23.- pasado

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Nezuko estaba feliz, su hermano finalmente había aceptado sus sentimientos por ella, se sentía tan dichosa que no pudo evitar levantarse temprano ese día, habían dormido juntos como acostumbraban a hacer de vez en cuando, miró el rostro aún dormido de su hermano y no pudo evitar acercarse y depositar un suave beso sobre la comisura de sus labios

Sintió cosquillas ante el tacto

Tenían relativamente poco de haber cambiado su relación de una sólo fraternal a una con sentimientos románticos de por medio y Nezuko podía decir con felicidad que esos días habían sido maravillosos

Se levantó con lentitud del futón, no quería despertar a Tanjiro, una vez que estuvo fuera del mismo acomodó su yukata la cual se había movido un poco de su lugar mientras dormían

Pasó al baño de la casa para lavarse la cara, habían vuelto a vivir a su hogar en las montañas y después de un año de haber estado ahí Tanjiro finalmente había expuesto sus sentimientos por ella

Sentimientos que Nezuko tenía incluso antes de volver a recuperar completamente su conciencia

Adoraba a Tanjiro, él era su todo, su persona favorita, su hermano, su protector, su apoyo y la persona que más amaba en ese mundo

Nezuko no podía sentirse más enamorada

Besarlo era una sensación tan única que la hacía sentir mariposas en el estómago, salió haciendo el menor ruido posible, sus pasitos discretos revoloteaban con alegría hacia la cocina, su hermano despertaría pronto para ir a vender carbón al pueblo y tenía que preparar el desayuno

Una vez que llegó ahí puso el sartén que tenían, agregó un par de huevos y empezó a freírlos mientras tarareaba alegremente, en otra cacerola puso agua y comenzó a poner las verduras ya picadas a hervir, por un momento una idea la abordó llenándola de emoción

Casarse con Tanjiro no sonaba nada mal

Tenían relativamente poco de poder llamarse novios pero aún así la idea la emocionaba, tal vez influía el factor de vivir juntos lo que los hiciera sentir como una pareja casada o el hecho de que estaba realmente enamorada y feliz de que Tanjiro hubiera correspondido

Pensó en cómo sería, sus amigos estaban comenzando a salir con sus respectivas parejas e incluso Zenitsu ya había hablado de matrimonio, la idea la emocionó

En cuanto todo estuvo listo lo sacó y lo puso en un par de platos, Tanjiro no tardaba en levantarse así que se permitió fantasear unos momentos acerca de la vida que siempre había soñado

Se imaginó por unos momentos como seria su vida a largo plazo (quitando el hecho de seguir siendo demonios obviamente), casarse con Tanjiro, prepararle el desayuno todos los días para que fuera a vender el carbón al pueblo y ella quedarse en casa para atenderla como era debido y ¿porque no?

Se permitió imaginar cómo sería volver a llenar de vida la casa, no solo preparando el desayuno para dos si no también para un par de pequeñas criaturitas más creadas por ambos con amor

Así sería perfecto, Tanjiro yendo a trabajar, desayunar junto a él y después ir a despertar a sus pequeños, servirles el desayuno y ¿porque no? Volver a usar la cunita que tenían guardada desde que ellos eran bebés, terminar el desayuno y verlos revoloteando alrededor de ella mientras hacía el deber de la casa jugueteando y siguiéndola con pasitos cortos

Se imaginó a ella misma yendo a buscar los árboles y arbustos de frutas que tenían después del sendero que rodeaba la casa para preparar el postre y acompañar la comida, llevando una canasta en una mano mientras sostenía una pequeña manita con la otra y caminaban lento siguiendo el ritmo de los pasitos de su hijito, cargando con un fular en su espalda otro cuerpecito chiquito y tibio que se aferraba a la tela de su kimono, regresar a casa y preparar la comida para cuando Tanjiro llegara y comer todos en familia, no mentiría, a ella le gustaría formar una familia grande

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