menos una vez a la semana para compartir información y proponer planes, aunque algunos eran completamente desesperados e irracionales. Estábamos pensando en comenzar a "patrullar" las zonas en las que sabíamos que solían merodear. Para ello nos dividimos en parejas; Tarantino con Enzo y Greco conmigo, mientras que Iris se mantenía en el almacén dándonos instrucciones.
Ese día, nos tocaba ir al norte. Nosotros más hacia la zona del Yellow Jack, y ellos por las montañas.
- Me siento mal por Alex.
Él me miró de reojo, cuando estaba detenido en un semáforo en rojo. Colocó su mano en mi pierna y dio un ligero apretón.
- Él escapó de su casa para tener una buena vida. Y siento que no se la estamos dando - continué con la mirada baja - Se pasa el día con la amiga de la madre de Iris y me siento culpable por ello en parte.
- Blanca, él entiende que esto es necesario. El niño no es tonto.
- Si yo lo sé. Pero eso no quita la culpa - susurré - Es que siento que todo en la ciudad se está volviendo tan negra que... Me da miedo acabar manchada y no poder cuidar de él.
- Sé que estaremos juntos los tres cuando todo esto acabe. Y, si quieres, podemos ir a Madrid por una temporada con los niños y el resto del grupo para alejarnos un tiempo de todo.
Yo solo pude asentir, mientras que él volvía a conducir por la zona. Mirando por la ventana, todo parecía tan calmado que daba miedo.
Volkov había dicho que no podría estar en el grupo pero que nos pasaría toda la información que pudiera, porque si su jefe se enteraba estaría muerto. No habíamos insistido más, pues primero estaba su bienestar.
Ambas radios comenzaron a sonar repetidas veces, nos miramos y, sin decir nada, él comenzó a dirigirse hacia donde ellos se encontraban ese día.
A pesar de todo lo que lo intentamos Iris y yo, nada servía. No respondían y yo solo podía pensar en lo peor.
Tarantino yacía en un colchón inconsciente, y todo lo mirábamos esperando algún tipo de reacción.
Iris había llamado a Canario, al cual yo no sabía que conocía, para que intentara hablar conmigo. Me había aislado en cuanto vi que el rubio no estaba allí.Él se había convertido en una persona tan importante para mí, que en ese momento no sabía en quién podría reclinarme sin hacernos caer a los dos.
Greco estaba muy preocupado por mí, lo podía ver. Pero yo no lo dejaba ni entrar a la habitación en la que estaba. Tenía la sensación de que si lo hacía él también se iría, y yo quería protegerlo aunque eso significara alejarme y perderlo.
Lo oía hablar con iris en la sala continua, y se notaba que estaba intentando ser fuerte por nosotras dos, pero parecía que quería derrumbarse. Me sentaba como una patada en el estómago.Cuando ya estaba amaneciendo sentí una gran rabia recorriéndome por completo. No pude evitar golpear repetidas veces una pared, como si fuera un saco de boxeo, mientras gritaba lo más fuerte que podía.
- ¡Blanca, para, para! - esa voz solo parecía un murmullo, por lo que no me detuve hasta que sentí unos fuertes brazos rodearme y girarme - No te hagas daño, no es la forma.
Sus ojos verdes parecían ser mi única salvación. Sentí los ojos arder y dejé escapar todo lo que estaba reteniendo.
- Lo siento - él sujetó mi cara y me sonrió levemente, relajándome. Pero era claro que no había entendido a lo que me refería - No podemos seguir con esto, Greco. Ya te lo he contado, has visto cómo ha acabado Emily. Y ahora Enzo... No quiero que tú acabes igual.
- No es tu culpa, chiqui. No tienes que hacer esto.
Ver sus ojos con lágrimas en ellos me quemaba por dentro.
- Sí que tengo - respondí brevemente - Yo te quiero, y mucho. Y por eso creo que debes alejarte de mí. No soportaría perderte a ti también.
- Yo también te quiero, y es por eso que no me voy a alejar. Me vas a tener a tu lado hasta que seamos putas pasas - reí levemente, y él acarició con sus pulgares mis mejillas - No quiero volverte a oír decir que esto es tu culpa, porque no lo es. Y si alguna vez vuelves a sentirte así, me lo dices.
Yo asentí y lo rodeé con mis brazos, apoyando mi cabeza en su pecho.
Escuché a Canario silbando en la sala contigua. Probablemente los otros dos hayan visto y escuchado todo, pero no me podía importar menos.22/02/2022
968 palabras
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𝑀𝑜𝑛𝑜𝑐ℎ𝑟𝑜𝑚𝑎𝑡𝑖𝑐 ~ 𝐺𝑟𝑒𝑐𝑜 𝑅𝑜𝑑𝑟𝑖́𝑔𝑢𝑒𝑧
FanfictionToda su vida se ha basado en un blanco y negro. Pero la aparición de un gris hace que todo se de vuelta y que se permita hacer cosas que viviendo en el blanco o en el negro no se le eran permitidas. ℰ𝓁𝓁𝒶 𝓈𝒾𝑒𝓂𝓅𝓇𝑒 𝒽𝒶𝒷𝒾́𝒶 𝓆𝓊𝑒𝓇𝒾𝒹...