El engaño a Heimdall

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— ¿Cómo que vas a casarte? —una sonrisa de confusión apareció en el rostro de _____—. Loki, ¿de qué carajo estás hablando?

—Padre me dio a elegir entre casarme o mandarte a matar —comentó Loki cuando estuvo seguro que nadie los escucharía en su habitación—, así que en un par de días me caso.

_____ negó a la par que cerró sus ojos y sentía cómo su corazón poco a poco iba encogiéndose en su pecho. Le dio la espalda a Loki e hizo un esfuerzo sobrehumano por lograr respirar pero cada vez le parecía más imposible lograrlo.

—Estás jugando —comentó ella de nuevo—. Debes estar jugando porque no vas a casarte, ¿verdad?

Loki entonces se levantó de la orilla de la cama en donde había estado sentado al momento de entrar a la habitación. La tomó de los hombros y ella comenzó a sollozar por fin.

—Me gustaría sólo estar jugando en esta ocasión, Sigyn —comentó—. Pero esta vez hablo en serio.

Ella dio media vuelta para verlo y entonces, mientras sus lágrimas caían cual cascadas de sus ojos, con los puños de ambas manos comenzó a golpear su pecho para tratar de alejarlo de ella.

— ¿Y cómo pudiste aceptar hacerlo? —le preguntó pero ni siquiera le dio tiempo de responderle—, ¿Cómo pudiste siquiera pensar que eso era lo correcto?

—Lo estoy haciendo para protegerte, ¿no lo entiendes?

— ¡No! —exclamó sin dejar de golpearlo—. ¡No lo entiendo!

Loki trató de parar sus golpes de su pecho tomando sus manos desde las muñecas para quitarle movilidad, pero ella estaba colérica por su noticia y se negaba a escuchar cuántas veces dijera el príncipe asgardiano que lo hacía por su bien.

—Escucha, escucha un momento —siguió insistiendo hasta que logró acorralarla en la pared y mantener sus manos arriba de la cabeza para inmovilizarla un poco—. Si no aceptaba, padre iba a mandar a buscarte para matarte en esta ocasión, ¿te parece que eso quiero? Si tú murieras por mi culpa, mi razón para continuar existiendo se desvanecería.

La mirada malaquita del príncipe estaba fija a sus iris adornados por las escleróticas rojas por su llanto y su ceño ligeramente fruncido por el dolor que sus palabras le habían causado.

—Eres un jodido mentiroso —repitió _____ antes de forcejear nuevamente con él por poder soltar sus manos de ese aprisionamiento que Loki le había hecho.

— ¡Escucha, con un demonio!

— ¡¿Qué voy a escuchar?! —le gritó—. ¡No quiero escuchar un demonio!

— ¡Ese es el maldito problema! —nuevamente la pegó a la pared para evitar que tomara impulso suficiente para poder zafarse de su agarre—. ¡Lo estoy haciendo por ti, ¿no lo notas?!

— ¡Es que es estúpido, ¿cómo puedes siquiera pensar que es buena idea para protegerme?!

— ¿Y qué debía hacer? —Loki ya había perdido la paciencia para ese punto de la discusión—. ¿Acaso debía decirle que no me interesaba que deseara matarte? ¡Claro que me interesa. Mírate! —y esta vez soltó un suspiro cerrando los ojos con la cabeza agachada—, eres lo único agradable que ha perdurado en ese infierno que vivo constantemente, Sigyn.

Y nuevamente _____ rompió en llanto ante sus palabras. Cada parte de ella se removió al oírlo, tal vez porque sentía lo mismo, exactamente lo mismo que Loki y su angustia era igual o más intensa al escuchar que se casaría con alguien que estaba muy lejos de ser ella.

—No lo hagas —le pidió—. Loki, por favor, no lo hagas. Te lo ruego, no te cases.

Y algo extraño le pasó al príncipe, su corazón se achicó, o él juraría que eso había pasado porque fue como tener un vacío en el pecho y una daga atravesándole cada cuerda bucal en la garganta. Fue la peor sensación después de experimentar lo que se sentía ser apuñalado. El aire le falto, las palabras igual y tuvo que tensar su mandíbula para no soltar ni una pequeña lágrima.

—Lo lamento —fueron las únicas palabras que Loki pronunció mientras lentamente soltaba el agarre de Sigyn. La muchacha sólo sollozó caminando a otro punto de la habitación que estuviera al menos un poco lejos de donde él se encontraba.

—Debe haber otra manera —insistió ella—, no puedes simplemente allanarte a lo que tu padre quiere, Loki,. Podemos pensar en algo más, pero no en que te cases, no en eso. Por favor, piénsalo mejor —le insistió una vez más en lo que con las mangas de su cárdigan se limpiaba sus lágrimas.

— ¿Sí?, ¿y cuál es tu plan? Estoy atento a cualquier sugerencia que evite que te maten cuando estés descuidada, ¿tienes el elixir de la eternidad o qué? Porque de ser así yo creo que no sería necesario hacer ninguna clase de esfuerzo por mantenerte viva.

—Sólo no quiero que el único rayo de esperanza que he tenido después de tantos años viviendo en la penumbra total se vaya como todo lo bueno que me ha pasado y que quede solo como un atisbo más de la esperanza disuelta en la nada, Loki. Hay más soluciones.

—Pues dime alguna.

—Es que aún no encuentro una.

—Esa no es una buena respuesta.

— ¡Estoy embarazada!

—No lo estás, acabamos de ver tus resultados.

—Pero ellos no lo saben...

—Si estuvieras embarazada con más razón padre te mandaría a matar —respondió Loki entonces.

____ se pasó las manos por su cabello mientras seguía caminando de un lado a otro en busca de alguna idea que le viniera pero simplemente su cabeza estaba en blanco, ninguna opción parecía buena a pesar que ella quisiera amoldarla a la situación.

—Debe haber algo.

—No hay nada, Sigyn —respondió—. Si te quiero viva, debo aceptar lo que padre me ha exigido.

— ¿Y entonces?

—Creo que será todo —y eso la derrumbó aún peor, ella lo miró atónita—. Te quiero viva y si para eso debo alejarme...

—Y si para alejarte me vas a dejar viva mejor mátame de una vez —exclamó al verlo caminar hacia la puerta—, eso no se hace, Loki. ¿Entras a mi vida, me obligas a quererte para después alejarte? No, no lo quiero.

—No quiero que te pase nada, Sigyn, entiende.

—Me estás dañando más así, me vas a terminar de matar si te vas, ¿no entiendes? Loki... —pero él negó antes de abrir la puerta y disponer a salir—,  ¡Loki!

Poco le importó gritar y que la gente ahí la escuchara. Loki cerró la puerta apenas salió de la habitación y ella soltó un grito de frustración antes de tirar una de las almohadas de la cama contra la puerta y nuevamente soltarse a llorar.

Más que amarlo, en ese mismo instante sentía odiarlo. Lo odiaba con toda la intensidad que sentía al principio de conocerlo o incluso más, en especial después de haber sentido que lo amaba como jamás lo había logrado con alguien.

Le parecía egoísta, el infeliz más egoísta que conocía, y eso que ella conocía a muchos egoístas desgraciados a lo largo de su vida pero Loki iba en lo más alto de esa lista. ¿Preferir casarse con alguien para evitar que ella muriera? Sólo le había importado no sufrir por perderla.

¿Y qué había de ella? Perderlo para no morir. La muerte ahora parecía incluso un consuelo más grande que vivir si era sin él en su vida. No lo entendía, no lograba dar claridad al porqué de la elección de Loki y sinceramente tampoco quería encontrarle algún significado a lo que él estaba haciendo.

Loki era el ser más egoísta y soberbio que había conocido y esa elección se lo había dejado más que claro. Pero si él iba a hacerla sufrir de esa manera, ella haría lo mismo para hacerlo sufrir de la misma manera que ella ya lo estaba haciendo con esa visita para anunciarle de su matrimonio próximo a realizarse...

The Loki's Toy [Loki y tú] (+18) [TERMINADA] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora