—Ésto es malo, malo, muy malo— murmuraba Sasuke a manera de regaño para si mismo.
Ante él se extendía el camino que había recorrido en la mañana, solo que ahora en la oscuridad de la noche, era lo más aterrador que había visto en su vida. La negrura del bosque Wyshwood era espesa, parecía que absorbiera todo ser que se atreviera a adentrarse en él. Una capa de neblina lo hacía aún más intimidante y los sonidos no identificados que escuchaba, tampoco eran muy alentadores. La única fuente de luz era una Luna creciente, cuyos rayos apenas alumbraban el suelo.
¿Por qué estaba allí? La misma pregunta se hacía una y otra vez.
Al regresar después de su encuentro con el lobo gigantesco, entró a su casa despavorido y cerró la puerta con pestillo, como si el animal se hubiera atrevido a seguirlo. Se rió por la estupidez que acababa de hacer y para distraer su mente de los recientes sucesos, comenzó a limpiar cualquier cosa que tuviera delante. Barrió el suelo, sacudió las telarañas de las vigas del techo, llevó las sábanas a la fuente y las lavó hasta que quedaron blancas como oveja en invierno. Luego preparó un caldo con vegetales y hueso de cerdo. Su padre quedó impresionado al llegar, pero no hizo comentarios, como si temiera romper el "hechizo" que hizo a su hijo eficiente de la noche a la mañana.
Ya cuando el Sol se puso Sasuke recogió la mesa y después de lavarse, subió al altillo. Por alguna razón esperaba con más ansias que nunca el aullido de los lobos, pero éste no llegó. Después del toque de queda casi a la media noche, se resignó y acostó en su futón.
—¿Y si murió?— susurró con angustia.
¿Pero qué importaba un lobo? Supuestamente había que erradicarlos, mataban al ganado y era un peligro vigente para cualquiera que entrara al bosque. Sacudió la cabeza para despejarla e intentó dormirse, de inmediato aquellos ojos rojos aparecieron en su mente, y ya no parecían tan aterradores.
Comenzó a repasar lo ocurrido y se llevó la mano al pecho después de darse cuenta que el lobo rey lo había salvado de caer en la trampa para osos. Y ahora estaba allí, atrapado...
Era una locura, su madre se lo decía: "Sasuke, tus arrebatos de impulsividad harán tu vida más corta" ¡Y cuanta razón tenía! Pero él no podía cambiar lo que era.
Así, con uno de sus arrebatos se puso los pantalones, calzó las botas y tomó su capa. Asomó la cabeza através de la cortina e inclinándose para ver debajo del altillo, se aseguró de que su padre estuviera dormido. Abrió la ventanilla y salió de la casa.Escondido en los callejones más oscuros, avanzó con la cabeza encapuchada hasta la muralla, evitando las rondas de los soldados que vigilaban después del toque de queda. El guardia de la puerta estaba, como de costumbre, dormido. Solo atravesó los barrotes como en la mañana y se echó a correr, con dirección al bosque.
Y eso fué lo que ocurrió. Ahora caminaba en la espesura, intentando encontrar el lugar donde había quedado atrapado el lobo. Cuando comenzó a perder la esperanza, escuchó un aullido que le erizó los bellos de la nuca. Con claridad percibía que se trataba de un solo animal, tal vez era el que estaba herido, o tal vez no y había comenzado a acercarse a su muerte.
Justo cuando comenzó a dudar de su decisión impulsiva, encontró el arroyo en el que había visto la huella. Solo necesitó avanzar un poco y allí estaba, echado con su morro apoyado en una pata delantera y la trasera atrapada en la trampa.
El lobo levantó la cabeza y lo miró fijamente. En la oscuridad, sus ojos rojos se veían más brillantes aún. Entonces otro sonido se escuchó entre los arbustos y aparecieron dos lobos más, uno café y el otro marrón oscuro. El primero olisqueó la pata ensangrentada del lobo herido y el segundo, enseñando los dientes, comenzó a acercarse a Sasuke.
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LOBO REY (Terminada)
FanfictionAdaptación al NaruSasu de mi historia Wolf Spirit. En el bosque de Wyshwood habitan criaturas fantásticas y aterradoras, que Sasuke, un joven escocés y emigrante en Inglaterra, conocerá y amará. Encontrará la libertad en ese mágico lugar, pero no le...