¿Qué hace una rusa por aquí?

399 36 6
                                    

Kate

Hasta hace media hora estaba emocionada por ver a Harper correr. En cuestión de segundos todo cambió y ahora tengo el corazón en la boca por ella.

Diego está despejando la pista y Ruby está llamando a la ambulancia, que por sus gritos, supongo que no van a ser de mucha ayuda.

Yo estoy con Harper en el suelo de la pista, sin saber que hacer para ayudarla, intentado mantener la calma.

Harper está inconsciente y no se ve para nada bien. No soy doctora pero estoy segura de que su brazo izquierdo está roto. Además las gotas de sangre en la pista no son para nada buena señal, pues podría señalar algo importante que esté ocurriendo internamente.

La ambulancia tardó un poco en llegar pero actuó con rapidez al hacerlo.
Ruby me pidió que me fuera con Harper en la ambulancia y ella nos vería ahí más tarde, pues pasaría por casa y traería algo de ropa para ambas.

En la sala de espera no hay mucha gente, solo un señor de al menos 37 años, un chico que parece tener 12 años, y la que creo es su hermana de quizás 20 años, que no ha dejado de mirarme desde que llegué.

He estado aquí por más de una hora sin poder siquiera revisar el celular, ni hablar con alguien, y Ruby está demorando mucho después de haber dicho que sólo traería ropa para ambas.

Decido ir a las máquinas expendedoras y comprar algo para comer y así calmarme un poco. Me decido por unas patatas de bolsa y regreso a la sala de espera. En el camino me encuentro con aquella chica que estaba observándome.

—¿Te molesta si pregunto por tu nombre?—preguntó mirándome con sus ojos verdes claro.—Soy Larissa, by the way.—añadió con un acento inglés mezclado con un acento que desconozco.

Me quedo un momento observándola y me fijo que, por primera vez en años, conozco a alguien tan alta como yo.

Es bonita. Su largo cabello castaño claro está recogido en una trenza que cae sobre uno de sus hombros y sus puntas son rubias. Lleva un collar con un dije de vidrio en forma de corazón color azul que, de alguna forma, hace bonito juego con sus ojos.
Lleva un top color negro sin mangas con la silueta de una flor estampada a la altura del hombro, que deja a la vista el abdomen de un cuerpo perfectamente entrenado. También unos jeans que marcan su perfecta cintura y unos sneakers blancos que combinan el simple outfit a la perfección.

—Lo siento. ¿Fui muy directa?—pregunta algo preocupada al ver que no contesto.—I didn't mean to bother you.

La miré un poco extrañada puesto que no logro encontrar una razón válida para que le hable a una completa desconocida, considerando el lugar en el que estamos y las circunstancias. Decidí contarle mi nombre y tal vez conversar un rato y ver si con eso puedo calmarme un poco. Luego de un suspiro, hablé.

—Me llamo Kate.—digo con la voz un poco ronca. A penas escuchó mi voz pero ya me está analizando, recorriéndome con la mirada, buscando alguna señal del porqué estoy aquí.

—Creo que es un nombre muy tierno para una mujer como tú.—se detuvo a mirarme a los ojos con atención.—Una mujer con una mirada encendida como la tuya, no debería tener un nombre como ese.

—Siempre me han dicho que el nombre nunca me quedó pero eres la primera persona en darme esa razón.—sonreí y empecé a caminar, ella me siguió.

—¿Podemos seguir hablando? No quiero que nuestra conversación acabe aquí.—dice en un tono de desilusión que se sintió real.

—¿Qué haces en el hospital?—dejé la pregunta en el aire, mientras caminamos lentamente por el pasillo, me observa con atención y la sonrisa que tenía se deshizo.

Todo sobre ti (GL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora