┌→❝ La calma es aterradora❞」
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Pese a sus negativas contra la sugerencia de Frigga por salir a desayunar al jardín trasero del palacio Loki no tuvo otra alternativa que no fuera hacer compañía a su madre como tantas veces alrededor de toda su vida había hecho. Era difícil para el príncipe aceptar que tenía un profundo cariño por alguien más que no fuera él y su enorme vanidad; sabía que si su madre le hubiera pedido matar, él habría hecho lo que fuera con tal de cumplir su petición, pero pese al profundo cariño que su madre despertaba en él no era suficiente como para que el príncipe le dijera que la quería y que era importante en su vida.
— ¿En qué tanto piensas? —Le preguntó Frigga sacándolo de la profundidad de sus pensamientos.
La respuesta de su hijo fue seguir contemplando el despejado cielo de la mañana mientras su cabeza dio ligeros movimientos en señal de negativa.
—En nada —murmuró con una voz anodina—. Va a ser un buen día.
Frigga alzó su rostro para fijar su mirada en el punto que su hijo observaba con tanta atención buscando hasta el más mínimo detalle que lo hiciera pensar lo contrario de su afirmación previamente hecha a la reina pero sin éxito en su búsqueda de algún detalle para dar una contrariedad pesimista al momento como era costumbre suya cada que entablaba una conversación con cualquier persona que se acercase a él.
—Sí, es verdad. Parece que será un gran día. —Admitió Frigga llevando su mirada al rostro de su hijo para proceder a regalarle una sonrisa amable como era común en ella.
De nuevo el silencio se apoderó de esa pequeña conversación entre madre e hijo. Nuevamente la mirada despectiva del príncipe hurgó entre el jardín del palacio en busca de un detalle que pudiere ser reprochable a la servidumbre, pero pese a sus intentos no hubo nada que le hiciera espetar algún venenoso comentario en contra de la gente a su servicio.
El jardín del palacio era una maravilla. Un lago cristalino, árboles exóticos en todos lados con las flores más bellas recolectadas cuidadosamente de los nueve reinos y huertos con frutas que Frigga se encargaba de cuidar desde que él tenía uso de razón. Tal vez era ese jardín el segundo lugar favorito del príncipe después de la biblioteca aunque le costara admitirlo.
Era un paraíso verde, cálido y pacífico cuando Thor no se encontraba cerca entrenando con sus amigos y generando ruidos insufribles que parecían ser demasiado para la paciencia de Loki. Por suerte hoy era uno de esos días en que la paz que se respiraba en el jardín parecía perenne.
Cerca de los árboles que daban una perfecta sombra estaba la mesa redonda de mantel blanco con bordado sutil en hilos de oro sobre la que había un enorme y vistoso desayuno que consistía en té, panecillos y frutas, todo perfectamente ordenado para dos personas.
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The Loki's Toy [Loki y tú] (+18) [TERMINADA] ✓
Fiksi PenggemarEl estado natural de los midgardianos es la sumisión. Para el hijo adoptivo de Odín, parece que ese comentario define perfectamente bien a la raza humana. En su cumpleaños número 18, su regalo fue una midgardiana. Una simple y común midgardiana pero...