Parte 18

95 9 0
                                    

A los 10 minutos, el chico ya se había devorado la comida, pero esperó a que terminara Diana también. Cuando ella terminó ambos se pusieron de pie y se sentaron a conversar sobre la cama.

“Sabes qué? Debieras sentirte una privilegiada! Eres la primera chica que está en mi cama.”, dijo él en son de broma. “No me mientas, si? No soy tan ingenua para creer eso.”, le contestó ella escépticamente. “Es cierto! Nunca había traído a nadie a mi habitación! Es que… este es mi lugar, mi espacio y no me gusta que lo invadan.”, continuó diciendo él. “O sea, me estás echando de aquí?”, lo desafió ella sonriendo también. “No! Contigo es distinto. No siento que invadas mi

espacio. Al contrario, me gusta compartirlo contigo… No se, es algo loco…”, dijo él mientras seguía sonriendo. “No te creo. No creo que nunca hayas traído a nadie aquí, ni siquiera a Min Ki?”, preguntó curiosamente la chica. “No, jamás!!! Ella nunca puso un pie aquí adentro! Nos veíamos en otros lados… Pero… No quiero hablar de ella.”, contestó él un tanto cortante.

Después de un rato, Huyn Joong se recostó en las rodillas de Diana y comenzó a contarle sobre lo que había ocurrido con su padre más temprano. Diana lo escuchaba silenciosamente mientras jugueteaba con el cabello del chico, acariciándolo. Él pareció entristecerse y comenzaron a salir lágrimas de sus ojos nuevamente. “Hyun Joong, tienes que entender que él no tiene tú edad. Tu padre es un señor mayor que tiene sus ideas, sus valores y sus estructuras. Tú hace ya casi 10 años que vives sólo, eres más liberal, de acuerdo a la juventud de hoy. Nunca van a pensar del mismo modo en que lo hace él. Lo importante es transar. Ambos deben poner de su parte para llevarse mejor.”, le dijo Diana. “Si, si lo se… pero, tú crees que yo he fracasado? Tú crees que de verdad lo he defraudado”, le preguntó angustiado el chico mientras se sentaba y la miraba con expresión de derrota. “No! No has fracasado! ¿Has cumplido todos tus sueños. Además, creo que tu padre estaba dolido y por eso dijo lo que dijo. Pero estoy segura que te quiere mucho y en el fondo, está orgulloso de ti.”, terminó diciendo muy convencida Diana. El chico la miró a los ojos intentando autoconvencerse con las palabras que le acaba de decir Diana, luego volvió a recostarse en las piernas de la chica al tiempo que bostezaba. “Tienes sueño. Por qué no te metes a la cama y descansas. Yo me quedaré a tu lado.”, dijo la chica. Hyun Joong le contestó: “Si, estoy cansado.”. Se puso de pie y se metió en la cama. Diana también se puso de pie y cerró las cortinas de la habitación, ya estaba de noche. Luego juntó todos los restos del almuerzo y dijo. “Voy a dejar esto a la cocina y vuelvo, si?”. El chico asintió con la cabeza.

Diana bajó a la cocina y le entregó los restos del almuerzo a la cocinera. En el salón, sacó su teléfono del bolsillo y llamó al jefe. Le comentó que Hyun Joong se sentía mejor, que ya había comido algo y ahora estaba por dormirse. El jefe pareció tranquilizarse pero le dijo que al día siguiente lo visitaría para saber como estaba. Al terminar de hablar, Diana subió las escaleras y entró a la habitación del chico. Al verlo se dio cuenta que ya estaba dormido. Decidió quedarse a velar su sueño y se recostó sobre la cama a su lado. Estiró su mano para buscar la lámpara de la mesa de noche y la apagó. Diana no pudo conciliar el sueño y sentía frío. Decidió meterse silenciosamente dentro de la cama para no despertar al chico. Ya dentro de la cama, sintió el calor confortable de las plumas y la cercanía del chico la tranquilizó. Se quedó un buen rato mirando el perfil de Hyun Joong a contraluz y poco a poco la venció el sueño.

Hyun Joong despertó con las primeras luces del amanecer. Se sorprendió al ver a la chica dentro de su cama pero pareció encantarle la idea. Poco a poco se apegó a ella y la abrazó, pegando su cuerpo a la espalda de la muchacha. Intentó quedarse muy quieto para no despertarla. Estuvo así por cerca de 30 minutos, saboreando la idea de tenerla así en 30 años más, cuando ambos ya no estuvieran tan jóvenes. Le parecía linda la idea de compartir el resto de su vida con esa muchacha. De pronto Diana lo sacó de sus pensamientos. Al parecer, había despertado e intentó moverse pero no lo logró por los brazos del chico que la amarraban fuertemente. “No! Quédate así otro rato. No te vayas, es temprano aún.”, susurró Hyun Joong al oído de la chica, al tiempo en que la

presionaba más contra su cuerpo para retenerla. Diana suspiró y no se movió. A ella le pareció un sueño despertarse con tales súplicas. “Buen día!”, le contestó ella. Ambos permanecieron en silencio por unos minutos. Poco a poco, Diana comenzó a sentir la respiración cada vez más alterada del chico en su nuca y eso le pareció increíblemente sensual. De pronto, la sorprendió la humedad de los labios del chico que comenzaban a juguetear por su cuello y el comienzo de su espalda y le pareció olvidarse del mundo. Hyun Joong, por su parte, sentía que no se podía resistir a tener a la chica recostada entre sus brazos y que no sucediera nada. Al fin y al cabo, era hombre y esa era una reacción instintiva e inevitable en él, sobre todo si una mujer le atraía tanto como le sucedía con la muchacha. Además, estaba seguro que la amaba y quería demostrárselo de todas las formas posibles. Suavemente y sin prisa, sus manos comenzaron a recorrer a la chica. Diana sin pensarlo, giró la cabeza buscando los labios del muchacho, los cuales encontró de inmediato. De esa forma y sin necesidad de palabras, ella le daba su consentimiento al chico para continuar seduciéndola. Los labios de ambos se juntaron en un acalorado beso que duró por un par de minutos. Hyun Joong de pronto se detuvo y se echó hacia atrás, su respiración estaba realmente agitada. De un solo movimiento giró a la chica que estaba de espaldas a él y la volteó para que quedara frente a él. “Diana, quiero que seas mía. Pero… sólo mía desde hoy y para siempre.”, dijo él con la voz entrecortada. “Sólo tuya. Desde hoy y para siempre. Te lo prometo.”, le susurró la chica mientras deslizaba sus manos por el torso desnudo del chico y con sus labios ella ahora comenzaba a besarle el cuello y los hombros al muchacho. Él cerró los ojos, disfrutando el momento y a tientas comenzó a buscar los botones de la blusa de la chica, los cuales desabotonó torpemente por la agitación del momento. Después de eso, comenzó a explorar la piel desnuda de la muchacha para dirigirse el broche de su brasier. Diana también comenzó a recorrer con sus manos al chico, mientras los dos continuaban besándose efusivamente. Los rayos de sol de afuera parecían avivar el calor de los chicos. Hyun Joong bajó sus manos hasta el pantalón de la chica, lo desabotonó y continuó bajándole el cierre nerviosamente, en ese preciso momento escucharon el sonido del teléfono de Hyun Joong. Ambos lo ignoraron hasta que dejó de llamar. “No, no me interesa contestar… Tú eres más importante…”, dijo él. La chica no le dejó terminar la frase y le selló los labios con los suyos. Pero nuevamente el teléfono comenzó a sonar. Ambos se detuvieron y permanecieron en silencio unos instantes. “Anda, mejor contesta! Puede ser algo importante.”, dijo Diana un tanto preocupada. “No lo creo! Nada más importante que lo que estamos haciendo ahora, mi amor.”, dijo él, al tiempo en que intentaba seguir besándola. Diana se sentó en la cama y comenzó a abrocharse los botones de la blusa, luego buscó rápidamente el teléfono del chico y se lo pasó en la mano. “Contesta, Hyun Joong! Es nuestro jefe!”. “OK, OK!”, dijo el chico un tanto inquieto y tomó el teléfono. “Hyun Joong!”, dijo el jefe. “Si, hola.”, contestó el chico. “Quería saber como te encuentras? Diana me comentó lo de tu padre.”, le dijo el hombre. “Muchas gracias! Ya me siento mejor pero quiero descansar hoy y reponerme para mañana.”, le respondió el muchacho. “Que bueno! Pero de todos modos te informo que en 10 minutos estoy en tu casa. Quiero verte para que charlemos un rato. No te hablo más porque voy manejando. Nos vemos.”, le dijo el jefe y le cortó el teléfono. Hyun Joong se quedó mudo con el teléfono en la mano. “Qué? Qué pasó? Dime Hyun Joong!”, le interrogó Diana mirándolo fijamente mientras subía el tono de voz de forma impaciente. “Viene para acá. Llegará en 10 minutos.”, dijo el chico un tanto desanimado. Diana saltó de la cama y fue corriendo a abrir las cortinas de la habitación. Luego

comenzó a buscar su cartera, su abrigo y terminó de abrocharse la ropa. “No! No te vayas!... Demonios!! Por qué tenemos esa suerte? Siempre nos interrumpen en la mejor parte!!”, reclamó Hyun Joong. “Tú sabes que me tengo que ir. Qué diría nuestro jefe ni me encuentra aquí. Vámonos con calma, si?”, le contestó Diana. “Está bien!”, dijo a regañadientes el chico, al tiempo en que se levantaba de la cama. Se fue donde Diana y la sostuvo de la cintura. “Pero… prométeme que vamos a terminar lo que quedó pendiente?”, le dijo él con picardía mientras mordía su labio. “Si, cariño. Tú crees que podría decirte que no?”, le contestó la chica de forma coqueta. Él la besó apasionadamente como queriendo dejar a la chica en suspenso y para asegurarse que no se arrepentiría de su decisión. “Voy a tomar una ducha mientras llega el jefe. Avísale abajo a las chicas, si?. Te amo!”, terminó diciendo el muchacho al tiempo que se separaba de Diana y desaparecía por la puerta del baño de su habitación. Diana bajó rápidamente la escalera, se despidió de las mujeres y se fue a su casa. Tenía que darse una ducha y cambiarse antes de ir a la facultad.

My DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora