Once

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No le respondí nada ,duramos la noche entera trabajando, la cena fue llevada a la habitación, confieso que comí poco porque lo único que quería era salir corriendo de allí.

A las doce de la media noche mi jefe me dijo que podía irme a descansar y que me necesitaba las 6 de la mañana en su puerta porque iríamos a desayunar y luego a un primer encuentro con los inversionistas.

Me fui a mi habitación y me tiré boca arriba, solo podía pensar en lo que había sucedido con mi jefe, él estaba bromeando conmigo pero jamás lo había hecho, me asusté, me paralice y no encontraba palabras pero respondía en mi mente un siiiiiiiiiiiii quiero, lo quiero todo con usted Ainsworth.

No dormí esa noche dando vueltas en mi cama, mi jefe realmente me había coqueteado y después se había burlado de mi con una sonrisa leve.

No sabía todo lo que deseaba a ese hombre hasta que se me acercó y pude ver la escultura de su cuerpo, creo que ya puedo morir en paz, vi el hombre más guapo de esta tierra, aunque en verdad no deseo morir para poder verlo todos los días.

Al día siguiente lo que me despertó fue escuchar la voz de alguien llamarme desde la puerta, cuando abro mis ojos me quedó un poco aturdida pero inmediatamente recobré la conciencia y me levanté rápidamente, quien llamaba a mi puerta era mi jefe, debía de estar a las 6 de la mañana y eran las 6:02 minutos pero aún no estaba lista, corrí de un lado hacia el otro sin saber que hacer.

-Señorita la estoy esperando

Escuché esa voz desde afuera de mi habitación lo cual me puso aún más nerviosa, no tuve más remedio que abrir la puerta y decirle a mi jefe que me perdone.

-Señor...

- Señorita es usted una irresponsable, fui muy claro con usted la quería muy temprano.

- Disculpe es que terminamos tarde de trabajar y parece que no escuché la Alarma, disculpe.

-Me parece Señorita que usted se quedó hablando por celular y eso hizo que se despertara tarde.

- Ah Señor yo no...

-No diga más, arréglese rápido por favor, debemos de aprovechar el día.

Abrí mi maleta sobre la cama y tome mi ropa, me entré al baño mientras mi jefe esperaba por mi, yo solo pensaba en cómo me pudo haber pasado, digo era cierto que había estado hablando por celular pero solo un poquito, la verdad no entiendo cuando es que ese hombre descansa.

Casi siempre me tomo 30 minutos en bañarme y arreglarme pero hoy me tomo solo tres, estaba demasiado nerviosa como para tardarme más.

-Señor ya estoy lista, podemos irnos.

-Señorita no le hace falta algo?

En ese momento Ashton se me acerca y coloca mis lentes en mi rostro

-Ahora si podemos irnos señorita.

Bajamos a desayunar, luego fuimos con varios clientes, la mañana fue larga y muy extensa, la pasamos de reunión en reunión sin un minuto de descanso, ya era hora de almorzar y aún atendíamos nuestra última reunión, solo deseaba que terminara.

Después de una media hora terminó la reunión y uno de los clientes se me acercó.

-Joven es usted una belleza de mujer aún con esos lentes puestos.

-Gracias Señor, es usted muy amable.

-Me aceptaría un almuerzo? Seguro no ha comido nada

-No gracias señor, es usted muy amable.

La Secretaria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora