21. "Sangre de lobo"

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Todo Whitney se quedó en silencio cuando el Beta aulló, el sonido expandiéndose en el aire como un grito desesperado.

—¡Mátenlo, está llamando a los otros!— gritó Danzo, incorporándose de su lugar en el suelo. Arrojó el alcabuz descargado a un lado y tomó otro más pequeño, que colgaba en su cinturón.

El disparó falló cuando Kiba empujó a Sasuke a un lado y el plomo fué a perforar las tablas de la tarima. Cinco soldados con ballestas se acercaron amenazadores y el lobo se lanzó sobre ellos, mordiendo el cuello de uno y desfigurando a otro con sus enormes garras. Sasuke tomó una de las armas en sus manos y les apuntó.

—¡Aléjense!— gritó.

—¿Qué harás, chico?— se burló el Lord e hizo señas a los hombres para que rodearan al Beta. Sasuke apuntó la flecha junto hacia la frente de Danzo.

—¡Lo tocan y mato al Lord!— amenazó. Los soldados dudaron ante sus palabras y él aprovechó para sacar una flecha del carcaj de uno de los caídos, sin dejar de apuntar su arma ni un segundo.

—¡Idiotas! Es un maldito niño... No disparará— gruñó Danzo y Sasuke dejó ir la flecha, que se clavó con un golpe seco justo al lado de uno de sus pies. El viejo se quedó helado en el lugar.

—Soy el hijo de un cazador, un escocés ¡Déjennos ir! No volveremos a Whitney— siseó mientras cargaba nuevamente la ballesta con agilidad, se paró justo al lado de Kiba, haciendo que los soldados retrocedieran varios pasos.

—¡Estás loco si crees que permitiré a esos monstruos seguir con vida!

Danzo sacó el estoque de su vaina y justo cuando se lanzó hacia adelante para atravesarlo, una sombra negra y veloz subió a la tarima y se interpuso entre ellos. Sasuke jadeó al reconocer al Alfa. Naruto sujetaba la espada con una mano, a tan solo centímetros de su cuerpo. El viejo intentó moverla, pero él, con un giro de su muñeca, partió la delgada hoja y ésta cayó el suelo.

—Naruto...— murmuró con alivio y él lo volteó a ver por un instante, mostrándole unos ojos rojos llenos de furia.

—¡Soldados! ¡Soldados!— gritó el Lord, retrocediendo con rapidez y alejándose del Alfa.

Un grupo de al menos diez hombres con estoques, subieron y comenzó una lucha encarnizada, entre los dos caminantes y los soldados. Mientras el lobo de Kiba destrozaba todo lo que tenía la mala suerte de caer en sus mandíbulas, Naruto se movía y se deshacía de ellos con golpes contundentes y partiendo cuellos con sus poderosos brazos.

—¡Vete, Sasuke!— gruñó, justo cuando cargó a uno de los soldados, lo levantó en el aire y lo arrojó al público, que había comenzado a alejarse de la tarima.

—¡No!— contestó —¡No voy a dejarlos solos!— diciendo ésto, disparó la ballesta hacia un hombre que intentó atravesar al Beta con una espada.

—¡Maldición! ¡Es una orden!— gritó con desespero.

—¡¿Cuando he seguido tus órdenes, idiota?! Los Alfas y Omegas no se separan— lloriqueó —¡Si vas a morir aquí, yo lo haré contigo, maldito!

Debían buscar la manera de salir de allí, más y más hombres llegaban a cada segundo y los caminantes apenas podían detenerlos. Sasuke miró a todos lados tratando de encontrar un escape, cuando una terrible sensación lo recorrió y le obligó a mirar a Naruto, quien había sido atravesado con una flecha.

El Alfa sujetaba su costado ensangrentado, mientras retrocedía ante sus enemigos. Arrancó el proyectil de un gesto brusco, siseando entre dientes. No había forma de salir con vida.

Sasuke, apretando los puños, corrió hasta él y se interpuso delante de los soldados.

—¡Kiba, llévate al Alfa!— el lobo lo miró, con el hocico rojo y ensangrentado —¡Sácalo de aquí!

—¡No!— gritó —¡¿Acaso estás loco?!

Él lo empujó hasta el lobo como Naruto le permitió y Kiba metió la cabeza entre sus piernas desde atrás, obligándolo a subir. El Alfa sujetó su herida ante el dolor punzante.

—Salgan del bosque— pidió y se entregó a los soldados, dándoles una oportunidad para huir, mientras ellos trataban de amarrarlo.

—¡SASUKE!— Naruto, a punto de bajar, miró al Beta, quien pareció hablar en su mente y luego afianzó su agarre en el pelaje del lobo.

Huyendo de los soldados, Kiba saltó de la tarima y con sus patas poderosas, subió desde un grupo de barriles hasta los tejados. Corrió evitando las flechas, los ciudadanos huían atemorizados a su paso. Subió por las escaleras laterales de una de las torres de la muralla y después de empujar a los soldados para que cayeran, se detuvo sobre ésta.

—¡¡Yo soy Naruto, Alfa de la manada de caminantes!! ¡¡Iré por mis lobos y los masacraré a todos!!— bociferó y miró con angustia como encadenaban a Sasuke, quien en lugar de suplicar, le estaba sonriendo —Vendré por tí, mi Omega...— sollozó antes de que Kiba saltara al otro lado, aterrizando sobre un carro de heno, para después correr hacia el bosque.

—¡Maldito!— gruñó el Lord, pegándole en una mejilla y haciéndolo sangrar.

—Al final no te saliste con la tuya, monstruo— espetó con una media sonrisa.

—¿Eso crees? Matar a ese lobo era solo el inicio ¡Capitán!— llamó a uno de sus hombres —Prepara la tropa, quemaremos ese bosque cuanto antes— ordenó.

—No...— suplicó él.

—¡Sí!— lo sujetó del cabello y tiró para inclinar su cabeza y hablarle al oído con aliento rancio —Y tú serás la carnada para atraer a ese Alfa.

—¡Sasuke!— el llamado de su padre lo hizo mirar abajo —Señor, por favor perdónelo, nos iremos de la ciudad ahora mismo. Se lo suplico— rogó y los ciudadanos que quedaban en el lugar, lo miraron.

—¡Éste chico es un hereje!— anunció —Está confabulado con los demonios lobo y recibirá su castigo. Obispo...— Sarutobi salió de su escondite y se acercó a él, para rezar mientras hacía la marca de la cruz en su frente.

Sasuke escupió la cara del obispo, quien lo miró con desprecio.

—¡Púdrete, traidor!— soltó.

—Lord Danzo, ésta alma no tiene salvación— dijo Sarutobi con simplicidad.

El Lord se acercó a paso firme y tiró de su camisa, rasgándola y dejándolo con su torso desnudo. Sasuke jaló sus ataduras inútilmente, mientras clavaba sus ojos negros y furiosos en el viejo.

—Él te va a matar...— siseó —¡Te hará pedazos!

—Eso ya lo veremos— hizo una seña a sus soldados para que se lo llevaran al cepo.

La procesión salió una hora después. Al menos cien soldados contra la manada. Marchaban a paso firme, con el tintineo de sus armaduras atravesando el bosque en crepúsculo. Por donde pasaban mataban e incendiaban. Sasuke, además de los azotes que había recibido, sentía el dolor del bosque en sus entrañas y con su rostro mojado de lágrimas, rogaba por la vida de los suyos o el milagro que los salvara. Su padre iba a su lado, con una ballesta en sus manos y sin mirarlo.

Con sus pies heridos de ser arrastrado sin ningún cuidado, lo encadenaron a un árbol a orden del Lord, cuando el aullido de los lobos avisó de su llegada. La guarida no estaba muy lejos de allí.

Justo sobre una elevación de piedras, apareció Naruto, en su forma de lobo. Después de él, cada uno de los caminantes hicieron presencia a su lado, enseñando sus colmillos y con el pelaje erizado.

El Alfa gruñó y los demás lo siguieron. Los soldados apuntaron hacia ellos y con una primera flecha, la batalla entre lobos y humanos comenzó, con la Luna llena apareciendo en el cielo.

LOBO REY (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora