Eiden Fox
Daphne me había dejado sin palabras, no sabía que decir.Me encontraba sentado en la tapa del inodoro, ella de pie a escasos centímetros de mí y sosteniéndome la mirada seriamente.
¿Enserio me lo había pedido? ¿Enserio me había pedido que la tocara?Entonces mi cabeza hizo "click" y mi reacción fue inmediata, enseguida me puse en mie y le tomé del mentón, haciendo que retrocediera unos cuantos pasos y que su espalda chocara contra la pared.
—¿Es eso lo que quieres?— le pregunté demandante, quería estar seguro de que lo quería de verdad y no estaba jugando conmigo.
—¿Es eso lo que quieres tú?
Sus ojos azules, adornados de brillo por el maquillaje que llevaba, me imponían de una forma que jamás lo habían hecho antes.
Daphne era una mujer que sabía lo que quería en todo momento, es una mujer decidida y eso me gusta, hasta tal punto que me pone jodídamente mal.—¿Me estás preguntando que si quiero tocar tu cuerpo?— mi agarre en su mentón seguía siendo firme.— No te imaginas cuanto lo deseo.
Se le formó una sonrisa burlona, me estaba desafiando.
¿Con que esas tenemos?
Agarré su cintura y ejerciendo algo de fuerza, la giré de cara a la puerta, pegando su cuerpo por completo a la madera.
Yo también me pegué todo lo que pude a ella desde atrás, haciendo presión.—»¿Quieres que te bese primero o prefieres pasar a la acción?— susurré en su oído.
Me tenía nervioso, no quería admitirlo pero ella me tenía muy nervioso ahora mismo.
—Bésame.— suplicó Daphne con voz melosa y no me hizo falta nada más.
Con una mano, la sostuve por la cintura para que no se moviera y con la otra la agarré de la barbilla y giré su cara.
Di un último vistazo a esos ojos azules que me estaban suplicando que la besara y así lo hice.Pegué mis labios a los suyos de forma salvaje y ella me correspondió enseguida. Daphne llevaba el ritmo de nuestro beso, nuestras lenguas jugueteaban feroces la una con la otra, me encargué de ejercer fuerza en su lengua para que notara bien la perla de mi nuevo piercing.
Ella gimió en mis labios y yo no pude contenerme mucho más.
—Voy a cumplir con mi reto, Daphne, y una vez que lo hagas vas a querer sentir mis dedos una y otra y otra vez...— ella se sostuvo en la pared con sus dos manos, mientras yo decidí apoyar mi mano en su pecho.
Mis dedos pellizcaron sus pezones por encima de la tela de su traje, estaban completamente duros y más duro me estaban poniendo a mí.
Pero mi aguante tenía un límite y yo quería sentirla a ella, quería comprobar lo que verdaderamente ella sentía por mí, aquello que yo le provocaba.Bajé mis dedos por su abdomen, que se contrajo al sentir mi roce. La oí suspirar y dejé mi mano quieta por un momento, ella estaba igual de excitada que yo, así que proseguí bajando hasta que colé mis dedos por su vestido, hasta rozar su ropa interior.
Ahora quien suspiré fui yo, lo iba a hacer, estaba a punto de hacer esto con la chica que me gustaba. Es Daphne, seguramente haya hecho esto con más chicos, pero esta noche quiero llegar a la altura, quiero que quede prendada de mis dotes y sea ella quien acabe volviendo a mí.
Con ayuda de mi otra mano, agarré la tela de su ropa interior por los lados y la bajé lentamente por sus piernas.
Volví a agarrar su cintura, para estabilizarla bien, y una de mis manos entró en juego yendo hacia su entrepierna.
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(D)estrucción
Teen FictionMás intensidad, más pasión, más venganza. Los finales siempre serán comienzos cuando sigues teniendo un pasado en común. Daphne comienza su nueva vida en la prestigiosa Harvard. No necesita amor, no necesita amistad, no necesita nada. Venganza. Esa...