EL CAPULLO DE MI PROFESOR

Capitulo 27

ANGEL

Estaba en mi departamento con Sofía y Mikel, haciendo "un bizcocho", cabe aclarar que la mezcla del bizcocho adornaba el suelo, cuando comenzaron a golpear la puerta del departamento seguidamente, la derrumbaría si no iba a ver de quien se trataba, al abrirla me encontré con Nikolay llorando y con la respiración agitada.

-          ¡¿Qué sucedió?! – pregunté confusa y me aparté rápidamente de la puerta para que pudiera pasar, Sofía al ver a Nikolay se acercó para abrazarlo.

-          Es... Adam – dijo con la voz entrecortada.

-          ¡¿QUE PASO CON ADAM?! – pregunté rápidamente.

-          Lo han atropellado – ahogué un grito y mis ojos comenzaron a inundarse.

-          ¡Vamos Angel! – dijo Mikel arrastrándome a la salida, yo estaba en shock, no podía tan siquiera hacerme la idea de perder a la persona que se adueñó de cada uno de mis pensamientos y de mi corazón.

Corrimos por el pasillo del hospital, allí me encontré con la madre de Adam y creo que su padre, estaban devastados y llorando, mientras Mike les daba apoyo.

-          ¿Cómo está? – pregunté con la voz entrecortada, la señora Williams, se acercó hasta mi y comenzó a llorar en mis brazos.

-          Mi niña, no nos dicen nada, sólo sabemos que tuvieron que reanimarle porque se iba. – dijo su madre abrazada a mí, no podía deshacer el nudo que se formó en mi garganta.

-          Haré unas llamadas señora Williams, ahora regreso – la señora se separó de mi y asintió.

Un tono....

Dos tonos...

Tres tonos...

Cuatro tonos...

-          ¡Hola soy Jake, ahora mismo estoy ocupado deje su mensaje, lo escuchare en cuanto pueda!

Un tono....

Dos tonos...

Tres tonos...

Cuatro tonos...

-          ¡Hola soy James, deja tu mensaje, lo escucharé cuando me de la gana!

Maldije mil veces, cuando más los necesitaba no estaban disponibles, Sofía se acercó a mí y no se movió de mi lado ni un segundo. Las horas pasaban y no sabíamos nada de Adam, yo cada vez estaba más preocupada, estaba aterrada.

Una enfermera salió de la zona de quirófano y se acercó hasta los padres de Adam, sin pensarlo nos acercamos a ellos.

-          Me temo que el señor Williams está muy grave, el cirujano le informará en breves – dijo la enfermera y se marchó, minutos después  que se convirtieron en los más largos de mi vida, apareció el cirujano.

-          La zona del hipocampo se vio afectada, he tratado hacer lo posible, pero me temo que el señor Williams ha entrado en coma, no sabremos las consecuencias hasta que despierte del coma – se marchó y todo a mi alrededor se volvió borroso.

-          ¡ANGEL! – escuchaba la voz de Sofía, abrí mis ojos lentamente y cuando me recuperé me incorporé con ayuda de los chicos.

Si alguien en este mundo podía traer de vuelta a Adam, ese era mi padre,  debía pedirle que operara a Adam, era la única salvación.

-          Debo de hacer algo – les dije a los chicos y ellos se miraron entre si confundidos.

Un tono...