little cuddless • omegaverse

Veinticinco

Louis descansaba su cabeza en el hombro de Harry para recuperar el aliento mientras era sostenido por los brazos de su novio tras su espalda.

Soltó una ricita al ver el rostro del rizado muy ruborizado y con una sonrisa boba plasmada, también tenía sus ojos cerrados y sudaba poquito. Todo un angelito.

— Te toca ir por toallitas — Dijo Harry, mientras acariciaba la espalda ajena, Louis se removió encima de él.

— Uhm, no — Besó su nariz — mejor vamos a darnos un buen baño, juntos.

— No lo sé.

— No me digas que tienes vergüenza — Le apretó las mejillas.

— Vergüenza no — Sonrió, y le acaricio con su dedo el costado del abdomen — Pero estoy cansado y tú cuerpo es demasiado bonito como para no tentarme ahí dentro.

Louis apretó los labios en una sonrisa y le besó los labios por última vez antes de levantarse con cuidado y taparse con una sábana.

— Pues te bañas con los ojos cerrados, anda — Lo tomó de las manos y Harry gruñó con flojera, dejandose caer hacia atrás mientras Louis lo jalaba.

Terminó por aceptar darse un baño con él tranquilamente, entre besitos y caricias coquetas hasta que quedaron limpios y satisfechos.

Al salir, Louis le prestó una pijama al rizado y lo vio recostarse en el nido, ya bajo las mantas, esperándolo impaciente.

— Ya casi es tu cumpleaños, Pooh.

— Lo sé, omega.

— ¿Y que quieres hacer? — Le pregunto, viéndolo a través del espejo mientras terminaba de vestirse.

— Uh, no lo sé, me gustaría hacer algo contigo y mi familia.

— Pff, que aburrido, Salgamos de viaje — Bromeó.

Harry se sentó en el nido con sus piernas tapadas y jugo con los deditos de sus manos, pensando.

— No suena mal, Lou.

— Estaba jugando, Omega, mi padre ni en sueños me dejaría salir.

— Pero, ¿Que tal si también "va mi mamá"? — Hizo comillas con los dedos.

— Bueno, probablemente — Dio una sonrisa ladina mientras dejaba cosas en el tocador y se tumbaba de rodillas en el nido para gatear hacia él — Pero te daré una sorpresa también.

— ¿Qué sorpresa?

— ¿Que entiendes por la palabra sorpresa, Harry? — Se burló.

— Que puedes darme una pista, tal vez.

— Si te daré una.

Inclinó sus labios hacia el cuello fresco del mayor y lo olió, dando un suave beso entre el inicio del hombro y el cuello, abriendo paso con su manita entre sus piernas, tocando suavemente sus muslos.

— ¿La adivinaste?

— Osea que, ¿Me vas a manosear?

Louis soltó una sonora risa y se tumbó a su lado, jugando con los ricitos que le acariciaban la mejilla.

— Si omega, muy probablemente — Murmuró, antes de cerrar los ojos para poder dormir.