¿Y si de verdad ocurriera?

690 61 9
                                    

Kate

Ver a Harper de esa forma me hizo pensar en muchas cosas pero al mismo tiempo hizo que mi mente se quedara totalmente en blanco. No estaba segura de si debía decir algo, así que me limité a darle un abrazo y darle algo de tiempo para que se calmara. Finalmente, Harper rompió el silencio.

—No es necesario que te sientas mal por mi si es lo que estás pensando.— dijo mientras deshacía nuestro abrazo.

—No estaba pensando en ello, creo que ni siquiera estaba pensando en nada.—dije arrancándole una pequeña sonrisa acompañada de un suspiro que me pareció ser de alivio.

—Deberíamos volver, tengo que cuidar al pequeño que está encerrado en mi habitación.

—Creo que sí, se está haciendo tarde y además debo ir a ver a mi hermano.— le respondí con más prisa de la que me hubiese gustado.

Lo cierto era que me hubiera gustado pasar más tiempo con ella pero a pesar de mis tremendas ganas de hacerlo, el momento de desahogo que acababa de tener Harper me hizo pensar que lo más seguro era que quisiera ir a casa a relajarse. Yo tengo que hacer tareas y Callum debe estar preocupado por mi.

Le eché un último vistazo a aquella cabaña en la que habíamos estado y a sus murales y flores que decoraban el recinto antes de irnos.

—Si no te apresuras te dejaré aquí y deberás buscar una forma de volver a casa. —dijo ella con una pequeña sonrisa en sus labios.

—Ni se te ocurra hacerlo.— respondí al ver que aparentemente hablaba muy enserio.

Apenas atravesé la cerca Harper tomó aquel pañuelo de su brazo y me cubrió los ojos con el. Debo admitir que no me esperaba que lo hiciera, ella se estaba riendo del sobresalto que me había provocado.

—Creo que está de más decirlo, pero Kate...—inhaló profundamente y soltó un largo suspiro.— ¿Todo lo que te dije? Por favor mantenlo entre nosotras.

No respondí en el momento, no supe cómo hacerlo.
Harper tomó mi mano y empezamos a caminar llevándome por exactamente el mismo lugar por el que cruzamos para llegar a la cabaña, o es lo que pienso, los mismos olores y sonidos atravesaron mis sentidos de la misma forma que lo hicieron antes. Mientras caminábamos, por fin pude responderle:

—Supongo que este será nuestro pequeño gran secreto de ahora en adelante.—le dije con una risa nerviosa.

Al parecer no estaba esperando una respuesta alguna de mi parte y tomó mi silencio de aquel momento como un simple "sí" porque al escuchar mi respuesta Harper soltó mi mano avanzando un par de pasos riendo. Al intentar acercarme a ella tropecé con una roca y ella detuvo lo que pudo ser una caída.

—¡Wow! ¿Cayendo por mis encantos tan pronto señorita Kate?

Vale, he de admitir que me molestó un poco que me echara en cara el que ella me gusta pero la manera en que lo dijo no era del todo burlona por lo que esa molestia desapareció tan pronto como llegó.

—Ja Ja. Muy graciosa. Es peligroso estar cerca de ti con los ojos vendados.

—No correrás peligro hasta que no estemos a solas y a oscuras o con tus ojos vendados sobre mi cama, pelirroja.— sentenció ella con lo que me pareció un tono de voz muy sensual.

No puedo ver nada con los ojos vendados pero estoy bastante segura de que la expresión en su rostro es de satisfacción total al ver mi cara tan roja como un tomate y mi dificultad para respirar por los latidos frenéticos de mi corazón. Veo que no pierde el sentido del humor incluso después de todo lo que me contó hace un rato.

Todo sobre ti (GL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora