little cuddless • omegaverse

Treinta

El día estaba maravilloso. Había un sol cálido mañanero que hacía relajar a Louis después de tantas semanas de frió y ropa abrigada, así que lo aprovechó para ponerse una bonita falda para ir a la escuela, estaba un poco nervioso, jamás había llevado una.

Terminó de vestirse y bajó corriendo las escaleras con su mochila sobre el hombro cuando escuchó el auto de la mamá de su novio afuera.

Anne los llevaba a la escuela en las últimas semanas después de que se enlazaron, ella y su esposo lo tomaron de muy buena manera, pero tenian inquietud de que otra gente no fuera así y molestaran a los Omegas en el camino así que no iban a arriesgarse.

Abrió la puerta y Harry estaba fuera, vestido con una playerita delgada de dibujos y unos jeans, lo escuchó gruñirle y tomarlo de la cintura para empujarlo dentro de la casa, Louis soltó una risita mientras retrocedía.

— ¿Que te pasa? — Preguntó, con una media sonrisa — ¿Me extrañaste mucho?

— ¿Que te pasa a ti? ¿Por qué te pones esa falda para la escuela? — Reprochó, hundiendo su rostro en el cuello del menor.

— ¿No te gusta?

— Me encanta. Y no solo será a mi, asi que mejor ponte algo más debajo.

— Pero me llega abajo de medio muslo — Hizo puchero, mirando hacia abajo la prenda.

— Podría llegar a los talones.

Louis rodó los ojos y le dio un piquito en los labios para sacarlo de la casa y cerrar la puerta, Harry hizo berrinche interno cuando vio que definitivamente no iba a ir a cambiarse.

— Hola Anne — Saludó el ojiazul al subir al auto en la parte de atrás — ¿Amanecimos enojados el día de hoy? — Preguntó con sarcasmo y señaló a Harry discretamente.

La Omega rio con los labios apretados y empezó a conducir.

— No tienes idea cachorro, parece que no nos gusta bañarnos en la mañana.

Harry captó que fue para él y quitó la mirada de la ventana para mirar con la frente fruncida a ambos.

— Pero si me bañé.

— ¿Después de cuántos avisos? — Reprochó su madre, el Omega ya no contestó.

Louis y ella platicaron durante todo el corto camino hasta llegar, y ambos se bajaron despidiéndose con la mano, luego se tomaron de ellas para entrar.

— Tengo algo que contarte — Se acordó el ojiazul, Harry puso toda su atención en él.

— ¿De que?

— El otro día que llegué a casa Papá y Nate discutían.

— ¿Por qué té molestó de nuevo?

— Uh, uh. Nate embarazó a su novia.

Harry dejó de caminar y se quedó en blanco, luego se burló y comenzó a imaginar cosas.

— Espera, ¿Tenia novia?... No no, mejor aún ¿Nate sabe hacer bebés?

Louis le dio un empujoncito para echarse a reír y continuaron caminando.

— Lo subestimamos demasiado sobre que es un inútil, creo.

— Pero si es un inútil y fastidioso, apuesto a que ni siquiera es de él.

— Oye no hay que hablar tan mal de él — Regañó — Se siente terrible.

El Omega rizado suspiró y le dio tres palmaditas en la espalda a su novio.

— Eres tan bueno Louis, sientes empatía por alguien que nunca la sintió por ti.