Por fin habían llegado después de varias horas de viaje por la ruta larga. Aquellas que estaba seguro iba a ser imposible para que Heimdall los estuviera observando.
En todo el viaje, Loki se mantuvo taciturno, mirando el camino mientras en su cabeza sólo rondaba una sola persona. Su jodida midgardiana que con tanto ímpetu se mantenía en sus recuerdos y deseos más insondables.
Entre sus dedos trataba recrear la figura de Sigyn, aquella silueta que reconocería así se quedara ciego. Pero el hecho de recordarla tan bien no era suficiente para esa necesidad bizarra por volver a tenerla a tan escasos centímetros de su gélido tacto.
Cuando por fin llegaron, aterrizaron en un lugar baldío, en donde no hubiera testigos de su llegada. Lo que menos esperaba era crear una noticia mediática que le hiciera imposible el hecho de llegar cuanto antes a donde Sigyn debía estarlo esperando.
—El plan es sencillo —fue lo primero que dijo cuando por fin pisó la tierra firme de Midgard—. Cambiaremos de imagen, tú te dedicarás a hacer un carajo de tu vida y no me vas a buscar y mucho menos a molestar —comentó mientras cambiaba su apariencia por la de Cooper Pine frente a Elin.
— ¿Y si necesito ayuda? —preguntó la joven mientras Loki también la ayudaba a cambiar de imagen para poder proseguir con su viaje.
—Ese ya no es problema mío. El pacto era que te ayudaría a dejar Asgard y a escapar, ¿no es así? Sería muy dichoso si jamás volvería a verte. Sólo quiero pasar lo que me resta de existencia sin saber nada de ti, ¿es mucho pedir?
—Créeme cuando digo que deseo lo mismo con respecto a ti. Pero lamentablemente el mundo entero no quiere que eso pase. Un par de veces deberemos vernos para visitar a nuestras familias, así que intenta no hacer nada estúpido.
Sin más, ambos tomaron rumbos diferentes entonces. Loki se apresuró a llegar a la casa que era supuestamente suya. Por fin tendría tiempo para organizar exactamente qué haría con su vida.
En aquella casa, _____ estaba preparando sus maletas para partir de ahí, irse a la casa de Jane que era el único lugar seguro en el que podría mantenerse sin ninguna clase de problemas.
Miró una última vez a su alrededor. Ese lugar, cada parte en él. Le parecía algo tan ajeno a lo que ella había estado acostumbrada la mayor parte de su vida, y ahora que se iba, ese lugar le parecía extremadamente pretencioso.
Sólo sentía quedarse sofocada a cada pestañeo que daba. Se apresuró a terminar sus maletas y al cerrarlas, las tomó de la asa para salir de la habitación en dirección a las escaleras.
Esperaba que Roxane se burlara jactándose de decir que tuvo todo ese tiempo la razón con respecto a su efímera estadía en aquél lugar. Incluso estaba lista para los desplantes de la gente de servicio cuando cruzara esa puerta.
Estaba lista para enfrentar todo.
Menos esos ojos celestes que disfrazaban el color malaquita del príncipe asgardiano que se encajaban en su corazón cual obsidianas.
Esperaba todo. Menos verlo a él de nuevo.
Sus miradas coincidieron, ambos se notaban consternados pero no fue necesario hablar, el simple hecho de cruzar sus iris una última vez hizo que Loki entendiera los planes de la joven.
—Volviste —murmuró ella antes de bajar su mirada por completo.
—Claro que volví —la voz de Loki fue suave, parecía acariciar los oídos de _____ con la melodía del sonido interceptado por ambos—, necesitaba volver.
— ¿Por qué?
—Por ti —respondió—, porque lo pensé mucho en estos días.
— ¿Y qué fue lo que pensaste en estos días?
—En que hay veces que debo perder para mantener lo poco que me importa —Loki la sostuvo con sus dedos de la barbilla levantando su cara para que ella lo mirase.
Pero ella no deseaba verlo, el dolor que le provocaba en su corazón parecía ser demasiado para sí. Sus ojos se aguadaron y sus lágrimas amenazaban con salir de ellos y correr por sus mejillas en cualquier momento de manera descontrolada.
—No necesito que me mientas —reclamó ella—, si has vuelto por creer que no puedo estar sola, te equivocas. Puedo vivir por mi propia cuenta, siempre lo he hecho.
—Es que yo no dudo que puedas vivir sola, ¿no lo entiendes? Yo sé que si cruzas la puerta ahora mismo, no será necesario el hecho de cuidarte. Has sobrevivido mucho tiempo por tu cuenta.
—Entonces no hay más por decir —_____ alejó su rostro de su tacto y estuvo dispuesta a irse.
No habría volteado, ni siquiera se habría detenido de no ser por lo siguiente que salió de los labios de aquel príncipe experto en las mentiras.
—Pero a diferencia tuya, yo no creo soportar el hecho de vivir sin ti, Sigyn —eso la mantuvo quieta al borde de las escaleras.
Sus piernas le impidieron caminar más, fue como si su cuerpo entendiera más de lo que ella conscientemente lograba hacerlo.
Los pasos del príncipe eran lentos y concisos en dirección a donde ella estaba. La tomó del brazo para voltear y verla entonces.
Nuevamente quedaron frente a frente, con una de las manos de Loki sobre la mejilla izquierda de _____.
—Renuncié a todo lo que conocí, a lo que quería en Asgard, a mi fantasía de tal vez gobernar alguna vez.
—No debiste abandonar tu sueño entonces —comentó _____, con una voz suave y susurrante, lo suficiente para que las palabras quedaran entre ellos dos.
—Es que no lo entiendes, Sigyn. No he abandonado mi sueño —explicó el dios—, estoy siguiéndolo y estoy rogando porque no se vaya. Mi sueño son tus ojos como dagas que apuñalan mi corazón de una manera tan placentero que sólo ruego porque mi vida se termine si con eso me quedaré en tus brazos toda una eternidad.
Y no tuvo que decir mucho para convencerla. Para ese momento ella ya se sentía suya. Suya hasta el último glóbulo rojo en su cuerpo. Suya hasta en el último pensamiento más bizarro jamás antes contado.
Loki la atrajo a su cuerpo. La abrazó y la rodeó con sus brazos, firme y con toda la calma del mundo, como si el mundo entero se detuviera cada que sus brazos encajaban contra el otro como dos piezas de rompecabezas destinadas a ensamblarse una contra la otra.
En ese momento, la paz en el pecho de Loki por fin fue un sentimiento que hizo presencia en el asgardiano por por primera vez en su vida.
—Pero, ¿y tu hogar? —preguntó Sigyn antes de separarse un poco para verlo a los ojos—, ¿qué pasará con Asgard?
—Mi hogar está en donde te encuentres tú, pequeña bestia —respondió antes de unir sus labios en un corto beso antes de volver a abrazarla y sentir que su aire escapó de sus labios en un suspiro fugaz—. No quiero perderte, es el único pensamiento claro que tengo en mi cabeza desde que te conozco.
Y ahí fue el momento clave, cuando los labios de _____ soltaron aquellas dos palabras que retumbaron en lo profundo de Loki.
—Te amo.
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The Loki's Toy [Loki y tú] (+18) [TERMINADA] ✓
FanficEl estado natural de los midgardianos es la sumisión. Para el hijo adoptivo de Odín, parece que ese comentario define perfectamente bien a la raza humana. En su cumpleaños número 18, su regalo fue una midgardiana. Una simple y común midgardiana pero...