Se acabó. De verdad esta vez

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Kate

Día nuevo, humor nuevo.

O al menos eso es lo que estaba esperando anoche cuando me acosté junto a Larissa (por segunda ocasión). Por suerte, mantenerla cerca me evita las preguntas de mis hermanos.

Cuando desperté, estaba acostada sobre el brazo de Larissa, y ella estaba revisando algo en su celular.

—Buenos días.—saludé con la voz ronca.—¿Qué haces tan temprano?

—Buenos días, Bonbon.—saludó apartando el teléfono.—Contestaba unos mensajes de los jefes de los hoteles afuera de la ciudad. ¿Dormiste bien con tu nueva almohada?—preguntó riendo usando el brazo que estaba bajo mi cabeza para acercarme a ella. Besó con suavidad mi frente.

—Mmm. Lo suficientemente cómoda como para seguir durmiendo un par de horas más.—murmuré, algo somnolienta y decaída.

—Ya no pienses en eso, Bonbon.—me pidió con suavidad.—¿Me prestas tu celular?

La observé extrañada durante unos minutos intentado descifrar el motivo, pero Larissa es muy difícil de descifrar.
Le di mi celular desbloqueado y la libertad de hacer lo que quiera con el, mientras yo me duchaba.

—Tomará un rato pero creo que funcionará.—escuché decir a Larissa antes de colgar el teléfono.

—¿Con quién hablabas?—pregunté.

—Con Ruby.—se encogió de hombros.—Quería preguntarle algunas cosas.

Larissa me observó en silencio unos minutos, algo corría en su mente, aunque no se si es por mí o por lo que sea que le preguntó a Ruby.

—You know... estuve pensando en la indecente propuesta que te hice aquel día en la cafetería... —hizo una pausa pensando en sus siguientes palabras.—Quiero que lo olvides. Quiero cancelarlo.—añadió tajante.

—¿Por qué?—pregunté más confundida que molesta.—Irónicamente, aún no hemos hecho nada relacionado a eso.

—Por eso. Al inicio quería que nuestra única relación fuera sexual.—dijo apartando su flequillo y dejándolo caer nuevamente sobre su rostro.—Pero ahora, ya no puedo vernos de esa forma.

Confundida me acerqué a ella, que estaba sentada sobre el borde de la cama. Larissa me tomó por la cintura y me atrajo suavemente hacia ella.

—No estoy entendiendo.—murmuré.

—No hace falta que pienses en ello, Kate.—se encogió de hombros.—Al menos no por ahora.—río por lo bajo.

Larissa levantó curiosa la larga sudadera azul marino que traigo puesta, (bajo la cual, únicamente llevo puesta ropa interior.) y sonrió pícara ante la situación, acarició un momento mis piernas para luego hacerme sentar a horcajadas sobre las suyas.

—Ты сводишь меня с ума своим телом, Bonbon. (Me vuelves loca con tu cuerpo)—murmuró en ruso.

—Larissa, no estoy de humor para esto.—reproché creyendo saber lo que insinúa.

Estoy empezando a creer que solo me busca para tener sexo a pesar de que acaba de negarlo. Me está dando un poco de rabia que mi relación con Larissa se base en el contacto físico por nuestra falta de comunicación. Estoy empezando asumir cosas malas de todo esto y de ella también.

—No voy a hacer nada, sólo quiero abrazarte. Me gusta estar junto a ti.—dijo con gentileza.

—Pero acabas de...—intenté decir, recordándole que acaba de acariciar mis piernas.

Todo sobre ti (GL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora