Capítulo XXXVII

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Yue:

- Daw, por favor cálmese - le dije al pobre hombre por milésima vez - ¿Por qué no bajamos del puente y charlamos como personas civilizadas?

- ¡No! ¡No quiero! - gritó aferrándose al puente.

- Sé que está aterrado y no sabe lo que está pasando, por eso quiero que venga conmigo para hablar... solo usted y yo.

- ¿Y qué hay de ellos? - preguntó viendo abajo a los policías.

- Si ellos se van ¿Consideraría hablar sobre esto? - asintió algo dudoso a lo que abrí mi planeador para bajar a donde estaba Mako - lo están asustando, pero dijo que bajaría si la policía se retira.

- Creo que eso no será posible - dijo Mako nervioso.

- ¿Por qué? - pregunté a lo que empezó a mirar a todos lados menos a mí - ¿Qué hicieron?

- ¡Baje de inmediato o nos veremos obligados a actuar! - la voz de Lin por el megáfono me alarmó, de inmediato miré a Daw y me aterré al ver como los maestros metal habían llegado a la cima del puente.

- ¡Aléjense, soy peligroso! - gritó aterrado y cuando un maestro metal lanzó su cable lanzó una ráfaga de aire mandando a los maestros metal fuera del puente, afortunadamente usaron sus cables - ¡Lo siento!

- Lin, retira a tus oficiales en este instante - le dije completamente enojada - ¿No ves que lo estás empeorando?

- Si ella no lo ve, está más ciega que un Shirshu - de inmediato vi en esa dirección hallando a mi hermano.

- Que bueno que llegaron - dije aliviada - está aterrado.

- Intentaré hablar con él - dijo Korra antes de ir al puente en su planeador.

A los pocos minutos vi como Daw quiso ir con Korra, pero en un descuido se resbaló y cayó al vacío. Por suerte Korra reaccionó a tiempo y pudo atraparlo antes de que tocara el piso, suspiré aliviada antes de ir con Daw junto con Kuzon y tío Tenzin.

- Daw, ya conoces a Yue y ellos son Tenzin y Kuzon... lo ayudarán.

- Para ambos es un absoluto placer conocerlo, Daw - dijo Kuzon.

- No conocí a otro maestro aire, bueno al menos a uno que no le cambiara los pañales - dijo tío Tenzin.

- Bueno acabo de caer de un puente, así que vendría bien un pañal limpio ahora - con eso hice una mueca antes de dar dos pasos hacia atrás.

- ¿Este es el trato? - todos miramos en esa dirección hallando al presidente Raiko - ¿Tendremos una crisis día promedio gracias a ti?

- Escuché, sé que no es fácil adaptarse a estos cambios y lo lamento mucho - le dijo Korra - pero usted y todos los demás tendrán que acostumbrarse a esto, las lianas y los espíritus vinieron para quedarse.

- ¿Sabes quién no vino para quedarse? Tú, te ordeno que salgas de la ciudad - con esas palabras me quedé sin habla - solo has causado problemas desde que llegaste.

- No se preocupe por mí, ya estaba por irme - dijo Korra dándole la espalda.

- ¿No le da vergüenza? - pregunté indignada - acaba de desterrar a la Avatar de la ciudad, cuya vida pasada por cierto, ayudó a fundar.

- Pero ella no es él, y no es bienvenida aquí.

- Estoy más que seguro que cuando los líderes de las Tribus Agua y el Señor del Fuego se enteren de esto, harán lo posible para relevarlo de su cargo porque sin el Avatar, usted ni siquiera estaría en la alcaldía - dijo Kuzon apoyándome, nos dimos la vuelta para caminar antes de susurrar - alcalde racista cobarde.

Avatar, una nueva era (SA 2º)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora