Príncipe o Caballero

Capitulo 30: Destinos unidos

Escuchando se oraciones, pidiendo en casa, taberna, zonas de sus cosechas dentro del reino, para que su príncipe regresara a casa, sin duda Kamish estaba de cabeza al enterarse que paso con el joven Silver, que muchos rumores se estaban dando de que el príncipe huyo, o que fue secuestrado por un bandido, las dudas eran demasiadas y ni la reina tenía respuesta para dar, más a sus aliados de grandes casas, pero más que ella estaba angustiada ya que sus dos hijos por primera vez estaban fuera de los muros seguros de casa, que le preocupaba que podía estar enfrentado Scourge para poder encontrar a su pequeño hermano Silver por todos lados, pero más le llenaba de miedo, era Silver estaba solo.

Sin más que poder hacer realmente que esperar y rezar por su regreso, afuera sin encontrar rastro alguno por la tierra de los lobos, después de que Scourge consiguió exitosamente permiso al ganarle a uno en combate, agradecen y se retiran ya que no había caso que su hermano haya pasado por ahí sin que ellos lo hayan notado, que regresan a investigar bien por sus tierras, hasta que hayan un grupo de salvajes asesinados cercas de una hoguera, deteniendo se ahí para investigar si su hermano estuvo en ese lugar, Manic encuentra una púa blanca que le pertenecía al Príncipe, preocupando que si haya estado involucrado en esa zona que habían hallado, imaginando lo peor que le pudo pasar para enfrentar a tantos bandidos de las orejas largas, que volviendo se a montar en su caballo, da ordenes de separarse en grupos para poder explorar el terreno, tomando como guía desde ese punto para encontrarlo.

En lo que ellos buscaban aun dentro del bosque, a unos metros algo lejos, Mephiles había ya logrado encontrar el camino de regreso al reino de Kamish, gracias al pequeño Minfa floral quien lo guio fuera del bosque, y tras su espalda aun cargando lo, Silver estaba consciente mirando a una de sus deidades dio un salto entre los arbustos volviendo a su círculo entre la naturaleza, después regresa la mirada al frente en cuanto Mephiles volvió avanzar, pero con precaución a pesar que salieron del bosque, se sentía menos seguro ya que estaba expuesto a la vista de cualquiera al no haber ya árboles que lo escondiera, era campo abierto de pasto y unas cuantas rocas en ciertos puntos, y estaba atento al frente con sus ojos, mientras sus orejas estaba alerta ya que al estar a la vista, alguien podría disparar una flecha al ser un blanco fácil.

Silver: realmente regresamos al reino

Mephiles: m.. *se voltea* Príncipe Silver, que gusto verlo despierto

Silver: je.. ¿Cómo lograste encontrar en camino tan rápido?

Mephiles: no lo hice.. un pequeño ser apareció frente mío cuando desperté y lo seguí

Silver: pensé que era un rumor que ellos aparecían cuando sabían que los necesitábamos... pero es verdad lo que hacen

Mephiles: y.. ¿Qué era?, de verdad me incomodo un poco como me miraba..

Silver: no estoy seguro, jamás se había logrado ver a una de nuestras deidades en su forma divina... pero creo que él era el dios de la vida

Mephiles: ¿de la vida?... *mira al frente* sabe aún nos tomara un poco en llegar hasta la muralla, ¿qué tal si me cuenta más de ellos?

Silver: bueno.. él debe ser quien da la vida a todas las plantas de nuestro bosque, y antes de llegar a estas tierras, en nuestro barco ellos viajaron con nosotros, no nos dimos cuenta, pero nunca nos abandonaron

Contando le, como es que fue su llegada, llamando las como tierras rotas por estar separadas por un rio tan grade, y que al llegar su gente busco para instalarse en la zona más boscosa por el amor a la naturaleza que tenía, pero sobre todo porque fue por señal que les darían suerte para ser lo que eran hoy en día, pero sin darse cuenta en sus barcos todos vieron salir a gran velocidad, como un rayo de luz, semejante a los que dan las tormentas en los cielos al caer la lluvia, salir varias de esas luces y enconderse en la naturaleza, después de unos días, encontraron rastros como había en su vieja tierra que dejaban sus deidades de los Minfazs, dando les la seguridad que sus dioses sin importar donde iban ellos los acompañarían, y gracias a eso se sintieron protegidos y levantaron el reino de Kamish rápidamente.