veintiocho

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El clima de afuera estaba algo helado, pero ambos omegas dejaron de sentirlo cuando entraron a la casa de Louis.

Harry tenía su vista obstruida por las manos de su novio, mientras lo guiaba dentro de la casa con cuidado. Contó cerca de doce pasos antes de detenerse por completo y sentir otro calorcito cubrirlos de repente junto a un olor a vainilla por encima del de su Omega.

— ¿Listo, Pooh?

— Listo.

Le descubrió los ojos y parpadeo un par de veces para aclarar su vista borrosa.

Su rostro quedó iluminado por las tenues luces de las velas aromaticas encima de la chimenea, que también estaba encendida y era la responsable de tan agradable calor. 

En el suelo cerca del sofá había mantas y almohadas, mismas que reconocía por qué eran algunas de las que tenían en su nido de arriba. Sintió la presencia de Louis tras él, y podía sentirlo inquieto, así que se giró para verlo.

— Lou, esto es muy bonito.

— ¿Si te gusta? — Preguntó, con las manos tras su espalda.

— Me encanta.

Louis dio un paso para acercarse a él y ver a su alrededor, algo nervioso.

— Tu dijiste que... Bueno, querías que yo te marcara también, y lo tenía pensado desde hace días  pero no sabía cómo hacerlo y me pareció buena idea que-

— Omega, divagas demasiado cuando estás nervioso — Lo abrazó, poniendo su cabeza en su hombro y oliendo su cuello — Me encanta aquí.

— ¿De verdad?

— Estás apunto de cumplir dos de mis deseos, así que sí, me gusta mucho.

Louis asintió y separó un poquito a Harry para poder ver su rostro. Carraspeo nervioso.

— ¿Y cómo empiezo?

— No hay una manera estricta de empezar, Lou, no te agobies.

— Es que ¿Y si lo hago mal?

— No lo harás mal, confío en ti — Le peino el flequillo hacia un lado y le dio un piquito en la nariz.

Louis sentía la marca en su cuello punzante y sabía que era por qué Harry estaba ansioso, admiraba la valentía que tenía para no demostrarlo mientras seguro él parecía que estaba apunto de desplomarse en el suelo.

— Tengo una idea — Volvió a hablar el rizado, acariciando el costado de sus brazos con la punta de sus dedos — ¿Que te parece si solo nos sentamos, y me haces eso que me haces en el cabello para dormir?

— ¿Piojito? — Murmuró, pensando — ¿Justo ahora?

— Ujum, luego veremos qué pasa.

Louis aceptó, y es que ya comenzaba a sentirse mal y Harry lo sabía, estaba nervioso, asustado e inquieto, quería marcar al Omega pero tampoco quería lastimarlo, se consideraba torpe y ese pensamiento lo aturdia.

El Omega rizado se acurrucó entre sus brazos cuando se recostaron sobre las mantas, ambos mirando el fuego de la chimenea y con Louis paseando los dedos entre el cabello chocolate.

— Lo arruiné — Se disculpó el menor, con un nudo en la garganta.

Harry alzó la cabeza para dejar un beso en la mandíbula de su novio y luego acariciar con su nariz su cuello.

— Yo no veo ningún desastre por aqui.

— Sabes a lo que me refiero — Susurró, para ocultar su voz quebrada — Quiero hacerlo, de verdad, quiero hacerlo, pero ¿Y si te lastimo?

little cuddless • omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora