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Crecimiento

Se encontraba nerviosa, el edificio se alzaba frente a ella y nunca antes se había sentido tan pequeña ante uno, dio un par de pasos hacia adelante guiados por el instinto de ver a los demás moverse hacia las puertas del mismo

Tanjiro...

Por un momento lo recordó, él estaba con ella, miró hacia atrás notándolo a un par de metros de ella justo sobre la banqueta de la calle que daba a la reja del patio del edificio, buscó su mirada encontrándola y él le dedicó una sonrisa tranquilizadora, ella la devolvió realmente sin saber si de verdad él intento de su hermano por calmarla había funcionado









Tanjiro se encontraba doblando aquellas prendas que Nezuko había hecho para el en su cumpleaños, el regalo de su hermana para el había sido una preciosa pijama de dos piezas bordada por ella misma con los colores de su haori en una perfecta armonía de verde y negro, solo lo distrajo el ruido en su puerta aquella mañana, su hermana lo miraba ansiosa

—ya estoy listo, tranquila– sonrió haciéndola sonreír también

—lo siento– apenada —pero estoy nerviosa

Tanjiro se acercó a ella para acariciarle la cabeza tranquilizándola, Nezuko dio un saltito y después ambos se dirigieron hacia su destino ahora con varios papeles en la mano


Recordaba perfecto ese día, finalmente y después de prácticamente toda su vida se había decidido que esta vez estudiaría la universidad, claro que el proceso fue largo y desde el simple hecho de haber pisado las instalaciones por primera vez para llevar su papelería la abrumó pero estaba emocionada

Sin embargo ahora las nauseas la abordaban

Los nervios la traicionaban pero no se acobardaría, no ahora que presentaría su examen de admisión a la carrera escogida

Sin mas remedio que seguir, entró
















Angustia

Tanjiro la recibió asustado, se había quedado en todo momento fuera de aquella institución esperando la salida de su hermana con una alegría inmensa puesto que esta sería la primera vez de Nezuko en la universidad y como el hermano mayor que seguía siendo para ella no podía estar más orgulloso de aquello sin embargo al verla salir tan pálida y sudando frío de ese examen lo asustó

—¿Nezuko, estás bien?— preguntó preocupado en cuanto le dio alcance

—s-si...

—¿estas segura? ¿Qué pasó?— Tanjiro no le creyó

—s-solo son los nervios hermano– suspiró —el examen fue complejo pero sabía la mayoría de las cosas

—intenta estar tranquila— le sonrió, el mismo sabía lo complicados que eran esos exámenes de admisión, sobre todo cuando la universidad manejaba buen nivel justo como la de la ciudad

—¿pero que va a pasar si no....?

—no pienses en eso, eres inteligente, estudiaste y te irá excelente— dijo realmente convencido de aquello, Tanjiro sabía que su hermana era brillante —y si no, de cualquier forma aún tenemos siglos para que vuelvas a intentarlo

—no ayudas diciendo eso— lo codeó por las costillas

—lo siento— se disculpó apenado

Nezuko rodó los ojos pero sonrió esta vez tomándolo de la mano, platicaron de un par de cosas más y Tanjiro la invitó a comer para celebrar ese día

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