EL CAPULLO DE MI PROFESOR

Capitulo 4

ADAM

Al llegar Bécquer, me quedé observándola de arriba abajo, le quedaban jodidamente bien esos pantalones, me daban ganas de arrancárselos y follarmela en el escritorio ¿qué demonios estoy diciendo? Les conté a Mike y Nikolay todo lo que había pasado,  además de ser mis mejores amigos son socios de la empresa.

-          Señorita Bécquer, deberá ordenar el archivo alfabéticamente y cuando termine deberá de redactar varios informes. –Le dije, claramente era la oportunidad para vengarme por lo del café.

Nikolay me dijo en ruso que ya entendía lo que quería decir, cuando les hable de Bécquer, esa chica es realmente hermosa y sexy, lo que ninguno se esperara es que nos entendiera.

-           Hablar un idioma sin que la otra persona lo entienda es de mala educación –le dijo en perfecto ruso antes de irse al archivo.

-          ¿Acaba de hablar en ruso? Preguntó Mike sorprendido.

-          Esta chica es bastante interesante, Adam si tu no la conquistas, lo haré encantado. –dijo Nikolay

-          Nikolay deja de ser estúpido. –le di una mirada asesina, el levantó las manos en señal de rendición.

-          ¿No sabías que hablaba ruso? Preguntó Mike –yo negué con el cabeza, aún sorprendido.

Pasé toda la tarde en la oficina, revisando papeles y firmando algunas cosas, cuando miré el reloj eran las 9 de la noche, me levante de la silla y me dirigí a la salida a buscar a Bécquer, no la había visto en toda la tarde.

Al llegar al archivo me encuentro con Bécquer tumbada en el suelo descalza y dormida, tres grandes estanterías ordenadas ¿ordenó todo esto?  y algunas carpetas en el suelo, me acerqué a ella para llamarla.

-          Señorita Bécquer, señorita Bécquer – le dije varias veces hasta que abrió de golpe los ojos y se incorporó provocando que nuestras cabezas se chocaran fuertemente.

-          ¡DIOOOOOOOOS! – se quejaba mientras se llevó las manos a la cabeza.

-          Tienes la cabeza más dura de lo que pensaba –le dije haciendo una mueca de dolor.

-          Es usted un capullo ¿se lo habian dicho alguna vez? Dijo mientras se incorporaba buscando los tacones.

-          Suelen decírmelo bastante, vamos ya es hora de que se vaya probablemente no quede nadie excepto nosotros. – hablé logrando que captara mi atención.

-          ¿Qué hora es? Preguntó con voz ronca probablemente porque recientemente se habia despertado.

-          Las 9. – en ese momento abrió los ojos como platos.

-          ¡¿QUEEEE?! Esto es explotación  laboral señor Williams.

-          No es explotación laboral –dije cruzándome de brazos mientras le observaba.

-          Ah nooo... esto es una venganza por tirarle mi magnifico café helado.

-          Vamos ya es tarde y mañana tienes clase.

En el ascensor no pude evitar preguntarle.

-          ¿Cómo es que sabe ruso? Le pregunté sin mirarle.

-          Lo estudié señor Williams.

En ese momento se abrió el ascensor , cosa que estaba deseando porque el maldito olor que desprendía su piel y su pelo me estaba volviendo loco, ella se dirigió hacia su auto mientras yo me dirigía al mío.

-          Nos vemos en clase señorita Bécquer –ella asintió y poco después llegué a mi departamento.