-¡Drew! ¡Necesito ayuda por aquí!- grité mientras saltaba arriba de mi maleta para que entrara todo.
-Deja de gritar mujer, es la hora de la siesta de la gente mayor.- soltó mientras entraba a mi habitación bostezando.
-Tienes mi misma edad, idiota.- me crucé de brazos.
-Hey, ¿Por qué el insulto? Hablaba de las señoronas, ya sabes.- dijo riendo.
-Claro, lo siento.-respiré hondo- Estoy algo estresada con todo esto del viaje. ¿Dónde está Justin?
-Salió hace un rato, ni puta idea dónde fue.-se sentó sobre mi maleta- Cierra la maleta ahora.
Estuve luchando durante un rato mientras Drew se reía de mí hasta que por fin pude cerrarla.
De repente, mi móvil sonó. Era un número desconocido.
-¡¿Cómo que te vas a New York?!-gritó alguien a quién fácilmente pude reconocer. Me alejé el móvil de la oreja por unos segundos.
-Oh, viste mi tweet.-dije tranquilamente.
-¡Claro que lo vi! ¿Cuándo pensabas decírmelo? ¿Con quién te vas? ¡¿Por qué no es conmigo?!
-Tranquilo, Lo. Es un regalo de Justin.-susurré- Pensaba llamarte hoy, lo siento amiga.
-Está bien, perdonada. Por si te interesa, ¡también pasaremos las fiestas allí con Jason!
-¿Es enserio? Oh por Dios, ¡Claro que me interesa! ¡Será genial!
-¡Lo sé! Ahora cuéntame, ¿cómo que un regalo de Justin?
-Es que yo le pagué la universidad, así que quería recompensarme.
-Oh, claro. ¿Todo sigue igual entre ustedes?
-Si, ni un paso para adelante, ni un paso para atrás. No sé que carajo somos.
-Tranquila, sabes cómo es, deja que las cosas fluyan. Sé que este viaje será genial para su relación, por algo te lo ofreció, ¿no?
-Sí, eso creo.
Iba a seguir hablando hasta que escuché un fuerte portazo seguido de una imponente madre gritando "¡Justin! ¡Ven aquí ya mismo!".
-Escucha, Lo, te tengo que dejar. Nos vemos en New York, love you.
-De acuerdo, love you more.
Corté y tiré el móvil sobre la cama. Bajé las escaleras lo más rápido posible. Llegué a la cocina y allí estaba Pattie, destrozada una vez más.
-¿Qué ha pasado?-dije acercándome.
-Pensé que ya había acabado, que ya había dejado esas tonterías. Se fue hace tres horas de aquí y vuelve totalmente drogado, con un ojo morado y el labio roto. Me dijo que iba a buscar unas cosas para Nueva York, lo que quiere decir que aparte de todo, me mintió.- largó más llantos descontrolados.
-Tranquila, yo hablaré con él.-posé mi mano sobre su hombro.
-No creo que sea una buena idea, esta demasiado drogado, no sabes lo que puede llegar a hacerte.
-No le tengo miedo, ya tuvimos muchos inconvenientes hace tiempo.
Subí las escaleras casi corriendo y me dirigí a la habitación de Justin. Al entrar no se encontraba allí, así que supuse que estaba en el sótano, pero tampoco estaba en aquel lugar. De repente, unos sollozos salen de abajo de la cama. Me agaché lentamente y ahí se encontraba, con los brazos y las piernas abiertas, y de su boca caía un fino hilo de baba.
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El juego de los quintillizos.| Justin Bieber |
Romance"El romanticismo está sobre valorado, ahora lo que se lleva es el realismo"