little cuddless • omegaverse

Trece - Parte Dos

—... No lo dije por presionarte Lou, solo fue...

— No — Lo interrumpió — Es que si quiero. Solo que no sé como hacerlo.

Harry sonrió de lado y lo besó despacio sosteniendo sus mejillas y tratando de calmarlo.

— Yo tampoco, pero de eso se trata, de aprender juntos.

El ojiazul le sonrió y entonces procedió a besar a su novio un poquito más confiado.

Tenían todo el tiempo del mundo, no llevaban ninguna prisa, pero ambos omegas no parecían tener noción de eso, mucho menos cuando ya estaban besándose tumbados sobre el nido, y con Louis frotándose encima de Harry.

— ¿Seguro estás bien? — Le pregunto Louis, observando la carita de su novio, toda sonrojada y con los ojos cerrados, se tomó el atrevimiento de tocarle la frente aún cuando Harry ya le había dicho que se encontraba perfecto y que solo lo había mareado su olor y el tenerlo tan cerca.

— Si, Lou — Respondió apenas en un jadeo — Me gusta que hagas eso... Uhm, justo ahí.

Puso sus manos firmes en la cadera del ojiazul para que siguiera con los movimientos. Louis se inclino para acunar el rostro de su novio entre sus manos y besarlo suavemente, y con un poco de timidez.

— ¿Estás cómodo si te quito esto? — Preguntó el omega ojiazul, tomando el borde del pantalón de pijama del rizado.

Harry asintió, y cuando Louis se levantó sobre sus rodillas, él levantó sus caderas para que pudiese retirar la prenda sin problemas.

Louis entreabrió los labios al ver a Harry así de dócil bajo él, y de pronto se vio metido en un cambio de posiciones, donde el rizado quedó ahora entre sus piernas y se quitaba la camisa.

Su blanquecina piel y suave pancita estaban a la vista ya, lo que le hizo soltar sus feromonas cargadas de olor que terminaron por hacer ronronear a Harry.

Entonces ahí se puso algo nervioso, ¿También él tenía que desnudarse así?... No, Harry ya lo estaba haciendo por él.

— Eres muy bonito Lou, eres aún más bonito así — halago, mientras sacaba las prendas, y atacó sus labios sin pensarlo, comenzando un vaivén con sus caderas que provocaba roces en sus entrepiernas.

Louis gimió en su boca y luego sus manos fueron alzadas sobre su cabeza mientras eran sostenidas por las de Harry.

El único impedimento para que pudiesen sentirse completamente eran las bragas del menor, que ya estaban empezando a mojarse por el lubricante.

— Dime que de verdad lo quieres, Lou, por favor — Dijo el rizado, mientras lo miraba a los ojos y acariciaba el dorso de sus manos.

— Si Hazz, de verdad — Rogó en un hilito de voz.

Levantó sus caderas para que Harry pudiese sacar la última prenda sin problema, y se mordió el labio inferior con un poco de vergüenza, misma que el rizado se encargo de alejar cuando empezó a besarle los muslos y subiendo hasta su ombligo.

— ¿Estás bien si lo hago yo? — Preguntó Harry, dando un leve masaje en el vientre bajo de Louis.

— Si, por favor — Le sonrió y le tomó por sorpresa los dedos del rizado que ya se estaban deslizando dentro de él.

Mordió su labio para no gritar y cerró los ojos, era una sensación tan cálida y cómoda, ni siquiera lo sentía como una cosa morbosa, incluso lo relajaba.

Harry lo miraba desde su puesto, tan perdido entre sus muecas y la línea central de su abdomen cada que tomaba bocanadas de aire lo hacía delilar y lubricar él mismo.