little cuddless • omegaverse

Treinta y tres (Final)

Harry estaba enamorado.

Y era algo que ya no pensaba en ocultar y negar, su novio era Louis, pensaba en Louis, dormía con él, respiraba por él, vivía por él.

Le costó demasiado aceptar lo que sentía y sobre todo por quién, no se arrepentía, y fue ese sentimiento de querer estar toda la vida con él lo que le llevó a pensar mucho en sus decisiones.

— Louis — Lo llamo, casi susurrando, pero afortunadamente el chico ojiazul estaba a su lado y lo escucho perfectamente.

— ¿Si?

— ¿Que sientes por mi?

El menor de los dos dio una sonrisa de lado y sus ojos parecieron brillar, esa pregunta él la amaba y sin duda podía hablar sobre horas y escribir un libro sobre todo lo que sentía por Harry.

— Pooh, humanamente no hay palabras que pudieran explicar lo que siento por ti y lo que estoy dispuesto a dar y a hacer.

A Harry se le aceleró el corazón, y es que nunca dudaba del amor que Louis le tenía pero al ser una persona un poco dudosa siempre quería que se lo confirmara una vez más.

Apretó en su mano que estaba escondida en el bolsillo de su pants aquel objeto tan valioso y con un valor sentimental extremadamente sagrado para él, y sudo frío.

Se sentó por completo en el pasto en el que estaban y el aire le golpeó en la espalda y el rostro, se sintió vulnerable por un momento y empezó a temer por lo que pasaría a continuación.

— ...¿Estás bien? — Escuchó la voz de su novio, que también se incorporaba para verlo mejor y por fin salió de su transe.

— Louis cásate conmigo, si o no.

Harry se apresuró a sacar el anillo de su bolsa y se lo extendió con la palma abierta, en su mente se regañó, pues había pensado en cosas sutiles y lindas para decirle antes de hacerle la pregunta pero, lo que salió en cambio fue más directo.

Louis estaba en shock, miraba a Harry y sus mejillas rojas, el anillo brillante y delgado en su mano, y no pudo evitar llorar.

— ¿Por qué lo haces ahora? — Preguntó en un sollozo.

El rizado bajo la mano, un poco decepcionado y por un segundo se sintió pisoteado.

— ¿A qué te refieres?

Louis se señaló así mismo e hizo una nueva con la cara roja del llanto y la felicidad.

— No me bañé.

Harry mordió su mejilla interna y rodó los ojos, pero de repente los brazos de su chico enredaron su cuerpo en un abrazo largo y apretado.

— Hazz — Louis le tomó las mejillas con sus manos — quiero casarme contigo, quiero casarme contigo siempre y en todas mis vidas si es que hay más.

El rizado sonrió y se dejó besar por el ojiazul unos segundos, incluso sintió su respirar profundo por primera vez en todo el rato.

Le puso el anillo, que sinceramente le quedaba un poco grande pero a ninguno le importo, a fin de cuentas era un anillo, un anillo de compromiso.

— No puede ser — Murmuró Harry — Estamos... Estamos comprometidos, Dios...

— ¡Es lo mejor que me ha pasado! — Grito Louis, Harry se encogió de hombros y le sonrió.

El momento era de felicidad, sinceramente los dos eran más felices que nunca, pero... En el fondo la tristeza prevalecia sobre ese anillo.

Los dos lo sabían perfectamente, así que a pesar de estar sonriendo y haber tenido unos minutos maravillosos, ambos volvieron a guardar silencio y morder sus labios para evitar de nuevo el llanto.