2.- pasado

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Nezuko abrió los ojos perezosamente con el ruido de su alarma, estiró los brazos tanteando la cama en el lado de Tanjiro, aún estaba tibio sin embargo sabía que su hermano se habría levantado un rato antes que ella

Se levantó de la cama bostezando, se puso sus pantuflas y se fue con dirección hacia su cuarto, donde tenía sus cosas, si bien era rara la vez que dormía en su habitación, su ropa y útiles seguían estando ahí y no en la de Tanjiro, se lavó la cara y se peinó, después procedió a colocarse el uniforme de su preparatoria, tomó sus cosas y bajó las escaleras con dirección a la cocina

—huele bien– dijo olfateando el aire, desde la cocina se venía un olor bastante agradable

—no eres la única con habilidades culinarias hermanita

—pero son mejores que las tuyas

—ya quisieras

Nezuko se sentó en el comedor, un plato con su desayuno recién esperado ya estaba servido sobre la mesa, supuso que Tanjiro ya habría desayunado así que se dispuso a comer, sonrió ante el sabor, su hermano también era muy bueno en esas cosas

—ah, hermano, hoy llegaré un poco tarde, quedé en ayudar a unos compañeros con sus deberes

Le comentó casualmente, Tanjiro asintió y le acarició la cabeza, luego comenzó a lavar los platos una vez su hermana hubo terminado de desayunar, Nezuko fue a lavarse los dientes y Tanjiro la esperó en la entrada de la casa

—Nezuko, olvidé decirte, este fin de semana iremos a visitar a Yushiro— le comentó mirándola

Ah si, Yushiro, el chico le agradaba, pero había algo en el que le causaba algo de tristeza, no sabía si a su hermano también, después de todo los tres tenían un mismo pasado en común, ella había pensado que una vez con Muzan derrotado, podrían volver a buscar aquella cura que les hiciera humanos, después de todo Tamayo había dedicado casi toda su vida como demonio a hacerlo, sin embargo Tamayo no logró sobrevivir, y aunque gracias a ella fue que pudieron vencer a Muzan, había dejado a Yushiro, junto con ellos dos siendo demonios, no la culpaba, al contrario, le estaba eternamente agradecida, sin embargo, las cosas tal vez hubieran sido más fáciles con ella viva

Yushiro había entrado en melancolía, pintando cuadros, únicamente de Tamayo, capturando toda la belleza de la misma en cada trazo, sin embargo, al haber sido su fiel acompañante y discípulo, el mismo se había ofrecido a continuar con la investigación de Tamayo para una cura que volviera a hacer humanos a los tres, y aunque la investigación parecía ir bastante bien, estaba tardando mucho más de lo esperado, así que cada cierto tiempo irían ambos hermanos con el, a dejarse tomar varias muestras con el fin de ayudar a encontrar aquella cura tan anhelada por el trío, en varias ocasiones quisieron ayudarlo directamente en la investigación, sin embargo descubrieron que en ese ámbito estorbaban más de lo que ayudaban

Tamayo en su momento les había dado un antídoto, les ayudó bastante, sin embargo no pudo curarlos del todo, puesto que seguían siendo demonios, sin embargo, las habilidades cognitivas de Nezuko habían vuelto al 100% y ahora podían digerir perfectamente la comida, como si fueran humanos

Tenían una apariencia completamente humana, sin embargo, aquellos poderes demoniacos y sobre todo, esa maldita inmortalidad, seguían presentes

Así que tenían que seguir buscando

Nezuko miró a su hermano y asintió, se acercó a él arreglándole un poco la corbata

—te ves guapo

Le dijo haciendo sonrojar al mayor, se puso de puntitas y lo besó en los labios, no tardó en ser correspondida, sintió como Tanjiro la pegaba más hacia el, separándose unos momentos más tarde

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