Capítulo veinticuatro: "... alguien a quien solías amar...."

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Entré a un viejo bar frente al Central Park. Froté mis manos entre sí y me senté en una mesa pegada al gran ventanal que daba a la calle cubierta por una fina capa de nieve. El Coffee Shop tenía unas quince mesas aproximadamente bien distribuidas. Me hacían compañía dos hombres de unos treinta años sentados enfrentados justo en la mesa a mi derecha; también se encontraban tres mujeres que parecían ser oficinistas; un hombre escribiendo concentradamente en su laptop; y una pareja de adolescentes en la barra.

Noté que unos grandes ojos azules me miraban detrás del mostrador color caoba. Al mirar en esa dirección, un muchacho alto y con unos notables bíceps marcados por su remera manga corta celeste con el logo del Coffee Shop, me observaba con una media sonrisa mientras pasaba un trapo a la madera. Le sonreí y al instante rodeó la barra para dirigirse a mi mesa.

-Señorita, ¿que tomará?- sonrió. Tenía una gran sonrisa y sus dientes estaban alineados.

-Quiero un café chico con chocolate bien cargado, por favor.- dije mientras apuntaba con mi dedo en la lista de cafés de la carta. Luego levanté mi vista y le regalé una tímida sonrisa

-Enseguida se lo traigo.- antes de girar sobre su eje para volver a la barra me guiñó un ojo.


Luego de cinco minutos el café llegó a mis manos. Le di un sorbo, pero estaba hirviendo. Noté algo raro en la situación. Siempre que tomaba café me sentía completa, en cambio, esta vez definitivamente me faltaba algo. En seguida noté qué era: Justin.

Chequeé mi móvil, pero nada. Ni una llamada, ni un texto, absolutamente nada. Sabía que mi orgullo no era más grande que el amor que sentía hacia él; si en una hora no me llamaba, yo lo haría.

Al terminar mi café, le di el dinero que le debía al apuesto chico de la barra, y este me entregó el vuelto acompañado por un pequeño pedazo de papel con un número en él. Le sonreí tímidamente y salí de la cafetería. Todavía no había recibido noticias de Justin, lo cual me parecía raro, pero decidí esperar unos minutos más.

En ese momento se me había ocurrido una idea genial, revisaría su Twitter. Estaba segura que algo había publicado.

Buscar: @justinbieber

Tweets de Bizzle


@justinbieber: Esto no esta funcionando. #Iamdone . 2 hs ago.

@justinbieber: Una de las razones por las que odio los hoteles: siempre entran a limpiar en los momentos menos oportunos. #dicks . 5 hs ago.

@justinbieber: Tengo la mejor novia del mundo. 19 hs ago.

@justinbieber: Totalmente enamorado de Nueva York. 1 day ago.


¿A qué mierda se refería con "I am done"? ¿Por qué no me llamaba? ¿Por qué se había enojado? ¿Qué estaba pasando? Todas estas preguntas y muchas más estaban metidas en mi cabeza hacía ya una hora. Desde ese momento había estado sentada en un banco en el medio del Central Park.

Parecía ser que Justin no iba a llamarme, así que decidí volver al hotel y dormir.

Al llegar, un hombre de la recepción me entregó un papel todo arrugado. A simple vista noté que tenía letras, muchas letras. Subí rápidamente a la suit y Justin no se encontraba allí; tampoco sus cosas.

Antes de entrar en pánico, me senté en la punta de la cama y comencé a leer.


_______:

No sé cómo decir esto. Supongo que ya has notado que me he ido. No tengo mucho tiempo para explicarte todo. Sólo puedo decirte que no volverás a verme nunca más. Si te preocupas por el dinero de Juilliard, no iré, mi madre lo tiene todo. Aunque intentes averiguar dónde me encuentro, nunca lograrás saberlo, así que no te gastes intentando. Siento tener que despedirme por una simple "carta", lo que en realidad es un pedazo de papel que he encontrado tirado en el suelo del pasillo. De verdad lo siento ______. Siento tener que decirte esto, pero nunca te he amado. No podía soportarlo más, no podía seguir engañándote y engañándome a mí mismo. Soy una mala persona, lo sé; y aunque nunca te quise en serio, creo que eres una persona excelente que merece a alguien que la quiera con cada parte de su corazón, que la quiera por cómo es, no por su dinero o por su cuerpo. Vuelvo a repetirlo, siento tener que decírtelo por aquí, pero no tuve el valor de decírtelo en la cara, porque sé que es algo terrible lo que he hecho. Te he usado en todas las formas posibles que existen, pero tienes que saber que aunque sé que no fue lindo, no me arrepiento. Al fin y al cabo, esto es lo que soy; suelo usar a las personas para todo, y lo peor es que no me arrepiento de ello, intento, pero no lo logro. Soy un monstruo, ______. Si en verdad estas tan enamorada de mí como yo pienso y veo, te pido por favor que no intentes buscarme; aunque sé que cuando termines de leer esta carta ni siquiera querrás escuchar mi nombre. También sé que me conoces como la persona que en verdad soy, pero nunca lo he aplicado en ti siempre en otras personas, hasta este momento. Lo siento tanto, pero no eres la persona que estoy buscando. No eres una persona que quiero en mi vida ______. Sé que eres buena, pero no para mí. Nadie es bueno para mí, ni yo lo soy para nadie. Eres hermosa, eso sí. Pero no estoy enamorado de ti, nunca lo estuve. Solo te hice creer que lo estaba para aprovecharme de tu dinero y...tu cuerpo.

Si piensas que no vas a poder seguir adelante después de esto, quiero que sepas que el ser humano se adapta a todo: supera el dolor, cierra puertas y cicatrices, cura su propio corazón con el tiempo, y con nuevas experiencias; yo mismo puedo decírtelo, que he pasado por experiencias de todo tipo. Mi padre una vez me dijo: " El amor es como un abismo, cuando piensas que estás volando, te puedes caer.", y tenía razón, _____ Eastwood; siento haberte hecho volar y luego dejarte caer.

No te odié, pero tampoco te amé. Siento haberte estado engañando todo este tiempo. Te deseo mucha suerte en Juilliard, sé que llegarás muy lejos. Ojalá puedas encontrar a alguien decente que te haga sentir tan especial como yo sabía hacerlo, aunque todo haya sido una gran mentira. Y vuelvo a repetirlo, por favor, nunca, ni una sola ve en tu vida, intentes buscarme, porque nunca me encontrarás.

Justin, alguien a quien solías amar antes de leer esta carta.







El juego de los quintillizos.| Justin Bieber |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora