Capitulo 16

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ANGEL

Me removí adolorida en una cama que no era la mía, ahí recordé la increíble noche que tuve con el hombre que está a mi lado durmiendo plácidamente, se ve inofensivo y todo.

Me levanté de la cama con sumo cuidado, para no despertarlo, y me dirigí al baño, después de hacer mis necesidades y de lavarme la cara volví a la cama nuevamente, me mordí el labio al verlo desnudo, gracias Dios por ponerme a este hombre sobrenatural en mi camino.

Ahora, me tocaba llevar a mí el control, Adams Williams, te volvería loco.

Comencé a besar su cálido cuerpo, dejando un rastro húmedo por toda su piel, comenzó a removerse y aproveché eso para ir hasta su miembro, el cual ya estaba duro, dejé una lamida a lo largo de su miembro.

- Nena.... – dijo Adam, levanté mi vista hasta encontrarme con la suya y le sonreí para luego llevarme todo su miembro a la boca – Joder..... – Comencé a subir y bajar lentamente, al subir me detenía en la punta y hacía círculos con la lengua – Mírame – ordenó y yo sonreí hasta encontrarme con su vista de nuevo, decidí aumentar más el ritmo acompañando con mi mano el movimiento, escuchando gruñidos y gemidos por parte del hombre al que estaba mirando- Nena.... Si sigues me voy a correr – sonreí como una niña pequeña y detuve mis movimientos con la boca y con la mano.

Me posicioné encima de él y con una mano introduje su miembro en mi interior, gemí ante su contacto, me agarró del cuello y estampo sus labios con los míos, fundiéndome en un salvaje beso, comencé a subir y a bajar, aumentando el ritmo, posteriormente comencé a mover mis caderas hacia delante y detrás.

Adam me colocó sus manos en mi cadera y en pocos segundos quedé debajo de él, comenzó a embestirme mientras nos besábamos, apretaba los músculos de mi vagina cuando se encontraba en mi interior, provocando en él gruñidos y mordidas en mis senos, minutos después llegamos al éxtasis.

- Dios nena, quiero despertarme así el resto de mis días – dijo con una sonrisa y lo besé – Vayamos a darnos una ducha – dijo con una sonrisa pícara.

- Me temo profesor Williams que eso no será posible si quiere que camine – le dije a milímetros de sus labios.

- Mierda Angel no me digas eso, ya estoy duro de nuevo. – dijo llevándome una mano a su duro miembro, sonreí y le di un casto beso en los labios, me dirigí al baño y cerré con pestillo porque sabía que se metería en el baño y me follaría pero la verdad que necesitaba caminar – Angel- dijo intentando abrir la puerta- me las pagarás – comencé a reír mientras dejaba caer el agua caliente sobre mi piel, al salir no lo encontré en la habitación, fui hasta la habitación de invitados para vestirme, debía asistir a la universidad, no podía permitirme faltar.

EL CAPULLO DE MI PROFESORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora