Capitulo 15

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Me gustaría dedicar este capitulo a Johanalvarezt quien me animó a que escribiera y actualizara esta historia.


ADAM

Ella estaba siendo mi perdición, no desee nunca a ninguna mujer como la deseo a ella. Quién diría que la loca que me tiró el café encima, se volvería mi adicción y mi perdición.

Entré en mi habitación y la dejé en la cama, me acerqué a ella y me deshice de esa camiseta, que quise romperla hace rato, dejando a la vista sus pechos, quería conservar cada detalle de su piel en mi mente. Volví a besarla con dominancia, quería hacerme con cada milímetro de su cuerpo, nos separamos por falta de aire y continué dejando besos húmedos por todo su cuerpo, lleve mis manos a sus pechos y los masajee con fuerza.

Sus jadeos, eran música para mis oídos, lleve uno de sus pezones a mi boca para apoderarme de el y con mi otra mano continué masajeando el pecho libre. Repetí la otra acción con el otro pezón, continué el recorrido dejando un rastro húmedo al lamer la línea imaginaria que me llevaría a su intimidad.

Aparté el tanga a un lado, lamí su centro para luego introducir uno de mis dedos.

- Williams... - dijo con la voz agitada, que me llamara por mi apellido provocaba que la erección, que tenía desde que la vi en la cocina, se endureciera.

- Nena... estás tan húmeda – dije introduciendo otro de mis dedos en su cálido interior, aumenté el ritmo mientras con mi lengua hacía círculos.

- Oh... dios Williams, me voy a correr – esas palabras fueron el detonante, aumenté el ritmo hasta que sus fluidos salieron.

- Sabes deliciosa – dije con una sonrisa, la traje hasta el borde de la cama y ella rió ante la sorpresa – Nena me estas matando – dije con la voz más ronca de lo normal, la tomé por el cuello y la volví a besar salvajemente, para introducirme en ella de una estocada- Dios... - gruñí ante el contacto – Nena eres perfecta - comencé a embestirla después de unos segundos en los que dejé que su estrechez se acomodara a mi anchura.

- Joder... Williams.... Quiero más – sus deseos eran ordenes para mi y sus gemidos con mi nombre era lo puto mejor que había escuchado en mi vida, le di la vuelta, dejándome a la vista su jodido culo y volví a entrar y a salir de ella sin piedad.

- Dios.... Nena – gruñí ante su estrechez, agarré su cabello y le atraje hasta mi – Eres mía, sólo mía – seguí embistiéndola - ¿De quién eres Angel Bécquer?

- No... soy... tuya – en ese momento dejé de embestirla, ella me miró confundida, llevé una mano a su trasero y la azoté.

- ¿De quién eres Angel? – le dije entrando de nuevo bruscamente en su interior, provocando un gemido en ella.

- Suya, soy suya – sonreí – No pares.... – dijo y le propicié un azote mientras la embestía- Voy.... a correrme – dijo con la respiración agitada.

- Lo sé nena – dije y tras varias estocadas llegamos juntos – la sostuve en mis brazos y la dejé con delicadeza en el centro de mi cama, fui al baño y salí para limpiarle, al tumbarme nos fundimos en un largo y lento beso – Angel Bécquer ¿Qué me estás haciendo? – pregunté más para mí que para ella, al poner mi vista sobre ella nuevamente, noté como se había quedado dormida, minutos después me dejé llevar por los brazos de Morfeo.




¿Qué les parece? 

EL CAPULLO DE MI PROFESORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora