11. "Una enorme decisión"

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Cuando salieron de la cascada fueron directamente a la guarida, pero justo entes de entrar, se encontraron a Naruto de brazos cruzados, sentado sobre una gran piedra.

—Es bastante tarde— reclamó molesto, era casi el atardecer y Sasuke ya tenía que irse.

—Perdón Alfa, él insistió en quedarse y ayudarnos a lavar la ropa— explicó Hinata, apenada.

Sasuke pasó de largo sin mirarlo siquiera, aún estaba molesto por las recientes revelaciones. Él lo observó alejarse y recriminó al grupo con la mirada, pero solo respondieron inclinando la cabeza.

Se bajó de la piedra y lo siguió por el sendero. Después de un rato, sin poder contenerse más, apresuró el paso y lo alcanzó.

—¿Ocurrió algo? ¿Te molestaron?— preguntó, él resopló audiblemente.

—No, se portaron muy dulces, como siempre— farfulló.

—¿Entonces por qué estás molesto?

—No lo sé, tal vez porque se te olvidó decirme que has compartido cama con todos los sumisos de la manada— exclamó con sarcasmo.

—¡Ah, es eso!

—¡¿Te parece poco?!

—Tengo razones para hacerlo, pero desde que te encontré no pienso en nadie más que en tí. Eres el único para mí— explicó.

—Siempre con tus razones y tus secretos...— murmuró enojado —¿Cuándo me harás la historia completa, eh, Naruto? ¿Por qué tengo que ir descubriéndolo todo por pedazos?— recriminó enfrentándolo.

—Ya te dije la razón, no estás listo. Yo...

—Temes que no vuelva— lo interrumpió —¿Acaso no ves que estoy arriesgándome a venir al bosque para verte? ¿No te dije hace un rato lo que sentía por tí? Me parece que solo estás poniendo excusas. Sé que no soy una bonita mujer...  no tengo siquiera buena personalidad. Tal vez te diste cuenta que no soy la mejor opción para ser tu Omega...

Nada más terminar su discurso, Naruto se abalanzó sobre él y lo arrinconó contra el tronco de un árbol, haciéndolo jadear.

—¡¿Qué estás diciendo?!— siseó entre dientes, justo sobre su cuello —Eres perfecto para mí, no deseo a nadie más. Estoy ardiendo por dentro, Sasuke, cada vez que te veo tengo que hacer un increíble esfuerzo por no llevarte a mi lecho y montarte, hacerte gritar y gemir, llenarte por completo— él se estremeció cuando sintió sus manos recorrer su torso, por encima de la tela de su camisa. Su cuerpo comenzó a temblar ante la expectativa —No quiero hacerte daño, por eso, aunque me moleste tener que esperar, lo estoy haciendo.

—¿Por qué?— preguntó sin pensar, sus sentidos obnubilados por el aroma a día de llovizna y el calor de la piel del Alfa.

—Si te apareas conmigo, mi instinto me obligará a marcarte y te convertirás en un caminante— lo levantó e hizo que rodeara su cintura con las piernas. Acarició sus muslos y luego clavó ambas manos en sus nalgas— Y créeme, estoy desesperado que ocurra. Quiero hacerte completamente mío, pero la ciudad no es lugar para un lobo, Sasuke. Por eso mi insistencia en que te quedes conmigo— buscó sus labios y bebió de ellos con desespero.

Sentía el calor subir en su vientre y cuando el Alfa comenzó a rozar sus erecciones, gimió en su oído, haciéndolo sonreír y mostrar sus colmillos.

—¡Aghh...! Espera— rogó nervioso.

—¿Todavía crees que no te deseo?— inquirió, mordiendo su labio inferior y provocándole un poco de exquisito dolor —No hay nadie mejor para mí, que tú.

LOBO REY (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora