Siete

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Harry estaba fastidiado. Nate había decidido llevarlo a un restaurante casual, la comida estaba bien, la música igual, pero el alfa no paraba de hablar de sus cómics y lo mucho que iba al gimnasio, mostrándole sus brazos a cada rato.

-... Tengo un dolor en el abdomen, ayer hice dos horas en el gimnasio y ¡por la luna! El resultado es increíble.

- Ajá - Picó su comida y se metió un par de papas a la boca, mirándolo con aburrimiento.

- Luego de aquí, podemos ir a otro lado, tu sabes - Le guiño el ojo y cuando le tocó la mejilla Harry le dio un manotazo y lo apuntó con el tenedor.

- Última vez que me tocas, te lo advierto, alfa.

- Me gusta cuando me llamas Alfa - Gruñó.

- Eres un estúpido hormonal.

Harry ignoro la respuesta que Nate le dio, oyendo sólo tonterías y mejor dedicándose a cenar y pensar en que había dejado a Louis solo.

Se sentía muy diferente con él al resto de las personas y eso lo confundía. Desde niño nunca fue muy fan de los abrazos y mimos que sus padres le daban, y odiaba los de su abuela por que siempre lo dejaba lleno de labial.

Sabía perfectamente que él era lindo y adorable, y que tenía un rostro muy apetecible para las personas que les gustaba tocar mejillas rellenitas y sonrosadas, pero se odiaba.

Recordaba perfectamente cuando llegó a la escuela y muchas personas intentaron ser su amigo, eran amigables, pero demasiado fastidiosos a su gusto, y luego estaban Louis y Niall, dos omegas que nunca se rindieron para conocerlo, mucho menos el ojiazul, que pareció tener más interés en él.

Tal vez por eso seguía permitiendo que fuese su amigo, pues todos siempre se alejaban de él por su carácter y podía decir que él ojiazul era su primer amigo.

-... ¿Si quiera estás escuchandome? - Reclamó Nate, buscando su mirada perdida.

- Eh... No.

- Omega, deja de hacerte el difícil, tu y yo sabemos lo que pasa entre nosotros - El alfa intentó tomarlo de la mano, pero Harry la quitó.

- Lo que va a pasar entre nosotros es una orden de restricción y una paliza por parte de mi padre si me sigues acosando. Te dije desde que llegamos que no te quiero como mi alfa, no eres mi tipo.

Nate sonrió de lado y negó.

- ¿Y cuál es tu tipo?

Harry lo pensó.

- Bonitos, que les guste el helado de vainilla y las flores de la calle, que quiera tener un día de películas malas durante la noche, y que tenga un olor suave y adictivo - Alzó las cejas al alfa que empezó a olerse así mismo.

- Huelo a Café, omega.

Harry rodó los ojos y se levantó.

- Ya llévame a tu casa.

A Nate le brillaron los ojos y se puso torpemente de pie, dejando dinero sobre la mesa.

El omega salió primero y entró al auto cuando el alfa le abrió la puerta, el camino fue incómodo, con Nate tratando de tomarle la mano o soltandole indirectas, Harry creía que tenía que ser más claro con él y explicarle con manzanas.

Cuando llegaron a casa del Alfa entró corriendo y Nate tras de él, se detuvo en la habitación de Louis, pero estaba cerrada por dentro, Nate lo vio confundido.

- ¿Qué? - Soltó una risita - ¿No íbamos a mi habitación?

- Solo en tus sueños - Dio toquesitos en la puerta, el omega al otro lado ya debía estar dormido.

little cuddless • omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora