Harry es un omega refunfuñón al que no le gustan los mimos.
Louis también es un omega, que siempre busca darle cariños.
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Harry iba por los pasillos del instituto, tallandose un ojo y bostezando, sus ricitos estaban por todo su rostro y caminaba con pereza.
Odiaba los viernes por que tenía clases muy aburridas, y por que el estrés de toda la semana se le acumulaba en ese día.
Despegó la mirada del suelo y vio a su amigo ir hacia él, con esa actitud tan radiante que tenía todas las mañanas y vistiendo esos colores llamativos.
Rodó los ojos. No era que le disgustara estar con él, o que le cayera mal, pero ambos tenían actitudes... Diferentes.
— ¡Harry! — El pequeño chico - unos centímetros más bajo que el - lo abrazó, y el rizado tensó un poco su cuerpo, sin devolver el abrazo.
— Hola Louis.
— Hoy estás muy bonito, esa playera te queda bien — Lo halago cuando se separó de él.
— Gracias... Tu igual estás lindo — Le dio un empujoncito con el hombro para que ambos empezaran a caminar.
— ¡Verdad! Anoche tardé en elegir esto, creo que fue buena elección... Oh, pasé por la tienda de la señora Lily y te compré un waffle, sin miel, porque sé que te da alergia, aunque, ese es tu olor, no lo entiendo.
Louis le dio una pequeña bolsita con un waffle dentro, el cuál tenía una pequeña mordida arrancada.
Harry alzó la ceja al ver el pedacito faltante y Louis le dio una sonrisa inocente.
— ¿Me das un poquito? — Le preguntó el omega ojiazul, escondiendo sus manos tras su espalda y ladeando la cabeza.
— Siempre me compras algo y terminas quitándome la mitad.
Ambos caminaron a una banca, aún tenían unos minutos antes de iniciar sus clases.
— Es que se me antoja... No te enojes Hazz — Louis le hizo puchero y trató de tocarle la mejilla a Harry, el cuál se apartó un poco.
— No me enojo Lou... Sabes que me gusta compartir cosas contigo. — Esto último lo dijo bajito, pero Louis quedó contento cuando el rizado compartió el waffle.
— ¿Vamos a mi casa hoy? Salimos temprano, podemos ver películas o... Hacer esos fideos que te gustan.
Harry lo pensó, no le gustaba ir demasiado, pero la casa de Louis era espaciosa y la habitación del menor siempre olía bien, sus sábanas estaban impregnadas del suave olor a coco y fresas, eso sí le gustaba mucho.
— Si, solo le pediré permiso a mi mamá.
— Okey Pooh — Louis le apretó la mejilla y Harry removió su cabeza para apartarlo.
Así eran todos los días.
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Harry entró detrás de Louis, la casa estaba silenciosa y por un momento olvidó cuál era la pequeña razón por la que no le gustaba ir.
Hasta que lo vio, soltó un gruñido cuando su cuerpo fue atrapado por unos fuertes brazos y su mejilla era besada muchas veces.
— Omega, te extrañé, hoy estás demasiado hermoso — Dijo Nate, muy entusiasmado.
— ¡Sueltame tonto! Aléjate de mi asqueroso alfa... Sucio, Ugh — Harry lo empujó y vio a Louis con el ceño fruncido y los brazos cruzados, viendo a su hermano con acusación.
— Nate ya déjalo, lo puedes lastimar — Louis le dio un empujón a su hermano y se acercó a Harry, sosteniendo sus mejillas entre sus manos — ¿Te dolió?
El rizado apartó suavemente las manos de Louis.
— No, estoy bien... Vamos a tu habitación.
Louis lo tomó de la mano y lo llevó hasta la habitación, ignorando los gritos de Nate desde abajo diciéndole a Harry lo bonito que se veía.
— Perdón, se que es muy molesto... No me gusta que te haga eso — Louis se sentó en su cama y Harry no le tomó demasiada importancia a eso, así que solo vago por la habitación.
— No pasa nada... Igual no le hago caso.
— Ya sé — Louis se quitó los zapatos y se acomodó en su cama — ¿Me abrazas? — Pidió, rogándole con la mirada.
Harry negó y tomó un libro para sentarse en el escritorio y comenzar a leerlo.
— Luego Lou... Tengo que hacer este resumen.
— ¿Pero por qué no? — Hizo una mueca — Nunca quieres.
— Sabes que no me gusta demasiado.
O tal vez contigo si.
— ¿Puedes leerme algo para dormir, entonces?
— Si, puedo hacer eso.
Harry tomó otro libro del estante de Louis, era uno para niños, así que se sentó a su lado y sonrió cuando el ojiazul cerró sus ojos, tratando de contener sus manos para no abrazarlo.
Empezó a leer y poco a poco Louis fue quedándose dormido, Harry sintió sus sentidos de omega protector despertar cuando lo vio temblar de frío, así que se acostó completamente y lo abrazo por la cintura, envolviendolo con su olor y calor.
A fin de cuentas, Louis estaba dormido y no se daría cuenta.