Daphne Quinn
Le di un poco de volumen a la música que sonaba en la radio del coche de Ryder, su clásica música ochentera que al final me había acabado gustando.
Hoy quería acercarme él a la universidad y no pude decirle que no, me apetecía venir con él.Estacionó en el parking, que estaba ya atestado por coches de estudiantes y profesores a eso de las ocho de la mañana, que es cuando comenzaban las primeras clases del día.
—No me canso de decirte que moriría por estudiar en una universidad como esta.— Ryder estaba alucinado mirando la composición del edificio.
—Pues ya sabes, acompáñame cuando o quieras o incluso cámbiame el puesto y ven por mí a clase.— bromeé.
—¿Y dejar que te encargaras tú de los crímenes de la ciudad? Ni de coña.— Rodó los ojos y mi respuesta fue darle un pequeño golpe en el hombro.
Estos días atrás, la química entre Ryder y yo había crecido bastante y creo que ambos estábamos felices con eso, de momento pienso dejar que la cosa fluya así. Eso cuando no me dan bajones...
Tenía que irme ya a clase, le miré a los ojos, que me devolvían la misma mirada tranquila y Ryder se acercó lentamente, hasta que sus labios tocaron los míos en un suave beso.
—»Quiero invitarte a cenar esta noche.— propuso en el momento en que yo me estaba desabrochando el cinturón.
Le miré seriamente, claro que me apetecía ir a cenar con él, pero no sé si las cosas se están yendo de las manos...
—Uy, ¿una propuesta indecente?— ladeé mi sonrisa y Ryder rió por lo bajo.
—Si quieres que lo sea...— levantó las manos, haciéndose el inocente.
Hoy es un día en los que estoy muy atareada en la universidad y, efectivamente, no saldré hasta por la noche porque me he apuntado a varias reuniones donde vendrán grandes empresarios del mundo a contar su experiencia y no me lo quería perder.
Quizás acabe agotada, así que obviamente no puedo declinar la oferta de salir a cenar.—La ultima reunión que tengo es a las 8.
—Pues a las 8 vengo a por ti.
Bajo del coche y me hundo en mis pensamientos antes de cerrar la puerta, me estoy empezando a confundir.
—»Daphne
—¿Si?
—Luego nos vemos, que tengas un buen día.— me guiñó un ojo y eso me causó una especie de sensación de "mariposas en el estómago"
—Claro, hasta luego.
Me dirigía a clase con los pensamientos un poco confusos.
¿Me gustaba Ryder? Sí.
¿Me gustaba estar con Ryder? Sí.
¿Entonces cual es el puto problema? Dante.Y sí, hace varios días, mientras dormía con Ryder, tuve un sueño bastante extraño que involucraba al castaño de ojos grises.
No fue una pesadilla, al contrario, en el sueño aparecíamos juntos en una especie de prado.
Yo estaba recostada en su pecho y él no paraba de acariciarme la cabeza mientras me contaba lo mucho que me quería y lo feliz que estaba de tenerme a su lado.Yo me sentía en una especie de plenitud que no sabría muy bien como describir, Dante lo era todo para mí y me había enamorado como no lo había hecho nunca.
Él era esa persona.
Cuando desperté del sueño y caí en la realidad, me entraron unas náuseas que no pude controlar y fui derechita al baño, donde me encerré, vomité y lloré hasta que me vi en la obligación de volver a la cama porque no quería que Ryder se despertase y me viese así.
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(D)estrucción
Подростковая литератураMás intensidad, más pasión, más venganza. Los finales siempre serán comienzos cuando sigues teniendo un pasado en común. Daphne comienza su nueva vida en la prestigiosa Harvard. No necesita amor, no necesita amistad, no necesita nada. Venganza. Esa...