Nueve

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Harry llegó a casa de Louis siendo recibido por su padre, que lo miró con un poco de sorpresa.

- Harry, creí que Louis te había avisado.

- ¿Avisado que? - Preguntó, con la frente ligeramente fruncida.

- Es que... Tuvo su celo, por eso no fue a la escuela.

- Oh... Eso - Titubeó y movió sus manos entre sí - Si supe, vine a ver como estaba - Mintió, esperando que el tono confundido de su voz no lo delatara.

Su padre asintió y estuvo de acuerdo en dejarlo subir a duras penas, a fin de cuentas, era un omega, no tendria por que afectarle el olor y el celo de Louis.

Tal vez.

Harry entró a la habitación de Louis siendo recibido por el olor que el omega menor desprendía.

Entre abrió los labios en un soplido y suspiró para llenar sus pulmones con tan dulce aroma, olía más de lo normal y le gustaba mucho.

Cerro la puerta con seguro detrás de él, cuidadoso de no sobresaltar a Louis, lo vio recostado en posición fetal en el nido que habían hecho juntos días atrás, y estaba somnoliento.

Los rastros de una ducha se veían en su cabello y en la pijama limpia.

- ¿Estás dormido? - Le preguntó bajito, despojandose de sus zapatos y recostandose frente a él, de costado.

Le tocó la frente fresca y el ojiazul abrió los ojos, estaban de su mismo azul tan bonito solo que con un ligero toque de cansancio.

- Hola Hazz, no te oí entrar abajo - Lo recibió con un besito en la nariz y Harry la arrugó con una sonrisa.

- Crei que estabas dormido. - Murmuró, con una suave y cálida voz que hacía que Louis se sintiera cuidado, así que el rizado no reprochó cuando sintió el cuerpo contrario pegarse más a él.

- Si estaba, estoy cansado Hazz.

El rizado coló su mano por las caderas de Louis, sintiendo su piel calientita de esa parte, el ojiazul ronroneo sintiéndose cómodo.

- ¿Tu celo está siendo bueno? - Preguntó, explorando ahora bajo el pijama del omega menor, Louis gruñó y eso fue un incentivo para Harry de encontrar la orilla de su ropa interior.

- Algo - Murmuró, cerrando los ojos cuando sintió las caricias más íntimas - Pienso mucho en ti.

- ¿De verdad?... ¿Quieres que te ayude? - Preguntó, con una ternura en su voz que Louis jamás había notado, recibió un sonido de afirmación y sintió las manos del ojiazul abrazar su torso - ¿Puedo?

Louis asintió y abrió los labios para responder, pero sólo pudo soltar un jadeo y palabras entrecortadas.

- S-si.

Harry frotaba sus dedos en la entrada de Louis, dejando al chico restregarse contra su pierna.

- Aún estás muy sensible Lou... Mírate, y tan bonito.

Louis escondió su rostro entre el cuello de Harry, que ahora tenía un olor aún más fuerte y dulce. Sostuvo entre sus manos la playera del rizado en pequeños puños cuando se sintió lleno por sus dígitos.

Los dedos de Harry no eran muy largos ni anchos, pero lo hacían sentir tan bien y quería que los dejara ahí el mayor tiempo posible, no podría explicar la sensación que le recorría el cuerpo.

- Ha-Harry...

- Dime, cachorro, ¿Es bueno?

El ojiazul asintió y soltó jadeo entrecortado. Estar metido entre su cuello, olisqueando y sintiendo sus manos tocandolo, lo hacían sentir tan relajado y queriendo más de él.

Harry gimió al sentir como el ojiazul se frotaba contra su muslo y lo sentía despertar aún más, podía ver su perfil si agachaba la mirada y ver el cómo apretaba sus ojos y entreabria sus labios para rogarle que siguiera y soltar jadeos.

Louis se dejó ir en un gemido desesperado y agotado cuando el rizado alcanzó a rozar su punto más sensible, Harry le acarició el cabello con su mano libre y sacó sus dedos de su interior, acompañándolo a que volviera a su sano juicio, aunque sinceramente, estaba seguro que ni él mismo estaba en él.

El omega rizado buscó su rostro, necesitaba verlo. Sus ojitos azules estaban cerrados, y sus labios rosados e hinchados de morderlos, sus mejillas llenas de un rubor carmesí y su flequillo en la frente. Era demasiado.

- ¿Estás bien? - Preguntó Harry, al ver al menor removerse incómodo de las piernas.

- Necesito una pijama limpia - Se quejó.

Harry sonrió de lado y lo besó una vez más. Se levantó y fue al baño de la habitación a lavarse las manos y mojarse un poco el rostro, que lo sentía caliente.

Le busco ropa limpia a Louis y lo ayudó a cambiarse. Sus sentidos protectores despertaron al escuchar a Louis lloriquear en un berrinche por sentirlo cerca, así que accedió y lo dejó que recostara su cabeza en su pecho mientras dormitaba.

Creyó que realmente se había dormido, pues estaba bastante callado y respiraba relajado, aunque creía que también se debía a su reciente orgasmo.

- ¿Puedo tocar tu cabello? - Lo escuchó murmurar, mientras sentía su mano tocarle el rostro para buscar sus rizos.

- No - Respondió en broma, pues Louis ya le estaba dando caricias.

- Ya, uhm, ¿Y darte besitos?

- No me gustan los besitos. - Bajó la mirada y Louis alzó la de él, estaba lindo y tenía un pucherito en sus labios.

- El otro día te gustó.

Harry sonrió de lado e invitó a Louis a subir un poco más para alcanzar su rostro.

- Bueno, pero no le digas a nadie. - No resistió más y lo besó, suave y saboreando cada parte de su cavidad, sin perder detalle.

Louis suspiro en medio del beso, era un beso tierno, ya no había lujuria en el momento, sólo necesidad de sentirse cerca.

Harry acariciaba la espalda y caderas del ojiazul, muy suave, y le gustaba escucharlo ronronear tan sensible por cualquier cosa que él hiciese.

Louis se quedó casi dormido sobre los labios del rizado, así que Harry dejó de besarlo y acostó su cabeza en su pecho de nuevo para que descansara.

- Quería hablar de unas cosas contigo Lou... ¿Lou? - Lo movió un poco y se dio cuenta que ya estaba dormido de verdad, así que solo lo envolvió en sus brazos y besó su cabeza - Será luego, bonito.

Ya tenía muy claro lo que quería, o más bien... A quien quería.

little cuddless • omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora