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Minho estaba estresado, tenía muchas reuniones y eventos a los cuales asistir, los servicios de la empresa estaban siendo muy solicitados, por ende, tenía muchos contratos que leer y ver si terminaba firmando o no.

Dio un suspiro de frustración, tirando el montón de papeles que tenía en sus manos a la mesa.

—Señor —lo llamó Jisung; su asistente, entrando a la oficina.

—¿Qué pasa?

—La marca de Oreos, solicito los servicio de la empresa para promocionar en Asia. También Doritos esta pidiendo una campaña de markenting para el verano.

Una pequeña sonrisa se formo en el rostro de Minho al verlo. Ni siquiera le presto atención a lo que digo, solo podía ponerle atención a él.

—Ven, Jisung —pidió el mayor, y el rubio simplemente obedeció.

Él sabía que quería Minho.

Fue hacía donde estaba el mayor y dejo los papeles en la mesa, antes de subirse al regazo del empresario.

—¿Cambiaste de perfume?— preguntó, oliendo el cuello contrario.

—No, sigo usando el mismo.

—Hueles diferente, dragi.

—Estuve con Demián en la recepción, quizás se me pego su perfume.

—¿Cómo llegó su perfume a tu cuello, Jisung?

—No lo sé, Minho.

—¿Ese idiota sigue acosandote?

—No me acosa —aclaró, levantándose del regazo de Minho—. Solo es amable y tenemos buena química.

—Jisung, ven —pidió con un tono  dulce. Aunque aquel comentario le molesto bastante. No le gustaba que Jisung tenga buena química con Demián.

—Tenemos que trabajar, Minho.

—¿Quieres ir a ver películas?  Jinyu no va a estar en casa.

—No puedo. Tengo que cuidar a mi hermana.

Jisung agarró los papeles que estaban en la mesa, y empezo a odernarlos. Minho se levantó de su asiento, para acercarse al menor, posándose detrás de él, y abrazandolo por la cintura.

—¿Ya no quieres pasar tiempo conmigo?

—Sí que quiero, pero tengo que cuidar a mi hermana, Minho.

—Podemos cuidarla juntos.

—No vamos a coger.

—¿No podemos simplemente pasar el rato?

Jisung sonrió, y se dió vuelta para dejar un corto beso en los labios contrarios.

Él sabía que ilusionarse con esas acciones no estaban bien, pero no podía ignorar ese revoltijo que tenía cada vez que estaba cerca del mayor.

—Iré a avisar que nos vamos —dijo Minho, robandole un beso antes de irse.

Él no era consciente de lo que causaba en Jisung, aunque el menor también sabía que él solo se metió en este juego, él decidió dejar que poco a poco las cenizas vayan transformándose en un enorme fuego, que sería muy difícil apagar.

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•『 ✶ ¿Solo un gusto culposo? ✶ 』• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora