Capítulo nueve: "Jeremy había muerto."

799 35 6
                                    

Abrí la puerta lentamente. Al entrar caí rendida al suelo. Nunca pensé que caminar siete kilómetros de vuelta a casa me haría tan mal. En el camino vomité dos veces, toda la comida del mediodía. No estaba acostumbrada a esto. Me congelé y mis pies se durmieron a mitad del camino. No podía moverme, no sentía las piernas. Mi vista se tornó borrosa y todo comenzó a girar. No sabía por qué me estaba pasando todo esto con solo caminar, antes podía caminar diez kilómetros y no me pasaba nada, era raro. Quizá fue algo que me cayó mal de la comida.

Intenté pararme, pero lo único que logré fue doblar mi muñeca contra el suelo. Mis ojos se cerraron lentamente gracias al mareo. Sentí como unos pasos se acercaban hasta mí y alguien me agarraba por los brazos. Intentaba abrir los ojos pero era imposible. Sentí unas manos en mis mejillas y, ya sentada en el sillón, mi cabeza cayó hacia atrás. 

Sentí un líquido helado chocar contra mi rostro. Al fin pude abrir mis ojos y sentí como mis oídos se destapaban. Pude ver la cara de preocupación de Justin frente a la mia. Me soltó y se sentó a mi lado con los codos en las rodillas cogíendose la cabeza con las manos. 

Estaba empapada, me había tirado un vaso con agua congelada. Linda forma de despertarme, ¿no era más fácil llamar a un médico? No se cómo hará este chico cuando tenga hijos. 

Noté que mi muñeca estaba hinchada y dolía. Solté un gemido de dolor y Justin se volteó a mirarme. Oh, olvidé que estaba muy enojada con él.

-¿Estas bien?- preguntó dulcemente. Oh por Dios, no se si pueda aguantar mucho tiempo más enojada.

-Claramente no. ¿No tenías otra forma de despertarme? Podrías haber llamado a un médico o algo por el estilo.- me levanté y decidí buscar una venda para mi muñeca.

-Lo siento, no sabía que hacer, me desesperé.- dijo todavía mirándome.

-¿Tienes una venda o algo? Creo que me doble la muñeca.-ignoré su comentario.

-Podríamos ir al médico si quieres.

-Podrías haberlo pensado hace diez minutos y no tendría que ir a cambiarme. No saldré así, ¡voy a resfriarme más de lo que estoy por volver sola ya que nadie se preocupó por mí!

-¡Te fuiste antes! ¡Ni siquiera sabía dónde estabas!- respiró hondo y continuó.- lo siento, ¿si? ¿Quieres una venda? Te daré una venda. Puedo hacerte algo caliente mientras te cambias.

-No gracias, no quiero mas ayuda de tu parte, sólo dame una venda.

Estaba tan enojada. Aún mas que antes. La verdad era que no tenía ganas de cambiarme. Pensaba quedarme en casa mirando tele todo el día. 

Era martes y la fiesta por la victoria de partido del otro día sería el viernes. Estoy bastante emocionada por eso, y también porque el sábado es la ceremonia de graduación. Todavía no puedo creer que me vaya a graduar. El viernes sabré si tengo mi beca para Juilliard. Creo que mi primer audición no fue desastrosa. Lo hice bastante bien. Mi segunda audición será el domingo a las 6:00 p.m exactamente. Estoy muy nerviosa, vengo planeando mi coreografía, la canción que cantaré y tocaré, y mis guiones desde la primer audición, o sea, hace seis meses. Se preguntarán por qué dos audiciones, y la razón es porque para tener una beca entera tienes que pasar dos audiciones, yo pasé la primera, y espero pasar la segunda también. Las audiciones normales son el lunes por la mañana. Si no quedo, iré a esa.

Ahora que lo recuerdo, Pattie dijo que uno de sus hijos quería entrar a Juilliard, pero que ella no podía pagárselo, y que era casi imposible que ganara una beca. No recuerdo haber visto a ninguno de los chicos en la primer audición, así que ya es obvio que no podrá tener la beca entera. 

El juego de los quintillizos.| Justin Bieber |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora