Capítulo 13: El costo - Parte 2

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[HORAS ANTES...]

Una luz radiante del sol que se reflejaba en las ventanas de la gran mansión perteneciente a Soplete. En una de las salas de esa gran casa, se encontraba Verónica limpiando la mesada del comedor. Tan solo usando una esponja, un trapo y un repasador, la mujer tenía que mantener todo impecable y reluciente para sus patrones, los cuales eran Soplete y Imelda. En aquel momento, fue al comedor Imelda, en busca de algunas cosas para después cocinarle a su marido. Ella miro a Verónica y observo la manera en que limpiaba todo, ahí le dijo: "Mira nena que yo quiero ver qué todo brille. De momento solo hay rico olor. ¿Dónde está el brillo? Acordate que en esta casa no vive algún cualquiera de allá afuera. Así que ponete a limpiar como corresponde." Se lo dijo de una forma muy arisca y con desprecio, mientras continuaba buscando los alimentos que utilizaría más tarde.

Verónica no podía quejarse de nada, ya que la última empleada de ahí por haber contestado ante el maltrato que recibía por esta gente fue metida en las celdas de La Campiña, por lo que ella solo tuvo que decir: "Esta bien. Como usted mandé señorita Moreno."

La mujer siguió limpiando, hasta que Imelda de retiro de la habitación. Verónica siguió con su trabajo, pero en su conciencia seguía pensando en Julia, en sus amigos, en los niños... Era algo que no podía evitar y que la atormentaba, ya que no sabía nada al respecto de ellos. Ella mientras lustraba algunos adornos, vio un estante del comedor donde estaban todos los cubiertos... Incluyendo los cuchillos. Verónica al principio dudo de lo que tenía planeado hacer... Pero algo le decía que lo hiciera... Sin dar más vueltas, ella tomo el cuchillo más fino y pequeño, pero era el más filoso de entre todos. Lo guardo en su bota, a un costado y luego continúo con la limpieza del comedor, fingiendo que no sucedió nada. Luego de haber trascendido un par de horas, Soplete llega a su casa e va a buscar a su esposa. No obstante, la única persona ahí que se encontraba en ese momento era Verónica, la cual le comento que Imelda fue a buscar algo más de huevos. Soplete entre carcajadas diría que su mujer es bastante torpe a la hora de ponerse a cocinar, sin embargo, admitió que sus platos son exquisitos. El robusto hombre se sentó en su gran sillón y ahí se puso a fumar un gran tabaco, mientras leía una novela que había dejado la noche anterior en su mesa de luz justamente al lado de su sillón. Por su parte, Verónica continúo con la limpieza, hasta que Soplete comenzó a tirarle algunos piropos hacía ella y a la manera en cómo limpiaba toda la casa. Le dijo: "Tu forma de expresarte a tus superiores, demuestra la obediencia que vos tenés. También puedo apreciar que no sos como las otras inútiles que te limpian todo así nomás... Vos lo limpias todo, hasta el más pequeño detalle lo haces resaltar... ¿Vos estabas siguiendo la misma carrera que la muchacha con la que estabas hablando la otra vez?" Le pregunto, mencionando Julia. Verónica ante eso, le respondió: "Yo me recibí como abogada, junto a mí mejor amiga y mi mejor amigo. Tenía mí título y trabajaba en el mismo edificio junto a ellos. Así que si, seguí esa carrera y en si trabaje de eso antes de todo esto."

Soplete sonrió y mientras terminaba de fumar, le dijo a Verónica: "Se ve que es una carrera muy interesante. Yo jamás pude hacer eso, más que nada porque nunca me llamo la atención las leyes y demás cosas. Pero de lo que, si debo rescatar de ese trabajo, es que forja bien tu mente y tu capacidad a la hora de hablar con otros y al momento de defender y fundamentar varios actos abruptos de algún individuo."

Algo que se podría decir que la diferencia a Verónica de Julia es que ella a la hora de estudiar a una persona y ver más o menos su manera de actuar, está lo hace desde un método más tranquilo y sin indagar en muchas cosas. Esto sería algo en contra de Julia ya que ella va por un método más impulsivo y muy indagatorio hacía los demás, queriendo que las respuestas que le den sean concretas y específicas del todo.

Verónica: Si... En sí, esto nos forjó bastante en carácter a cada uno de los que estudiamos aquella carrera.

Soplete: Los abogados que pasaron por toda mi vida, eran unos estúpidos que lo único que hicieron fue robarme guita (plata). Se ve que vos por ese lado sos más profesional, al menos eso hace resaltarte bastante... Diría que es algo que aprecio mucho de una mujer, el ver cómo se dispone al cumplir sus objetivos y logros. Ahora eso es lo que veo en vos... Además de que no te ves como las otras, vos sos más linda y sumisa.

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⏰ Última actualización: Jun 24, 2022 ⏰

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