Príncipe o Caballero

Capitulo 18: El ladrón de kamish

Días atrás

Caminado entre los corredores, acompañado de varias damas a su lado que lo cuidaban a donde fuera, Silver iba recorriendo casi todo el castillo vestido como de costumbre él, puesto encima cada parte de su ropa echa de un telar blanco casi todo trasparente, en parte apenas cubriendo su pecho, y un pantalón puesto, llevando además Silver encima de su cintura un cinturón de plata, cayendo de él, dos pedazos de la misma tela, que llegaba hasta sus pies, y en sus manos portaba puesto un juego de brazaletes de oro que su madre le había regalado.

Buscando a su hermano, estando rodeado mientras caminaba, en un círculo con varias damas, que estaban pendientes que nadie pusiera sus ojos sobre el Príncipe Silver, esto se debía ya que Silver era de una edad muy joven y la reina no permitía que nadie pudiera ver los cuerpos o rostro de sus hijos hasta llegar a su edad correcta, pero a veces Silver rompía esa regla al querer ayudar a su pueblo, y en ocasiones era regañado cuando lo descubrían.

Esta regla era la más importante para los hijos de kamish, la reina no permitiría que los ojos de cualquiera de su reino u otro, corrompiera la inocencia de sus hijos y llevara a malos caminos, así quien intentaba verlos, era considerado un gran pecado y castigado.

Llegando a un salón, pasado, las damas hacen un pequeño espacio dejando que viera a la frente que pasaba, de pie sin moverse para no salir del círculo de las damas, Silver se sonroja leve y aparta su mirada a otro lado, al ver a su hermano posando y recostado en una mesa desnudo.

Scourge: Silver... ¿Cómo estas?

Sin moverse, Scourge estaba tranquilo mientras alguien esculpía su cuerpo con gran detalle en una roca, sin poder verlo Silver baja su cabeza, e intenta hablare.

Silver: .. a ¿estas .. tu.. uf. hermano no puedes tener algo de vergüenza

Scourge: oye.. sabes lo molesto que seria volver a estar ahora como tu.. ja

Silver: considero que mama debió guardarte un año mas

Scourge: no lo digas ni de broma... estoy muy feliz siendo libre

Silver: no tienes remedio, pero al menos te hubieras cubierto.. a

Scourge: mis pelotas.. eso jamás, es un arte mi cuerpo, y quiero verlo en grande

Acabando el artista de esculpir su cuerpo en esa enorme piedra que ocupaba el salón, toma de sus cosas y pasa a retirarse de inmediato mantenido su miraba en el suelo para evitar ver a Silver, al acabar Scourge se baja de la mesa, y estira con gran placer todo cuerpo, al por fin poder moverse después de varias horas, cubriendo se la cintura apenas con una tela, Scourge pasa entre las damas para hablar directo con él.

Scourge: se ve fantástico.. ¿no lo crees Silver?

Silver: m.. si supongo que.. es interesante como amas la belleza de tu cuerpo

Scourge: sabia que te gustaría.. así que disfrútalo, es un regalo para tu cuarto

Silver: e.. espera, yo no quiero eso en mi recamara

Scourge: oye.. me la pase ahí posando por horas, no lo puedes rechazar, are que lo envíen a tu cuarto pronto

Silver: ¿Por qué quería una roca de ti desnudo?

Scourge: cuando me muera... quiero que tengas eso de mi y digas.. ¡mi hermano si que tenía pelotas!.. jajá

Silver: oh por mi dios..

Scourge: puedes dejar a nuestros dioses en paz.. ya están muertos

Silver: uf.. (no tiene nada de respecto ni a nuestras deidades)