María y Gerardo estaban tumbados boca arriba sobre la cama del único dormitorio que disponía el apartamento de soltero de Gerardo en la capital de México. Acababan de hacer el amor y cada uno se mantenía inmerso en sus propios pensamientos, hasta que María decidió que ya era hora de enfrentar la verdad.
_ ¿Cómo te sientes, Gerardo?
El hombre suspiró, salió de la cama y se puso los slips.
_ El sexo ha sido fantástico, María
_ ¿Pero?_ le preguntó María, ansiosa por que él hubiese descubierto lo mismo que ella.
_ Pero Ha sido solo eso, Sexo. Un sexo increíble y explosivo, pero sin sentimientos expuestos.
María sonrió. Hacía mucho tiempo que no se lo había pasado tan bien. Gerardo era un hombre creativo y entregado cuando le hacía el amor a una mujer, pero, por lo menos en la relación que había tenido con ella no había entregado también su corazón.
_ Puede que sea culpa mía, María. A lo mejor no estoy hecho para amar a una mujer por entero.
María se colocó la sábana alrededor del cuerpo, se acercó a él y le acarició la mejilla.
_ Eso no es cierto, amigo mío. Algún día llegará una bella mujer y te robará el corazón como Esteban se robó una vez el mío.
Gerardo se quedó asombrado.
_ Pero ¿Aún lo amas?
_ Siempre lo amaré_ contestó ella escuetamente. Ahora estaba segura de que nunca podría amar a otro hombre.
_ Pero, entonces balbució Gerardo, anonadado_. ¿Por qué? ¿Cómo has?
_ ¿Hecho sexo contigo?_ sonrió María al notar su perplejidad_. Tenía que comprobar que aún era así. Tú me has gustado desde que me invitaste a salir la primera noche, de no ser así, no te habría devuelto los primeros besos. Pero Faltaba algo, Gerardo. Y ahora estoy segura de lo que es_ después agacho la cabeza, sintiéndose culpable_. Puede que ahora te sientas utilizado. Pero créeme cuando te digo que nada estaba más lejos de mis pensamientos. Realmente pensé que tú y yo podríamos haber llegado a algo. Pero esto nos ha hecho ver que ni tú me amas a mí como creías, ni yo te amo a ti, por que sigo enamorada de mi ex marido.
_ No digas tonterías, María. Me siento honrado de haber sido utilizado por una mujer tan fuera de serie como tú_ sonrió Gerardo y le dio un suave beso en los labios para demostrárselo_. Además, puedes seguir utilizándome de este modo tanto como gustes.
_ Eres un maldito adulador, ¿lo sabes, Gerardo Salgado?_ le dijo María, acompañando el comentario con una carcajada_. Un maldito y encantador adulador.Cuando Gerardo la dejó en casa, María vio el coche de su hijo Héctor aparcado cerca del de Vivian. Sonriendo de oreja a oreja, abrió la puerta con la decisión tomada de no hacer ruido para no molestarlos. Por eso, se quitó las botas vaqueras antes de entrar y las dejó a un lado de la puerta. Después, andando de puntillas, comenzó a subir la escalera; pero de pronto, toda la planta baja de la casa se iluminó.
_ Buenas noches, María_ le dijo Vivian con una sonrisa, al ver lo cómica que se veía María subiendo de puntillas las escaleras.
_ ¡Oh, si os he molestado lo siento! No era esa mi intención.
_ No nos has molestado, mamá_ soltó Héctor intencionadamente_. En realidad te estábamos esperando.
¿La había llamado mamá?
María se puso pálida de repente. Vivian corrió a su lado.
_ ¿Te encuentras bien?_ preguntó la chica, preocupada.
_ Sí, sí_ contestó María tomando aire_. Es sólo que creí creí que_ entonces miró hacia Héctor_. ¿Cómo me has llamado?
El chico no contestó. No hubiera podido de querer hacerlo. Su voz se había quebrado por la emoción.
Se ciñó a correr hacia ella y abrazarla fuertemente. Tanto que la levantó del suelo y le dio vueltas en el aire entre risas y lágrimas.
Cuando por fin la dejó en el suelo, María lo miró extasiada y le acarició la mejilla.
_ ¿Tan feliz estás por haber encontrado a tu madre?_ dijo ella emocionada.
_ ¿Bromeas?_ contestó Héctor, apretándola nuevamente contra él_. Casi me da miedo soltarte, por si desapareces.
_ Nunca más_ prometió María con el tono de su voz_. A partir de ahora, siempre que me necesites aquí estaré. Sólo te pido que no se lo digas aún a tus hermanos. Estrella podría tener un retroceso en su curación, y Ángel es tan tímido e inmaduro que podría crearle un trauma irreparable. Deja que yo elija el momento adecuado para decírselo, mientras, deberás ayudarme para que entre los dos consigamos que ambos maduren.
_ ¿Y yo?_ sonrió Héctor sin parar de besar las mejillas de su madre_. ¿Yo no tengo que madurar?
María sonrió y miró a Vivian que los observaba en silencio pero feliz.
_ Tú más que ninguno, señor calavera. Pero creo que Vivian sabrá domarte_ después llamó a Vivian con un gesto de la mano, y los abrazó a los dos estrechamente_. Aún no sabes con quién te has metido, ¿eh, jovencito? Pues déjame decirte que o te corriges o morirás.
_ Vamos, María_ protestó Vivian, Aunque la risita que siguió después lo decía todo_, yo no soy tan malvada.
Y nunca dije que lo fueras objetó María feliz_. Pero cuando se fija una idea en esa inteligente cabecita tuya
Héctor resopló resignado, y ambas mujeres rompieron en carcajadas.
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UNA MUJER DE BANDERA
Fanfictionpara descubrir la historia les invito a leerla una mujer de bandera es escrita por ARECIA .