Todo sobre ti (GL)

Una mañana ¿tranquila?

Kate

—¿¡Es que ahora todos se pusieron de acuerdo para ignorame!?—tiré el grito al aire.

Son las 19:30 (07:30 PM) del sábado y yo estoy en casa y sin planes para la noche, estoy aburrida y tampoco puedo salir con Callum porque él regresó a nuestra antigua ciudad para ver qué sucede con nuestros padres y por qué no han contestado nuestros mensajes o llamadas los últimos días. Con algo de suerte Callum se quedará ahí durante la próxima semana aprovechando sus vacaciones de fin de año escolar.

Ni Harper ni Ruby han leído mis mensajes, tampoco Jack, Gabrielle, Emma o Cris. Como dije aparentemente todos están ignorándome (y sí, soy consiente de que todos tenemos una vida pero, los chicos me dijeron que no tenían planes para hoy y que podía escribirles si tenía algo en mente) y es extraño que a Harper ni siquiera le lleguen los mensajes, y hablando de ella, ni siquiera la e visto en la cafetería de la U.
Quizás estoy sobre pensando las cosas y ella está ocupada, recuerdo que tenía que estudiar para sus exámenes. Aún así, para quitarme la duda de encima la llamé por la ventana.

—¿Harper?—la llamé con algo de preocupación por su repentina desaparición.

Luego de varios minutos de solo escuchar los ladridos de Kobe Harper apareció luciendo demasiado cansada y decaída, cosa que obviamente llamó mi atención y me preocupó.

—Hola Kate.—saludó con un bostezo.

—Te ves mal, ¿Qué sucede?—pregunté todavía preocupada.

—Gran forma de comenzar una conversación.—contestó riendo.—La verdad es que he estado estudiando toda la semana y eso me llevó a dormir menos.

—Lo siento.—me rei un poco avergonzada.—Es solo que no he sabido nada de ti durante la última semana ni siquiera te llegan mi mensajes y ya se me hacía un poco extraño.

—¿Me desaparezco unos días y ya te preocupas por mi? Que tierna.—contestó sonriendo.—Respecto a los mensajes... mi mamá se llevó mi teléfono, supongo que lo apagó. No he podido salir ni hablar con casi nadie los últimos días, aunque Ruby pasó por aquí en la mañana. Extraño abrazarte pelirroja.

—¿Quieres venir? Estoy sola en casa y empiezo a aburrirme. Puedes traer a Kobe si gustas.—pregunté con la esperanza de que pueda relajarse un poco.

—Con algo de suerte puedo escaparme sin que mis padres se den cuenta.—contestó soltando un suspiro.

Y así lo hizo, sacó a pasear a Kobe y con esa excusa en lugar de regresar a su casa entró a la mía, volvió a pasarme su mochila por la ventana con la intención de pasar la noche conmigo, aunque esta vez fue más difícil porque sus padres ya sospechaban de nuestro "inocente" plan. Al final de alguna manera la dejaron.

—Eso de verdad fue extraño.—murmuró Harper al entrar a casa.

Luego de que Kobe se lanzara sobre mí y adueñarse de básicamente toda la casa y los muebles, Harper se tiró sobre mí a abrazarme poniendo su cabeza en mi pecho, por supuesto se lo devolví muy gustosa, aunque algo extrañada por su acción.

—Estoy falta de cariño.—se disculpó en forma de queja sin soltarme.

—Conozco otra forma de darte el cariño que necesitas.—le dije pícara en broma para animarla un poco.

—¿Podemos hacerlo después de que tome una siesta?—respondió somnolienta.

—Yo lo decía en broma para animarte.—me reí.—Puedes usar mi cama si gustas. Yo iré a prepararnos un bocadillo.

—¿Podemos dormir juntas pelirroja?—preguntó todavía somnolienta sin soltarme.

No pude negarme a su petición porque me parecía muy adorable.
Ya que ella se había sentado en el sofá, me agaché y sujeté su rostro con ambas manos y besé suave y tiernamente sus labios, la tomé de la mano y la llevé a mi habitación para que pueda descansar, Harper tomó una ducha mientras yo preparaba un pequeño tazón de ensalada de frutas para nosotras. Al regresar la encontré sentada en la cama despierta, luchando por no dormirse.