Capítulo 8

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Narra ____.

A pesar de estar muy cansada, en cierta forma, me sentía feliz y con ánimo, no podía creer todo lo que había pasado el día de hoy.

Y por un momento me puse a pensar en aquella discusión que tuve con mi padre antes de venir aquí.

Reí ligeramente y Mina volteó a verme— ¿Qué?— la miré y negué con la cabeza.

— Nada sólo, pensaba en lo absurda que puede llegar a ser la vida

— ¿Por qué lo dices?

— Antes de venir aquí, discutí con mi papá porque quería que trabajara como conserje y, hoy estuve limpiando mesas y a partir de mañana, será parte de mi trabajo

— ¿Jihyo te ofreció trabajar con nosotras?

— Sí, dijo que lo hice bien pero que con el tiempo lo haré mucho mejor— sonreí.

— Pues si quieres puedo ayudarte a practicar

— ¿En serio?

— Claro, podemos hacerlo este fin de semana

— Suena bien— nos miramos fijamente por unos segundos y casi de inmediato desviamos la mirada, me puse a mirar por la ventana.

No miraba nada en especial, tan solo buscaba distraerme y sacarme la idea de que Mina era la chica más bonita que había visto en mi vida.

Dos días después.

No esperaba que el tiempo pasara tan rápido, aunque supongo que el mantenerme ocupada lo hizo parecer así.

Aunque no llevaba mucho tiempo trabajando, había logrado formar una buena relación con las chicas incluyendo a Dahyun, aunque con Tzuyu, no del todo.

También había logrado conocerlas un poquito más, sus hobbies, las cosas que les gustaban y las que no, así como también había logrado conocer pequeñas  características de su personalidad.

Por ejemplo, Sana es una chica bastante divertida y muy tierna, y a veces llega a ser algo torpe. Jihyo es amable y muy bondadosa, aunque es algo ambiciosa y competitiva, pero en un buen sentido.

Chaeyoung es una de las chicas con la mente más increíble que he conocido, es alguien bastante relajada y siempre trata de disfrutar todo al máximo, Tzuyu es de pocas palabras, o creo que más bien aún no tiene ganas de hablar conmigo, pero en fin, a pesar de eso, ella tiene un gran sentido de humor, Dahyun tiene una personalidad única, es bastante hiperactiva y a veces algo ocurrente.

Y Mina, es algo tímida a veces pero cuando se siente en confianza actúa tal cual ella es. Es tranquila, muy inteligente y, al igual que Jihyo, también es algo competitiva.

Pero todas tienen algo en común, son bastante unidas, se cuidan y protegen como una familia.

Eso hasta cierto punto, me hacía extrañar a Dinah y las demás, en especial a aquella chica que jugaba conmigo después de la escuela cuando teníamos cinco años.

— Hey ____— miré a Sana— ¿Todo bien?

— Sí, solo me quedé pensando

— ¿En qué?

— ¿Alguna vez han pensado en remodelar la cafetería?— ambas miramos alrededor, aunque mentí, no lo hacía totalmente.

— La verdad no sería mala idea— contestó— Pero aún no contamos con el dinero suficiente

Eso lo sabía perfectamente.

Pensé un momento en alguna solución. Definitivamente a mi padre no, porque no podía ni quería pedirle ayuda, tampoco podía pedírselo a Dinah ni a ninguna de ellas, aunque sabía que no se negarían, no iba a pedirles un favor tan grande.

Sujeté el collar que tenía, atrapando el dije en mi puño. Era un collar que había comprado cuando estaba con Hai...

No tuv la necesidad de pensar más, ya tenía una idea, solo esperaba que funcionara— Ya sé qué hacer, ¿Sabes en dónde hay una joyería?— me miró y asintió.

— ¿Por qué lo preguntas?

— No creo que sea necesario saberlo por ahora pero, tengo una idea

— Puedo llevarte este fin de semana si tú quieres— ofreció— Una amiga nuestra trabaja ahí— acepté— Pasaré por ti mañana en la mañana

— Okey

— ¡Por favor, por favor, otra vez no!— escuchamos la voz de Tzuyu.

— ¿Qué pasó?— dijo Chaeyoung.

— La cafetera dejó de funcionar otra vez— Jihyo se acercó y juntas comenzaron a revisarla.

Cuando Mina y yo volvíamos a casa, noté que se veía algo pensativa mirando fijamente por la ventana.

— ¿Estás bien?

— Sí, solo estaba pensando, nada importante

Al llegar al departamento Mina dijo que prepararía algo de cenar mientras yo me bañaba.

Pero durante ese tiempo no había dejado de pensar en un par de cosas, una era en que necesitaba de un buen diseñador para remodelar la cafetería, y la otra era en aquellas cosas que, aunque me dolieran, debía deshacerme de ellas para ayudar.

Terminé de ponerme la pijama y fui a la cocina, antes de entrar escuché un montón de cositas golpeando la mesa, era Mina.

Estaba de sentada con un bote metálico sobre la mesa.

— ¿Qué haces?— pegó un brinco y me miró— Lo siento, no quise asustarte

— Descuida, estaba haciendo algunas cuentas

— ¿Para qué?— me senté a su lado, la verdad me sorprendió ver la cantidad de dinero que tenía entre billetes y monedas.

— Para comprar otra cafetera

Siguió separando monedas, acomodando billetes, escribiendo en la calculadora y en una libreta.

— He estado ahorrando desde que empecé a trabajar en la cafetería, ha sido un poco difícil

— ¿Para qué ahorras?

— Para terminar mis estudios— señaló un montón— Para gastos del departamento— señaló otro— Y para donación

— ¿Donación?

— Sí, el domingo iré a ese lugar, ¿Quieres acompañarme?

— Claro— suspiró y continuó en lo suyo pero la detuve— No te preocupes por la cafetera,  tengo una idea y mañana iré con Sana para arreglar esto y demás cosas, tú guarda esto— volví a meter el dinero dentro del bote y lo cerré— ¿Cenamos?

— De acuerdo, déjame servir, ¿Puedes poner la mesa?— asentí.

Mi más grande fortuna (Mina y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora