La primeras 2 semanas, Diana las dedicó intensivamente a estudiar para el examen final, con Lucía y Margarita, quien ya se había recuperado por completo de su accidente. En el trabajo la muchacha continuaba rindiendo muy bien, además, ahora se había acercado mucho a una chica newyorkina que trabajaba en su misma oficina, Susan. Ella era la encargada del área marketing de los SS501. Generalmente se iban juntas a casa, ya que vivían muy cerca una de la otra. En cuanto a su relación con Hyun Joong, todas las noches la chica conversaba con su novio por la computadora para contarse qué tal habían estado sus días y para volverse a hacer mil y una promesas de amor.
Al final de esa segunda semana, Diana fue llamada por el jefe a la oficina para hacer una evaluación de su desempeño en la empresa. Ella sabía que su contrato era por unos pocos meses y que estaba llegando a su fin pero también informalmente habían visto la posibilidad de extenderlo. “Bueno, has madurado la propuesta que te hice? Sobre continuar trabajando a tiempo completo con nosotros, ahora que termines tus estudios? Tú sabes que estoy muy interesado porque has hecho un trabajo excelente y por eso mismo no me gustaría dejarte ir,”, dijo el jefe muy entusiasmado. “Si. Lo he pensado mucho. Y… aceptó su propuesta! Tomé la decisión de quedarme aquí en Seúl y me gustaría continuar trabajando para la agencia.”, dijo con voz determinante Diana. “Entonces, no tenemos nada más de qué hablar. En dos semana más comienzas a tiempo completo y hacemos el nuevo contrato.”, terminó diciendo el jefe mientras le daba un apretón de manos a la chica.
Al salir de la oficina del jefe, Diana se encontró con la asistente de gafas, quien le dijo: “Diana. Necesito que revisemos algunos documentos. Le parece si más tarde nos vamos a tomar un café y avanzamos un poco.”. “Seguro! Te parece en una hora más en la cafetería?, contestó amablemente Diana. “Gracias! Allá nos vemos.”, le respondió la asistente y se retiró.
“Y cómo te fue con el jefe?”, le preguntó preocupada Susan a Diana al verla entrar a la oficina. “Bien… Acepté la propuesta de seguir trabajando en la agencia.”, contestó Diana emocionada. “Qué bien! Te lo mereces porque lo has hecho genial. Además, si te fueras… con quién conversaría todas las tardes?”, terminó diciendo Susan mientras reía. Diana rió también, luego se sentó y continuó trabajando en lo que estaba haciendo. Al cabo de una hora recordó su cita con la asistente y se puso de pie. “Susan, si alguien me llama, podrías tomarme el mensaje? Tengo algunos temas que tratar con la asistente del jefe.”, dijo Diana. “Seguro. Tú ve tranquila que yo me encargo. Pero… ten cuidado con esa chica. Te lo digo yo que llevo 10 años en esta compañía y desde que llegó, no me gusta nada.”, le contestó Susan. “Pero… por qué? Ha hecho algo? Ha dicho algo?”, respondió curiosa Diana. “No. Pero no me gusta. Es sólo intuición.”, contestó Susan. Diana movió la cabeza y sonrió al tiempo que salía de la oficina.
Cuando Diana entró a la cafetería, la asistente ya estaba sentada en una mesa con muchos papeles a su alrededor. Diana se acercó y tomó asiento a su lado. “Hola! Aquí estoy.”, dijo Diana. “Hola! Sólo quería que me ayudara a revisar estos documentos. Es sobre las propuestas que tenemos para los chicos para los próximos 6 meses. El jefe ha pensado, como Ud. ya sabrá, que los SS501 visiten Sudamérica y para eso necesita de su ayuda evidentemente.”, terminó diciendo la chica. “Por supuesto. De hecho acabo de hablar con él sobre la prolongación de mi contrato en la
compañía y desde luego que me haré cargo de todo lo referente a la gira sudamericana. Dame los documento que los quiero ver. Ah! Por cierto, cuál es tu nombre?”, le preguntó Diana. “Me llamo Yang Mi, Shin Yang Mi.”, contestó la chica. “OK, Yang Mi… Es curioso, después de vernos tanto tiempo no sabía tú nombre… Ah! Y no me trates tan formal. Yo no soy tu jefe.”, le dijo Diana sonriendo mientras tomaba los documentos y los comenzaba a leer. Estuvieron chequeando fechas y analizando diferentes ideas por casi 1 hora. “Te parece que quedemos en eso?”, terminó diciendo Diana después del arduo trabajo. Ambas parecían un tanto cansadas. “Si. Está todo perfecto”, dijo Yang Mi, al tiempo que recolectaba todos los documentos de la mesa, luego añadió: “Gracias por su tiempo. Me gusta mucho como Ud. trabaja. Quisiera algún día llegar a ser así.” Diana la miró un tanto extrañada de las palabras de la chica y luego dijo. “Primero que todo, Yang Mi, te dije que no me trataras tan formal. No es necesario. Y segundo, no se qué tan especial ves en mi. Sólo hago mi trabajo y me gusta hacerlo bien, eso es todo. En cuanto a ti, creo que eres una chica muy inteligente, no tienes nada que yo no tenga.” Yang Mi levantó rápidamente la vista del suelo y miró a Diana fijamente, en sus ojos había algo extraño. Diana pareció no entender la reacción de la chica. “Puede ser o pude ser que no… Quién sabe? Bueno, de todos modos te admiro mucho Diana.”, añadió la chica intentando parecer dulce. Ambas sonrieron. “No digas eso, que me avergüenzas… Como te dije, eres una chica muy inteligente y divertida. Por cierto, tienes novio? Sales con alguien?”, dijo Diana intentando ser cordial. “No. No tengo novio pero a decir verdad, hay un chico que me gusta.”, contestó la muchacha. “Y qué piensas hacer? Se lo vas a decir?”, la interrogó Diana. “No lo se… No se si él sienta algo por mi.”, respondió Yang Mi desanimada. “Vamos! Eres una chica joven y bella! Ese chico debiera estar ciego para no fijarse en ti! Además, no hay nada peor que lo que no se hace. Debes hablar con él.”, le recomendó entusiasmada Diana. “Si… Creo que seguiré tu consejo. Idearé un plan.”, dijo también entusiasmada la chica. “A propósito! No quiero parecer impertinente pero… es cierto lo que dicen de ti y el joven Hyun Joong?”, preguntó Yang Mi. Diana se ruborizó. Nerviosamente se balanceó en la silla y guardó silencio por unos instantes. Parecía estar pensando que debía responder. Luego miró a los ojos a la chica y añadió: “Voy a ser sincera contigo porque he visto que eres una chica honesta y me imagino que puedo confiar en ti… Sí, él y yo somos novios.” Contestó Diana mientras sonreía nerviosamente. “Qué bien!”, fue lo único que contestó Yang Mi y también sonrió. Diana se quedó esperando alguna otra acotación sobre el tema pero no ocurrió, por lo que decidió poner fin a la charla. Ya se había hecho tarde y tenía cosas por terminar en la oficina. “Bueno, me retiro. Fue un placer conversar contigo. Y sobre lo que te conté, te pido la mayor discreción, que me imagino que si la vas a tener.”, dijo Diana mientras se ponía de pie. Yang Mi se le unió y comenzó a buscar un papel entre todos los documentos. “Ah! Necesito que me firmes esto. Casi lo olvida.”, dijo finalmente la muchacha al momento que le pasaba la hoja a Diana. “Seguro. Oops! Donde firmo? Yo sólo hablo el coreano, tú lo sabes… Me complica un tanto. No tienes la copia en Inglés como lo hacemos siempre?”, le preguntó un tanto contrariada Diana, al tiempo que tomaba el lápiz y ponía su firma. “No aún. Mañana me la entregarán. En cuanto la tengo te la envío de inmediato por mail, OK?”, le contestó Yang Mi. “Por favor. Bueno, nos vemos mañana. Adios.”, dijo Diana y se retiró.
Mientras tanto, en Taiwan. Esas dos semanas habían sido de intenso trabajo para los muchachos. Se levantaban apenas amanecían y se acostaban a altas horas de la madrugada. Todos se veían realmente cansados. A veces tenían algunas horas de la tarde para disponer de su tiempo y todos las dedicaban, sino era a dormir, era a jugar videojuegos para distraerse un poco o a conversar entre ellos. Una tarde, mientras Hyung Yun y Kyu Jong dormían siesta, Jung Min y Young Saeng jugaban videojuegos en la sala y en la terraza, Hyun Joong practicaba con su guitarra. De pronto, el líder dejó a un lado la guitarra y estiró sus brazos. Parecía querer sacarse de encima la tensión. Luego bostezó y movió su cabeza de un lado al otro intentando relajarse. Seguidamente se puso de pie y se metió en la casa. Vio a sus dos compañeros jugando frente al computador y se acercó sigilosamente. Cuando ya estaba al lado de ellos comenzó a burlarse. "Y van recién en esa parte del juego… j aja ja… Yo ya lo terminé. Es que no pueden ser tan malos jugadores”, dijo el líder bromeando mientras reía. “Cállate mentiroso! Y no sigas diciendo tonterías que me distraes!”, dijo Jung Min mientras reía también y le lanzaba un manotazo al chico mirándolo de reojo. “Eres un presumido!”, dijo riendo Young Saeng. Hyun Joong continuaba sonriendo. De pronto su rostro pareció iluminarse y lanzó una carcajada que se escuchó hasta de la calle. No podía parar de reir. “Que te pasó?”, preguntó Young Saeng. “j aja ja… Nada! Es que me acordé de algo que tenía que hacer… Ya vuelvo! Ja j aja…”dijo el chico y salió corriendo entre risas. Se fue directo al panel de la electricidad y de un solo manotazo bajo el switch. En ese mismo momento toda la casa quedó a oscuras. De inmediato, volvió a subir el interruptor y tan rápido como había llegado, se fue de vuelta a la sala, muerto de la risa. Al llegar allá nuevamente estaban Young Saeng y Jung Min revisando los cables del televisor. Hyun Joong se tiró sobre un sofá llorando de la risa. Ambos muchachos lo miraron y no entendieron de que reía tanto. “Qué te pasó? De qué te ríes?”, preguntó Young Saeng. Hyun Joong intentó responder pero no lo logró. Respiró profundó para calmarse y agregó: “De ustedes dos!”. “Bribón!!! Fuiste tú el que cortó la electricidad!!”, dijo Jung Min y se abalanzó sobre el chico que aún no paraba de reir. “Ven, Young Saeng! Ayúdame! A la piscina!!”, gritó Jung Min. Young Saeng se acercó y sostuvo a Hyun Joong de las piernas. Entre los dos tomaron al chico que se resistía entre gritos, manotazos y risas y lo llevaron a la piscina. Ahí lo lanzaron dentro de un solo golpe mientras todos reían. “Ay!!! Está muy helada el agua!!”, gritó Hyun Joong cuando su cabeza salió del fondo de la piscina. Ahora los que reían a carcajadas eran los dos chicos mientras miraban el espectáculo. “Ves, bobo!! No te tienes que meter con nosotros. La venganza es dura!!, gritó Jung Min mientras reía y miraba a Hyun Joong buscar la escalera para salir del agua. Young Saeng también reía pero buscó unas toallas que le pasó al chico para que se envolviera cuando salieran “Bueno, supongo que lo merecía!”, dijo el líder mientras recibía las toallas y continuaba riendo. Antes de abrigarse con ellas se acercó a los dos chicos que lo miraban y los abrazó sorpresivamente para mojarlos. Los dos gritaron e intentaron zafarse. Los tres continuaron riendo. Hyun Joong se dio finalmente por vencido y dijo: “Voy a mi habitación a cambiarme y bajo”.” “Con Young Saeng te vamos a preparar algo caliente para que no tomes un catarro. Ve ya!”, le dijo Jung Min. Y los tres se metieron dentro de la casa.
ESTÁS LEYENDO
My Destiny
FanfictionSinopsis: Diana, una chica latina, llega por casualidades de la vida a Corea del Sur, gracias a una beca de estudios, con el fin de comenzar una nueva vida. Allí conoce a una estrella del Kpop, Kim Hyun Joong, quien le ayudará a reencantarse con la...