Capítulo 10: Cárcel, Prisión, Penitencia... es lo mismo

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El sufrimiento y la desorientación son cosas mutuas a veces en los seres vivos. Cuando a alguien se lo deja en un lugar totalmente desconocido para aquella persona, esa sensación de alerta y miedo que uno siente aumenta mientras los minutos pasan. Aquello sucedía con Faustina, la cual estaba con bastante miedo al no poder tener contacto con su familia. Ella tras haber sido llevada a La Campiña, fue directamente metida a una clase de casa para huéspedes. La joven paso la noche en aquel lugar, teniendo en su mente como objetivo, regresar con los suyos. Allí mismo antes de poder dormir, Faustina notó a una mujer de cabello corto, junto a un niño, mirando ambos por la ventana de ese lugar. Esa mujer era Paloma, y el niño era Ariel, ellos buscaban la forma de poder salir de ahí e ir por Rodrigo y Teresa. Faustina entre susurros les dice si podía ir con ellos. Inmediatamente Paloma se puso alerta y trato de mantenerse algo cortante con Faustina, siendo que era alguien que ella no conocía, no le daba mucha confianza. En ese momento Paloma le indico que, si quería salir, que vaya por otro rumbo, ya que era una desconocida. Mal o bien, el plan fallo, ya que uno de los guardias entro a la casa a revisar que todos aquellos visitantes estén durmiendo, mientras portaba un fusil de asalto bastante grande. Paloma junto a Ariel fueron inmediatamente a su cama y trato de fingir que dormían, por un momento casi fueron descubiertos, pero el peligro logro pasar... No quedo de otra que descansar, mientras que Paloma le decía el pequeño Ariel: "Vamos a encontrarlos... Vos tranquilo, encontraremos a tu hermana y a Rodrigo, y nos vamos de acá. Duerme amiguito, mañana será un nuevo día."

Ahí el inocente Ariel le dice: "¿Mí papá y Jazmín también están acá?"

A lo que Paloma solo pudo decirle que no sabía, pero que, si llegaban a estarlo, que también los ayudarían a irse de ahí. Faustina podía oír como se susurraban entre ellos, y a su vez podía ver cómo Paloma abrazaba al niño y este de igual forma la abrazaba siendo que esté tenía mucho miedo en aquel momento. Faustina los tenía justo a unos metros de distancia de su cama, y en su mente solo pensaba en sus hermanos, era en lo único que pensaba, a pesar de las diferencias, ellas los amaba...

Habiendo pasado la noche en ese lugar, todos fueron despertados por los policías, los cuales les dieron uniformes a cada uno de ellos. No obstante, a los más jóvenes (niños de entre 7 y 12 años) los enviaron a otro sitio, siendo el pequeño Ariel separado de Paloma a la fuerza, ya que este se negaba a irse sin ella. Finalmente, los más grandes se colocaron sus uniforme de trabajo y a su vez, les entregaron unos carteles pequeños con números para ellos. Paloma teniendo el número 77 y Faustina el número 93. Todos los trabajadores fueron llevados a un camión, donde de ahí estos fueron exportados hacia otro sitio alejado de La Campiña.

Tras un viaje bastante largo, estos trabajadores llegaron a un edificio, donde los policías les dijeron que el trabajo del día de hoy era entrar a aquel edificio y que les traigan todo lo de valor que allá ahí, que se encarguen de aniquilar a los muertos que estén adentro y que manejen la situación como se debe, sino las consecuencias serían peor que morir devorado por esas cosas. Ahí también les comentaron que ya tenían un pequeño grupo trabajando por allí, que ellos los iban a guiar en este trabajo nuevo para ellos. Mientras iban caminando a la zona de trabajo, Paloma se acercó a Faustina y le platico un poco.

Paloma: Hey, vi que me estabas observando anoche. Disculpa por la forma en que te hable, es que era una necesidad irse de ahí.

Faustina: Descuida... Era una situación complicada. Todos estamos aparentemente encerrados ahí, parece como una clase de prisión.

Paloma: La verdad que si... El niño que estaba conmigo, necesito encontrarlo, necesito encontrar a otras personas también. Seguramente no te importe, pero es de suma importancia tener que salir de acá.

Faustina: Yo también busco gente... Ayer fue una noche dura para todos. Por cierto, soy Faustina, Faustina Fernández.

Paloma: Un gusto Faustina, yo soy Paloma. Es bueno conocer caras nuevas.

The Walking Dead: The Fall 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora