Parte 17

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Al día siguiente, Hyun Joong no tenía mayores compromisos. Podía aprovechar ese día para descansar y reponer energías. Así lo hizo. Se levantó de la cama después del mediodía. Al tomar su teléfono vió que tenía un mensaje de su amada para darle los buenos días. Al leerlo sonrió y le contestó. Se sentía muy feliz y quería disfrutar al máximo esa felicidad. No se vistió. Bajó a la cocina por un vaso de agua. Mientras bebía, sintió ruidos en la puerta de calle. Supuso que alguien venía llegando pero no le dio importancia. Seguidamente buscó frutas en el refrigerador, se sentía un tanto sediento y quería algo fresco para comer. Cuando estaba en eso, escuchó voces en la sala. Sigilosamente se asomó para ver que sucedía. Su sorpresa fue enorme cuando vió a su padre que discutía con la criada. Rápidamente salió de la cocina para entrar a la sala. “Papá, que sorpresa. Qué bueno que hayas venido! Pasa…”, comentó a decir el chico sonriendo pero su padre

no lo dejó terminar. “Qué bueno que te encuentro porque tenemos que hablar. “, dijo el hombre fríamente. “Si, claro. Sucede algo? Le pasó algo a mamá?”, le contestó Hyun Joong. Su cara había cambiado completamente y parecía muy preocupado. “No! Es de otro tema de lo que tenemos que hablar…”, dijo el padre del chico en tono de regaño. Hyun Joong frunció el ceño, parecía no entender de qué hablaba su padre. “Supe que terminaste con tu novia. Pero quiero saberlo de ti. Es eso cierto, hijo?”, continuó el hombre. “Si… Lo nuestro no estaba funcionando. Lo siento padre.”, le contestó el chico en un tono un tanto infantil. “Que lo sientes? Esa chica era perfecta!! Cuando vas a encontrar otra igual?? Buena chica, educada, inocente…. Era lo ideal para ti!”, insistió el padre.

La charla duró por más de 30 minutos y poco a poco comenzaron a subir los niveles de ansiedad y agresividad por ambas partes.

“No entiendes que es mi vida. Quiero ser feliz, padre. No sólo parecerlo. No lo entiendes?”, argumentó muy dolido Hyun Joong. Sus ojos estaban húmedos. “No!!! No entiendo! El amor es algo que llega con los años. Tú elijes a una buena mujer, luego te casas con ella y después te enamoras. Pero Uds., los jóvenes de ahora hacen todo al revés!!!”, gritó el padre. “No estoy de acuerdo contigo.”, susurró el chico mirando tristemente al suelo. “Tú nunca has estado de acuerdo conmigo, pero yo tampoco contigo!! Me has decepcionado!! Siempre soñé con que fueras un empresario o un médico, qué se yo!!! Pero, no… “, dijo severamente el padre. “No me digas eso... Sabes cuánto he luchado para llegar donde estoy. Lo sabes bien...”, el chico se quebró y comenzaron a caer presurosamente lágrimas por sus mejillas. “Pero a mi nunca me ha gustado! Nunca!”, terminó diciendo bruscamente. Al parecer el padre se había dado cuenta los niveles que había tomado la discusión y no quería ir más allá aún, por eso decidió marcharse. Se dio media vuelta y se fue dejando a Hyun Joong llorando. A penas el chico se puso de pie y se fue a su habitación. Se metió en la cama y continuó llorando amargamente por un par de horas hasta que se durmió. A eso de las 5 de la tarde despertó. De pronto recordó el incidente de más temprano con su padre y volvieron a aparecer las lágrimas en sus ojos. Desesperadamente buscó su teléfono, no recordaba donde lo había dejado. Salió de su habitación, bajó la escalera y llegó a la cocina, recordaba que cuando se había levantado había ido a la cocina. Lo encontró al lado del refrigerador. Lo revisó y vió que tenía más de 10 llamadas perdidas de Diana. En ese momento entró la cocinera, quien le dijo: “ Se siente bien? No ha comido nada en todo el día…No quiere que le prepare algo?... “. Hyun Joong caminó a la salida de la cocina mientras revisaba su teléfono. “No. No tengo hambre.”, dijo él sin prestar atención. “Si sigue así se va a enfermar!!”, le gritó la mujer con cara de preocupación, pero él ya iba subiendo las escaleras.

El chico se metió nuevamente en su habitación y cerró la puerta. Se arropó en su cama y marcó el número de Diana.

“Hola! Extrañaba tu voz!... Te he llamado varias veces… Dónde estás?”, le dijo la chica al contestar el teléfono. “Diana… Te necesito!”, dijo el chico mientras sollozaba. Diana sintió que su corazón daba un vuelco al escuchar al chico en ese estado. “Qué pasó? Estás bien, cariño? Habla! Dime!!, insistió ella, al mismo tiempo en que se ponía de pie de su escritorio y caminaba nerviosamente al

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