Parte 29

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Las siguientes dos semanas no parecieron ser diferentes para Hyun Joong. Su desánimo y falta de energía eran evidentes. A pesar de los intentos sobrehumanos del resto de la banda por sacarlo de esa inercia el chico no respondía. Hacía todo por obligación y parecía darle todo igual. Iba de mal en peor. Durante los seis conciertos que dieron en Japón intentaba parecer mejor y daba lo que más podía de sí pero al bajarse del escenario, regresaba el chico melancólico y deprimido. La telonera para esta gira fue ni más ni menos que Min Ki. Aunque intentaba seguir a Hyun Joong a todos lados, no lograba tampoco ahuyentar su tristeza. Él se dejaba acompañar por la muchacha, al fin y al cabo, había sido su compañera por un par de meses y se conocían bastante. Incluso se estaban llevando mucho mejor que cuando eran novios. Charlaban, salían a comer o a bailar o sencillamente veían una película juntos. Min Ki había aprendido de la última vez y estaba tomando las cosas con tranquilidad. Intentaba ser una chica dulce y complaciente, creía que ese era el tipo de mujer que a Hyun Joong le gustaba, aunque evidentemente estaba equivocada. Sabía perfectamente que él estaba sólo y no volvería a perder su oportunidad de reconquistarle, pero ahora la calma y la astucia serían sus armas de combate.Había sido la última noche de concierto y al otro día, pasado el mediodía regresarían a Corea. Los SS501 estaban muy contentos porque todo había salido mejor de lo que esperaban, inclusive el líder se veía más animado. Por esto, decidieron salir a divertirse y disfrutar de su última noche en Japón. Desde luego los acompañó Min Ki, la chica se convidaba sola a la mayoría de las actividades de los muchachos, aún cuando ellos no demostraban mucho agrado. Ya en el local, los chicos se animaron aún más. Brindaron y bailaron toda la noche. En un momento en que Hyun Jun y Jung Min bailaban con unas muchachas noruegas que habían conocido en el local y Young Saeng y Kyu Jong habían ido por más bebidas, Min Ki tomó de la mano a Hyun Joong y lo arrastró fuera del local. "Vamos! Aquí hace mucho calor, acompáñame a tomar aire fresco!", dijo la chica. Hyun Joong la siguió en silencio. Afuera la noche estaba despejada, podían verse cientos de estrellas y había una inmensa luna llena. Hyun Joong se quedó de pie en una esquina en silencio, con la vista perdida en el cielo. Min Ki se acercó sutilmente al chico y le susurró dulcemente: "Está bella la noche. Me recuerdo de cuando éramos novios, a ti te encantaba que viéramos juntos la luna cuando estaba llena.". El muchacho miraba la luna, pero su mente y sus oídos estaban en otro lado. Asintió a las palabras de Min Ki, pero en realidad pensaba en Diana. Se preguntaba en qué lugar del mundo estaría y si aún tendría algún pensamiento para él. Min Ki continuó:" No crees que no es una coincidencia que estemos aquí tú y yo mirando de nuevo una luna llena?". Hyun Joong la oía pero no le ponía atención a sus palabras. Min Ki de pronto se acercó a él y puso sus manos en la cintura del chico, sin dejarlo reaccionar, se empinó y lo besó en los labios. Hyun Joong se quedó quieto, por un momento, impasible ante ese beso. Luego cerró los ojos y se rindió, comenzó a corresponderle presionando poco a poco sus labios contra los de la chica y a moverlos siguiendo el ritmo de ella. Necesitaba calor y pasión. Hacía ya casi un mes que nadie lo acariciaba ni lo besaba y sentía que su cuerpo lo demandaba con urgencia. Imaginó que los labios a los que besaba eran los de Diana y se abandonó por unos segundos. Sin embargo, no logró engañarse. Noera el aroma de Diana, ni tampoco tenía su sabor, ni tenía su forma ni su intensidad, ni su pasión ni su calidez, ni mucho menos su amor. Un par de lágrimas se escaparon de sus ojos y soltó bruscamente a la muchacha. La miró y tampoco era Diana. Se echó hacia atrás y le hizo una reverencia a Min Ki, luego añadió contrariado: "Perdón, Min Ki! Yo nunca debí... Perdóname!". "Por qué te tendría que perdonar, oppa? No sabes cómo extrañaba tus labios.", dijo ella suavemente mientras le tomaba las manos al chico. Él se soltó rápidamente. "No, esto no puede ser! Lo siento, estoy cansado, me voy al hotel.", dijo cortantemente el líder. "Pero... olvídala ya! Esa mujer te traicionó! Yo no, siempre he estado y estaré a tu lado.", añadió un poco alterada Min Ki. Hyun Joong no puso atención a las últimas palabras de la chica y se fue.Al llegar al hotel, se tendió en la cama e intentó dormir. Le fue imposible conciliar el sueño hasta las primeras horas de la madrugada. Comenzó a pensar en ese beso que se había dado con Min Ki. Con su cabeza deseaba olvidar a Diana y a su juicio, la mejor opción era Min Ki. Pero su corazón le decía lo contrario. Su corazón tenía dueña, aún cuando ella estuviera a millones de kilómetros de distancia o incluso sabiendo que la chica lo había abandonado de un día para otro. Se sentía más confundido que nunca. Ya no podía más, se salió de la cama y se fue a dar una ducha caliente para calmar la ansiedad. Afortunadamente, el remedio dio resultado. Al meterse en la cama nuevamente, sintió que le pesaban los párpados. Intentó poner la mente en blanco y poco a poco se relajó hasta quedarse dormido.Al día siguiente, los chicos abandonaron Japón de la misma forma estruendosa de cómo llegaron, entre una turba de adolescentes apasionadas.Al llegar de vuelta a Corea, los chicos se despidieron y cada uno se fue por su lado. Hyun Joong no quería volver a su casa, decidió ir a pasar el día y la noche siguiente donde su madre. Al día siguiente debía regresar para presentarse en los premios de música anual de Seúl, en donde era un invitado especial.Los demás chicos de SS501 se fueron a sus respectivas actividades. A Jung Min lo esperaban en su departamento unos amigos, le celebrarían el cumpleaños a uno de ellos y estaban organizando todo. Kyu Jong se reuniría con la chica con la cual estaba saliendo. Hyung Jun sólo quería llegar a su casa a tomar una siesta, la noche anterior se había acostado muy tarde bailando y bebiendo en el bar. Young Saeng, por su parte, se fue de compras y después, al cine con su madre, quien estaba de visita en Seúl. Luego de eso, el príncipe la fue a dejar a donde ella vivía en las afueras de la ciudad. A eso de la medianoche regresó a su casa. Había comenzado a llover muy fuerte hace un par de horas. Al pasar por fuera de la casa de su amigo Hyun Joong, que quedaba camino a la suya, instintivamente miró para saber si él estaba ahí. Evidentemente, le preocupaba saber cómo seguía. Todas las luces estaban apagadas, por lo que supuso que estaba durmiendo o que se habría ido a la casa de sus padres. Se prometió que al día siguiente lo llamaría para saber de él. Estaba pensando en eso cuando vio que por la calle iba caminando una chica alta y delgada que le llamó la atención. Le pareció conocida y se asomó a la ventana a mirar. "Espera! Detente un momento!", le ordenó de pronto al conductor. Bajó el vidrio y se detuvo a mirarla más de cerca por unos segundos. La chica estaba empapada por la lluvia, caminaba arrastrando los pies yllevaba un cigarro en la mano. "Diana???", agregó por la ventana hacia afuera en un tono temeroso. La muchacha se detuvo y volteó a mirar al automóvil, al parecer había reconocido la voz del muchacho. Young Saeng abrió de un golpe la puerta del automóvil y se bajó. "Diana!", le gritó, ahora su tono no era interrogativo, sino imperativo. La chica dio media vuelta y se quedó paralizada mirándolo. Tiró al suelo el cigarro y atravesó corriendo la calle hasta llegar al lado del muchacho, ahí se detuvo en frente a él. Diana se veía muy demacrada. Su rostro estaba ojeroso y su cabello muy despeinado. La chica lucía muy distinta a la que Young Saeng había visto por última vez en la agencia, pero a pesar de todo, sus bellos y dulces ojos y su sonrisa inocente aún seguían ahí. Ambos se quedaron impactados mirándose por un momento, frente a frente, hasta que Diana interrumpió el silencio, susurrando el nombre del chico para seguidamente hundir su cabeza en el pecho de Young Saeng. Él la contuvo y la rodeo fuertemente con sus brazos, sentía que en cualquier momento la chica se iba a desmayar, lucía débil e indefensa. Posteriormente, Diana comenzó a llorar desconsoladamente mientras se aferraba a la cintura del muchacho. El chico comenzó a acariciarle el cabello mojado. Se dio cuenta que su ropa también lo estaba, por lo cual la interrumpió: "Sácate esa chaqueta! Ven! Subamos al auto, de lo contario te va a dar una pulmonía. Tienes que estar bien". La chica parecía tan indefensa. Sin decir una palabra, tal como una niña pequeña, le obedeció al muchacho y se metió al auto con él.

My DestinyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora