La explicación que mereces

391 38 3
                                    

Harper

Salí de la casa de la pelirroja sintiéndome derrotada y con ganas de llorar, me dirigí a casa cabizbaja, debatiendo si era buena idea regresar a mi casa o si ir a casa de Ruby a pasar la noche, o la semana quizás.

—Ya era hora de que llegaras.—escuché a mi padre decir a penas crucé la puerta.—Creo que desaparecer por casi dos días enteros sin decirle nada a nadie estuvo mal, hija.—añadió molesto.

—Deja tus comentarios hipócritas.—contraataqué molesta.—Tú y mamá saben perfectamente donde estuve.—le dije mostrando mi brazo enyesado.

—¿Ya hiciste lo que se te ordenó?—dice mi madre saliendo de la cocina.

—Ya terminé con Kate como me lo pidieron.—murmuré molesta.—Ya no hay nada entre nosotras. Ahora pueden dejar en paz a su familia.

—Me alegra saber que por fin estas acatando ordenes como debiste hacerlo desde un principio.—rio mi padre.—Cumpliré con mi parte del trato, siempre y cuando te mantengas alejada de esa niñata.

—Mañana, cena con los vecinos.—Escuché decir a Chloe desde las escaleras, estaba claro que ella quería mantenerse lo más lejos posible de nuestros padres en este momento.—Callum acaba de escribirme diciendo que vendrían.

—Muchas gracias, cariño.—contestó mamá.—Mañana será una noche encantadora con los vecinos. ¿No es cierto Harper?

No contesté, ni siquiera la voltee a ver. La sangre me hierve en este momento. Corrí escaleras arriba empujando a Chloe, ella subió rápidamente detrás de mí y me agarró de la muñeca antes de que lograra entrar en mi habitación.

—No voy a dejarte entrar en tu habitación esta vez, Harper.—me soltó la mano y me mostró las llaves de mi habitación.—La última vez que entraste así de molesta destruiste todos los dibujos que tenías a tu paso. Ahora colgaste los dibujos de Luke, por favor no destruyas esos también.

—¿Dónde se supone que voy a dormir entonces?—dije confirmando que podría destruir los dibujos que no podrán volver a ser creados.

—Dormirás conmigo en mi habitación. Y no acepto un no como respuesta.—sentenció.—Iré a ver ropa para ti, pero tienes prohibido entrar a tu habitación.

Asentí a modo de contestación, no iba a discutir con Chloe para entrar a mi habitación, entré en la suya y me dirigí a la ducha, el agua tibia me haría sentir mejor.

Luego de que ambas tomáramos un baño, yo me acosté en la cama y me puse a revisar las redes sociales, Chloe estaba chateando con alguien en su teléfono, noté que sonreía pero no quise preguntar. Me aburrí de estar en las redes y apagué mi teléfono en su totalidad. No quería recibir mensajes ni llamas de nadie en este momento. Suspiré.

—Ha pasado un tiempo desde la ultima vez que dormimos juntas.—sonrió de lado intentando transmitirme algo de tranquilidad.

—Supongo.—contesté de manera casi robótica.—Ya no soy la niñita asustadiza que era antes.—me reí al recordar la cantidad de veces que dormí con mi hermana durante las noches de fuertes  lluvias.

—Le sigues teniendo miedo a las noches de lluvia.—se rio golpeándome con un cojín. Su semblante cambió a uno de curiosidad y cuidado, ya sé que va a preguntarme.—¿Qué era lo que te traías con Kate? Conociéndote, era algo importante. No estarías de tan mal humor si no lo fuera.

—Mi mal humor no tiene nada que ver con ese tema.—respondí mirando hacia el techo.—Mamá me dijo que tenía que acabar con lo que fuera que había entre la pelirroja y yo. Luego papá amenazó con esparcir rumores de su familia lo suficientemente graves como para que perdiese no solo su trabajo, sino que podría mandar a la cárcel a él y a su esposa. Ese tipo de rumores le arruinaría la vida a cualquiera. Decidí no arriesgarme.

Todo sobre ti (GL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora