Diecinueve

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Louis estaba muy encantado al empezar a acostumbrarse a despertar de esa manera; con Harry abrazándolo por detrás, mientras lo sentía respirar suavemente en su nuca.

Pero esa mañana su omega se removia como loco en su interior, lo sintió al abrir los ojos y darse cuenta que el rizado además de abrazarlo le estaba dando caricias en sus deditos y palma de la mano.

Sentía también el rostro del omega mayor entre su cuello, besando perezosamente la marquita que le había hecho. No pudo evitar ronronear y encogerse más entre las sábanas.

- ¿Mi cachorro está cómodo? - Lo oyó preguntar detrás.

No le respondió con palabras más que un simple asentimiento de cabeza, tenia un calorcito tan bonito en el pecho que le encantaba.

- Fui a preparar el desayuno temprano - Continuó, aún con sus caricias - No te despertabas.

Fue ahí Cuando Louis se giró despacio para verlo y darse cuenta de lo bonito que era su novio al despertar, sus rizos alborotados a pesar de que trataba de arreglarlos, su ojitos más pequeños y brillosos, y sus labios rojizos tan apetecibles.

Hizo un puchero antes de ponerle una mano sobre la mejilla y frotarla con su pulgar.

- ¿Me dejaste solo entonces? - Reclamó, con su frente levemente fruncida.

- Un ratito solamente.

- No me gusta quedarme solo en el nido.

- Lo sé, Lou, pero solo fueron veinte minutos - Le pellizco el labio inferior y luego se acercó más al rostro contrario - No me reclames por querer alimentarte.

Louis le gruñó en un berrinche y se tapó hasta la cabeza con la manta, haciendo que Harry bufara y se levantara para jalarlo de los pies.

El menor le dijo algo inentendible por debajo de la sábana y comenzó a patalear para que lo soltara.

- Louis, no seas flojo, me desperté para hacerte el desayuno - Dijo con esfuerzo al seguir estirando los pequeños pies de su novio.

- Es temprano, no quiero levantarme.

Harry bufó al ver al menor aferrarse a las a las sabanas y lo soltó, rodó los ojos caminando hacia la puerta.

- Bien, entonces duerme todo el día y pasa hambre - Salió de la habitación yendo a la cocina y poniendo el plato servido de Louis dentro del microondas para que no se enfriara.

El ojiazul se destapó cuando ya no sintió a Harry cerca y se levantó de inmediato con un puchero, a punto de salir detrás de él, pero se vio a sí mismo desnudo y dio brinquitos avergonzados a buscar alguna pijama en el closet del rizado.

Cuando bajó y entró a la cocina Harry estaba desayunando con el ceño fruncido y miraba un punto fijo. Se le abalanzó encima, abrazándolo por el cuello, Harry gruñó tratando de empujarlo lejos.

- ¿Ahora si me quieres?... Cielos ¡Basta Louis! - Hablo alto cuando su novio empezó a besarle el cuello, pero le daban cosquillas en una parte, así que empezó a reír.

- Vuelve conmigo al nido... ¡Por favooor!

El omega rizado dejó de reír y a como pudo logró hacer sentar a Louis en la silla de al lado.

- Por la Luna ¿Que te di anoche que amaneciste tan hiperactivo? - Suspiró, siguiendo con su desayuno.

Louis alzó una ceja hacia él.

- ¿Te lo describo o te lo muestro?

Harry dejó de masticar y sus mejillas se tornaron muy rojitas, tratando de ocultarlo cuando se puso de pie para ir por el desayuno del ojiazul.

- Mejor come, luego hacemos lo que tu quieras.

- ¿Entonces no te voy a enseñar?

Harry se tapó el rostro y dejó su plato en el fregadero para lavarlo, a veces no entendía como el ojiazul podía ponerlo nervioso de la nada.

- Louis, no.

- Aburrido - Soltó por lo bajo, empezando a comer mientras Harry aún le daba la espalda fingiendo limpiar, sonrió de lado con malicia - Ahh, pero ayer mi falda...

- Por Dios Louis ¿No puedes solo desayunar? - lo interrumpió, y se giró a verlo, dándole al menor la vista de su rostro completamente rojo y la sensación de que estaba nervioso.

Louis dejó de hablar, pero se quedó con una sonrisa en su rostro hasta que terminó de desayunar y se recargo en la silla, sobando su pancita.

Harry ya estaba terminando de limpiar la cocina.

- Estuvo muy rico, Hazz.

- ¿La fruta o los waffles? Todo lo hice...

- Lo de anoche.

Harry gruñó apretando los labios y al no encontrar nada que lanzarle a Louis salió de la cocina, con el omega detrás riendo y tratando de alcanzarlo.

Entró a su habitación con sus cejas hundidas y cuando Louis lo alcanzó lo abrazó de la cintura para dejarse caer en el nido y poder enrollar sus piernas en su cuerpo.

- No te enojes, Pooh, solo me gusta verte sonrojado.

- No es divertido.

- Para mi sí.

- Me voy a enojar.

- Puedo ponerte contento de nuevo - Le murmuró cerca del oído.

El mayor se estremeció y giró para encarar al ojiazul.

- ¿Todo te parece fácil, no?

- Si.

Le sonrió para luego darle un beso en la nariz y pasar su mano por la cintura del rizado, acariciando después su pancita y dando picoteos, haciéndolo sonreír.

Desvío la mirada a la ventana y sonrió, sus ojos brillaron mientras palmaeaba el rostro de Harry para que mirara también.

- ¡Está nevando!

El omega se giro a ver y soltó un chillido emocionado, a él le encantaba la nieve. Se puso de pie y jaló a Louis fuera de su nido, rebuscando abrigos para ambos.

- ¡Vamos afuera!

Louis apenas alcanzó a colocarse bien el abrigo y salió con Harry delante, el cuál miró hacia arriba y sacó la lengua para ver si podía atrapar un copito de nieve.

- Cielos, se ve muy bonito todo - murmuró el menor, mirando las calles empapandose de blanco.

- Lo sé - Se acercó a su novio para entrelazar sus manos y salir del jardín hacia la calle - ¿Quieres ir a caminar?

- Podemos ir por dulces y regresar ¿Qué dices?

Harry estuvo de acuerdo, así que empezaron a caminar tomados de las manos silenciosamente, disfrutando simplemente de lo bonito que estaba el día y el cómo se sentían.

Pasaron por una calle en especial, que Louis no había puesto demasiada atención por ir mirando hacia arriba, que cuando bajó la mirada, sus facciones del rostro se decayeron y se tenso un poco, Harry pudo oler tristeza.

- Lou, ¿Que pasa?

Se detuvieron después de unos cuantos pasos y fue ahí donde el mayor se dio cuenta de que su novio miraba atentamente una casa que parecía vacía, muy bonita de color melón y con un jardín pequeño, estaba algo descuidada, pero se notaba que con una pasada de pintura estaría como nueva.

Louis casi solloza, si no fuera por que Harry le pasó una mano por la mejilla fría.

- Aquí vivía yo con mi mamá - murmuro despacio, Harry volvió a mirar la casa e hizo una mueca, apretando su mano.

- ¿Quieres entrar?

El menor lo pensó un momento, ya lo había superado, pero no quitaba que le dolía aún ver su antigua casa, su verdadero hogar vacío, así que asintió y con el apoyo de su novio dieron pasos hasta entrar al jardín, rebusco sus llaves de su casa, donde tenia una copia de la llave y logró abrir la puerta, se sintió mareado cuando dio un paso adentro.

little cuddless • omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora